Santa Teresa
Esta mañana tocaba visitar la exposición de Aurelio Teno en el Patio de los Naranjos de la Mezquita de Córdoba. Para no perder la costumbre atranque con un vigilante del Cabildo. Delante del cartel de la exposición estaba un cubilete con los prospectos, y le pedí por favor permiso para poder separarlo para fotografiar el cartel completo y luego desplazarlo otra vez en su lugar. Me contesto con un no malasombra y diciendome que no iba a permitir a todo el mundo mover el cubilete. O las obras. Mentira las obras ni pensarlo el cubilete porque estaba obstruyendo la visión del cartel de la exposición, pero creo que es demasiado, pedir sensibilidad a algunos de estos señores.
Se que no es correcto generalizar, que la excepción confirma la regla, pero en este caso la excepción son la correctas formas y educación al dirigirse a los ciudadanos, y sobre todo un determinado nivel de formas para tratar con el público, no basta con la defensa personal y las aptitudes semi policiales. Con la mayoría de los que he topado, me ha pasado lo mismo. Le dije que ese criterio que me aplicaba lo consideraba personal, y me contestó más agresivamente, que si yo consideraba que el criterio que valía era el mío. Terminó, ironicamente, deseandome pasara un buen día.
Una persona que allí estaba y vio el pequeño incidente, me dijo que a él le había pasado con estos señores una cosa muy curiosa. Estaba dentro de la Mezquita con unos familiares y trató dentro de sus conocimietnos, de explicarles a estos, lo que todo el mundo sabe del monumento universal, las leyendas de la infancia y algunas cuestiones de más categoría. Se le acercaron groseramente unos vigilantes diciendole que el no estaba autorizado a explicar nada a nadie que para eso estaban los guías, discutió y acabaron diciendole que lo expulsarian del monumento si continuaba con su actitud.
El pensó varias cosas me dijo, que tenían un convenio con los guías, que alquilaban los audios, o que lo que se protegía era el mensaje de anulación de los valores universales de la Mezquita. A los guias a lo mejor les obligaban a difundirlos, y en el audio no hay duda que estaban contenidos. Para que hablar más. Luego tenemos el vigilante que es el que mide el decoro para entrar al Monumento los visitantes. En TVE en tiempo del fascismo, había un decoro "cristiano", pero existía un metro para medirlo en función del largo de la falda, o un chal de prestado, para tapar los hombros de las señoras.
Todo en el monumento es una contradicción plena. Una gestión semi fundamentalista, y atribuciones difusas que le dan a personas a los que antes no le han dado una formación mínima. Claro ya se sabe aquello de que si quieres concoer a fulanito dale un carguito. Es verdaderamente kafkiano todo lo que ocurre en la Mezquita, y lo es por la gestión barroca (lo dejaré así), o berlanguiana de sus gestores. Y sobre todo por el nivel educacional (la excepcion que confirma la regla es el buen hacer) con que mayoritariamente me he topado. Claro la imagen que queda es la que se da.
De aurelio Teno no voy a decir nada porque lo dice todo su obra, y de la exposición traslado los textos oficiales de la misma entrecomillados, el del folleto del Comisario de la Exposición, y el del panel expositivo de su currículo. Así no cambio ni una coma de lo que se pretende decir de la muestra.
Texto del folleto de la exposición:
"Fui al Colegio de los Salesianos y ciertamente tengo una honda formación religiosa, pero luego la vida me condujo por otros derroteros...
Entrevista de la periodista Rosa Luque. Como un volcán. A. Teno 1991
Probablemente en la educación recibida de sus padres y en la anterior cita está el origen de una religiosidad dormida en la mayor parte de su trayectoria vital y artística, aunque renacida y sentida a su manera a partir del año 1989, con la reconstrucción y asentamiento en el Monasterio de Pedrique.
En este paraje de la serranía cordobesa, bello, agreste y mágico, pleno de espiritualidad a través de las impregnaciones ambientales, oscuras y luminosas, que dejaron los ermitaños que lo habitaron, es donde Teno va a desarrollar su arte, especialmente en lo sagrado, donde la influencia ejemplarizante de los antiguos moradores y el conocimiento de la vida ascética de San Onofre, será capital en la forma de interpretar su particular mística y estética.
Pedrique erigido como eremitorio hacia 1740, fue clausurado por Real Orden en 1836, según la ley de desamortización de Mendizábal, volviendo a levantarse de sus ruinas por la fuerza del destino de Aurelio Teno. Surgen otra vez los blancos tapiales y la espadaña entre cipreses y olivos centenarios, las sencillas estancias y los patios entre el jazmín y el romero. Y como centro doméstico espiritual, el oratorio dedicado a San Onofre, decorado intensamente con sus inquietantes pinturas, imaginería y trozos de antiguos retablos, manifestando el horror vacui y el gusto barroco en la ordenación del espacio. Aquí es donde el artista, a veces agnóstico, se recogía en los últimos y difíciles años de su vida, acompañado de sus rituales, de sus recuerdos y la comunicación con el Ser Supremo en libertad.
Monje de Pedrique
Adaptado para vivienda familiar, Pedrique se complementa con el taller y sala de exposiciones entre diferentes terrazas ajardinadas, ornamentadas con esculturas como si de un museo al aire libre se tratara, abierto al ancho y alto paisaje de la sierra. En este lugar concentrado en la creación artística, Teno dará rienda suelta a sus invenciones sagradas dentro de su peculiar lenguaje expresionista, modelando dramáticos Cristos, obispos, eremitas y santones.
En sus ensoñaciones místicas, a manera de plasmaciones sobre el muro, recreará sobre el plano utilizando colores puros, como si fueran resquebrajados y desconchados frescos, una fantasmagórica galería de retratos, son los monjes que vuelven del pasado para que el artista los ubique en una imaginaria sala capitular.
Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz (1975). Estas representacio¬nes escultóricas de los reformadores del Carmelo, excepcionales en su diseño y en el uso del color de los materiales, parecen tener muy en cuenta a la imaginería barroca española, combinando la figuración naturalista en los rostros y manos de plata esmaltada y la abstracción en los bustos marmóreos, con los admirables símbolos parlantes del Espíritu Santo y la Cruz arbórea.
San Onofre y el Monje de Pedrique (1990). Es una evolución de los bustos anteriores dedicados a los místicos, encaminada hacia un expresionismo más puro, y que están ejecutados con una magistral técnica en la integración de los materiales.
El Cristo de la corona (1990). Inspirado en el Cristo de Limpias, versiona una dramática y sorprendente faz repujada en plata, introducida en un bloque de mineral negro salpicado con flores de cuarzo blanco, motivando un poético y raro contraste iconográfico.
Culminando la ingente labor de reconstruir el monasterio y llenarlo de artístico contenido, elevará sobre el valle al Cristo Crucificado del Aceite (1995), de fuerte expresionismo, no convencional y distante de lo apolíneo, sujeto a la colosal Cruz que se decora con las escenas de un Vía Crucis algo heterodoxo y de libre diseño. La fusión de las diferentes piezas configura una sobrecogedora y terrible recreación del drama pasionista, que hacen al conjunto único en el panorama artístico contemporáneo.
Siempre respetuoso con sus amigos, sacerdotes y artistas, conectará con el Obispo D. Juan Antonio Infantes Florido, que hará algunas visitas a Pedrique, con el tiempo se convertirá en su comitente y mecenas encargándole algunas obras para la diócesis de Córdoba. Como El Cristo Crucificado de la Liberación (1993), desgarrado, con las manos abiertas y suplicando compasión, según las indicaciones dadas por el Prelado. Así como la versión definitiva de este Crucifica¬do y la Puerta del sagrario para la Parroquia de la Aurora (1996).
Águila, símbolo del evangelio de San Juan (hacia 1984). Adquirida en 1995 e instalada en el Museo Diocesano, representa uno de los temas más recurrentes y queridos por el artista. La soberbia y emblemática pieza, dinámica y en tensión, es un exponente espectacular de la fusión de la escultura y orfebrería.
Retrato del Obispo D. Juan Antonio Infantes Florido, (1994-96). A imitación de los retratos romanos, muestra un clasicismo renovado por el original expresionismo de Teno.
La última escultura modelada por Teno la dedica a San Rafael, Villaharta, (2010). De novedosa representación iconográfica, el Arcángel itinerante impresiona por su extraña cabeza expresionista, recuerda las facciones de un indígena, revestido con ropajes ahuecados y dinámicos.
Este es el arriesgado discurso estético que el genio de Teno emite y traslada desde Pedrique al Patio de los Naranjos, con motivo de la celebración del 775 aniversario de la consagración de la Catedral de Córdoba (1239-2014), materializado por unas obras pictóricas y escultóricas, de figuración expresionista en movimiento, alejadas de los parámetros academicistas, apasionadas y raciales.
Plena de religiosidad popular y con fuertes raíces barrocas, la sagrada iconografía que nos presenta, ruda, rota e incompleta, a veces buscando la abstracción, impacta y emociona ante su contemplación, originada a través de los senderos abiertos para el arte por uno de los artistas contemporáneos más completos y peculiares que ha dado Córdoba y de mayor proyección universal.
Cristóbal Cordero González Comisario de exposiciones del Año Teno.
1927-2013
Currículo artístico
1927.- Aurelio Teno Teno nace en Las Minas del Soldado, en el cordobés Valle de los Pedroches, todavía niño se traslada con su familia a Córdoba. Allí, las fuertes y duras impresiones recibidas durante los años de la postguerra marca-rán su vida y su obra.
1936.- Empieza a trabajar como aprendiz en el taller del escultor imaginero Amadeo Ruiz Olmos, adquiriendo conocimientos en la talla, estofado y policromía.
1939-1943.- Ingresa en la Escuela de Artes y Oficios, donde estudia Dibujo y Pintura durante tres años.
1946.- Se forma en un taller de platería para conocer las diferentes técnicas del cincelado, grabado, repujado y filigrana, formación enriquecedora que nunca olvidará a lo largo de su trayectoria artística. Se introduce como aficionado en el mundo taurino cordobés, cuyos ternas serán constantes en su producción artística.
1950.- Se encuentra en Madrid, estudiando Dibujo y Pintura en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando, asistiendo a las tertulias y círculos artísticos madrileños. Al mismo tiempo realiza trabajos de orfebrería.
1958.- Se instala en París y completa sus estudios en I'École de Beaux Arts, formándose sobre todo en las técnicas del grabado y la litografía. En esta etapa frecuenta los círculos culturales y artísticos parisinos, estudia a los maestros contemporáneos y se relaciona con artistas como César o Giacometti. Es aquí donde comienza a fraguar su lenguaje artístico dentro de la contem-poraneidad, haciendo incursiones pictóricas en el abstracto, pop-art, informalismo y expresionismo, con interesantes logros en el collage, del que siempre hará uso.
1965.- Regresa a nuestro país, se instala en Madrid donde expone en el Ateneo. Descubierto por la firma Georg Jensen es invitado a exponer en su galería de Copenhagen, cuya muestra constituyó un rotundo éxito con difusión en los países nórdicos. Se traslada al Molino del Cubo, ubicado en la Sierra de Gredos (Ávila). En este entorno natural estudia e investiga sobre la fauna que le rodea reflejada insistentemente en sus obras, sobre todo en sus poderosas águilas.
1966.- Avalado por la Galería Georg Jensen obtiene el Premio Diamond International Award, considerado como la distinción más importante en la joyería mundial.
1976.- Levanta el monumento al Quijote en el Kennedy Center de Washington tras haber competido con Salvador Dalí y José de Creft. Obra colosal materializada en bronce y piedra en este momento empezará su proyección artística internacional. A partir de este momento el personaje de Cervantes será un motivo esencial en sus creaciones artísticas, realizando numerosas versiones con variados materiales y técnicas.
1980.- Inaugura el segundo monumento a Don Quijote en Buenos Aires (Argentina).1984-1997.- Se encuentra en América, con estancias en Montevideo, Miami, Washington Caracas y Buenos Aires, entre otros lugares, impartiendo seminarios, conferencias y talleres en universidades y escuelas de bellas artes, a la vez que realiza múltiples exposiciones.
1988.- Regresa a Córdoba, donde adquiere y restaura el monasterio de Pedrique en el término municipal de Pozoblanco, instalando su casa, el taller y el museo permanente de sus obras. En este mágico y bello paraje natural comienza una etapa fecunda para sus creaciones, sobre todo las religiosas y místicas, relacionadas con Cristos, monjes y santones. Aunque siempre cultivó los temas taurinos, culminó su carrera artística con sus últimas obras dedicadas a la Tauromaquia.
2013.- Fallece en Córdoba, dejando para la posteridad un impresionante legado artístico en escultura, pintura y orfebrería, todavía insuficientemente conocido y difundido, origen esencial de este merecido homenaje que le tributamos, dedicado a valorara una de las figuras más peculiares e indiscutibles del arte español contemporáneo
Fotos y vídeo del autor
Bibliografía del folleto y panel de la exposición.
5 comentarios :
Vaya hombre,fuimos a verla el mismo día,yo sobre la una.A mi me
gustó,esa composición de elementos minerales,hierro,plata...Se
curró su saber,aprendiendo en los lugares idóneos.
Saludos.
Es bastante original, pero a la hora de la verdad saber (o ha sabido) ser clásico.
Saludos Carlos.
Acabo de verla Paco y es sencillamente espectacular.
Sonia la misma sensación tuve yo, es muy original en muchas ocasiones, y el empleo de esos materiales como las geodas es tremendamente llamativo.
Me alegro que todo no sean cuestiones laborales.
Saludos
Sonia la misma sensación tuve yo, es muy original en muchas ocasiones, y el empleo de esos materiales como las geodas es tremendamente llamativo.
Me alegro que todo no sean cuestiones laborales.
Saludos
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