Hoy ha tocado dar un paseo mañanero por la parte alta del arroyo de la Palomera, antes de que se pasee delante del Cortijo San José de la Viñuela. En esta ocasión un habitual de la zona y amigo, Diego Rodríguez, hizo que me picara el gusanillo al hablarme sobre una serie de construcciones aledañas al arroyo. Como estoy dándole vueltas a la posibilidad de que, la captación de aguas del ramal de la Palomera, que citan los expertos, a pesar de no haber encontrado textos que determinen exactamente el lugar de ésta, sigo pensando que pudiera estar en este lugar.
Catastro de 1950 donde figura como molino y dos norias
Los elementos son para pensar: encauzamiento del arroyo, por el margen derecho que es más bajo que el izquierdo; lo que pudiera haber sido una presa; un pozo de captación con una noria, y el inicio de un canal desde el mismo hasta lo que el catastral de 1950, determina que fue molino y hoy es una verdadera ruina. Si observamos los vuelos de 2007 en los que aún había actividad, y lo comparamos con el del 2011, comprobamos que ya ha quedado totalmente abandonado. En casi todos los planos consultados se refleja la alberca que está a unos doscientos metros del Molino (Como en el plano catastral a si lo denominan pues yo en su defecto al no conocer su nombre lo denominaré así).
Vuelo de Google de 2007, aún está habitado
En una de las fotografías, la del vuelo de 1977, se visualiza una línea recta que pudiera ser la conducción. In situ he querido ver una posible canalización, aunque posiblemente la obstinación, por creer que en esos terrenos fue la captación de uno de los ramales del segundo acueducto de la ciudad, construido hace dos mil años, sea la que lleve a ver donde a lo mejor, ante los ojos de un experto no hay nada.
Vuelo de Google de 2010, ya está en ruinas
El Molino del arroyo de la Palomera, es otra de las ruinas lamentables de la mayoría de las cortijadas que rodeaban la ciudad, denota su categoría por la construcción de dos plantas, escalonada, con caballerizas, y habitáculos para otro tipo de ganado. Si entramos por la puerta principal (yo entré por la trastienda), el camino una vez traspasada la cancela, de la que solo queda uno de los dos pilares que la soportaba, el camino cementado al que dan sombra dos enormes eucaliptus, nos lleva a una explanada donde está la puerta principal de la casa.
Caballerizas
Antes a la izquierda hemos recorrido un corral, que no estaba en el vuelo del 1977, lo que determina que ha sido su construcción posterior. A la derecha también, un pilar y una palmera que, de momento, se ha librado del maligno picudo rojo. La puerta que he denominado principal, da acceso a un patio a distinto nivel que el mencionado corral de reciente construcción. A la derecha del patio una construcción de dos plantas cuyas ventanas dan al arroyo. Frente el acceso a otro patio con otro edificio de dos plantas, ambos en dirección sur norte.
Vuelo de 1956
A la izquierda existe una construcción que se eleva sobre las demás por la diferencia de nivel, también de dos plantas. Luego otro patio al que dan lo que considero son las caballerizas, con una entrada de tres arcos. En total el Molino o cortijo tiene cinco patios, algunos comunicados entre sí. En la fachada que da al arroyo y de orientación este, tiene un refuerzo de terraza, de piedra. Delante está la entrada del pozo al que tapan unas grandes piedras, por el lado este tiene la puerta sin ninguna protección por lo que es peligroso acercarse a él. En el plano catastral señalan la existencia de una noria, pero no he encontrado vestigios de ella.
La mayoría de las construcciones están totalmente ruinosas y con el natural peligro de desplome, por lo que hay que extremar la precaución si alguien se aventura, bajo su responsabilidad a entrar en ellas. Por la fachada oeste que no tiene ningún acceso discurre el camino. Las piedras que antes fueron muros, están esparcidas por el suelo. Elementos hidráulicos cercanos son la alberca y la noria, que se encuentran a unos doscientos metros en dirección norte, desde la casa, y a escasos metros del arroyo.
Vista aérea de Bing, desde el este
El arroyo con cauce profundo, pero seco y frondosa vegetación en galería, ya lo cantó Carrasco el llamado poeta de los arroyos. Puede que la manida lucha con la toponimia, no nos permita estar de acuerdo en algo, pero en líneas generales no hay muchas dudas. Dice D. Francisco Carrasco sobre el Arroyo de la Palomera:
Vista aérea de Bing, desde el norte
"Nace en el cerro de Peñascales, por debajo de la finca de San Cristóbal, Cruza la carretera de los Villares por el Km.5 y baja por la Casería de San Pablo que la recorre y pasa junto a una alberca con noria antigua muy atractiva. Va por delante de la casa, que es muy hermosa en su blanca envoltura de cal, destacando la esbelta figura de una araucaria triunfadora del tiempo.
Vista aérea de Bing, desde el oeste
Esta casería, en otro tiempo, fue casa de labor de los Dominicos, de Santo Domingo, y expropiada en la época de la Desamortización de Mendizábal, hoy está vinculada a la familia de mi encantadora amiga Lourdes Millán Tarradas quien me ha facilitado muchos de los datos que relaciono. Más abajo de la casa se halla un pozo conocido como del P. Tienda, Y al pie de un almezo se le incorpora el de la Viñuela.
Seguimos con el de la Palomera que cruza la carretera de Santo Domingo para corretear la finca el Toconal donde se le une el de Frav Luis en tierras de San José de la Viñuela bajando junto al caserío, entre olivos, y laderas altas con madroñal y un pinar muy frondoso donde abunda el níscalo, la lepiota y el coprino.
Uno de los patios
Escapa el arroyo domando agua en remansos y casqueros por la Palomera Baja, donde abunda en sus orillas el terebinto o cornicabra, y sigue haciendo cerco a la Palomera Alta cogiendo aguas de una fuente muy caudalosa con alcubilla en forma de pirámide. El agua mana por dos caños, uno en la pared y el otro a nivel del suelo. Bajo un toldo de zarzas, cabrahígos y fresnos llega al Pedroches por el Puente de Hierro."
Entrada pozo del Molino
Como vemos, desde que abandona el arroyo las tierras de San José de la Viñuela, no existe ninguna mención a la importancia del curso en las cercanías del Molino, de la Alberca, Noria y posible presa que hubiera en el cauce. Desde la Viñuela salta a la alcubilla de la Palomera. Evidentemente esto no resta, ni poesía ni categoría relato al descriptivo de Carrasco, sino que le queda a uno un sabor extraño, al ver que no se mencionan unos accidentes que considera importantes.
Encajes de la Noria de la alberca
A lo mejor sigue siendo mi obstinación la que ve cosas que otros no ven. Porque me consta que Francisco Carrasco se pateó los cursos, no hizo como Estrabón, que es la referencia por antonomasia de la historia y no vino a estas tierras, hizo como Julio Verne escribir desde casa sin salir apenas de ella. Lo importante es sembrar y que gente preparada, determinen después lo que es verdad y lo que no es.
Muro y escalón del cauce del arroyo
Como decía doscientos metros arriba en dirección norte, la gran alberca y la noria sin ella. Afortunadamente he conseguido en la red una fotografía que publicó el club de senderismo Raíles, que nos permite conocer cómo era la noria, aunque no nos permite saber quien la afanó y si tenía derecho a hacerlo. Pero esto es el pan de cada día. Ojo la boca dónde estaba la noria, es peligrosa pues no tiene ninguna protección y la profundidad hasta el agua rondará los cinco metros, aunque es lo mismo que fueran tres.
Alberca
El arroyo tiene una bancada de refuerzo, y algunos muretes extraños en su cauce le hacen a uno preguntarse si tuvo alguna represa. Desde luego las condiciones del cauce lo permiten. Cauce arriba existen unos sillares que seguro están fuera de su lugar de origen, no sé si en preparación de una huida nocturna a otro lugar, o diurna porque la desfachatez no tiene límites y, con el ejemplo institucional cada día menos.
Noria antes de afanarla quien sea
Otra curiosidad, es que hay como cuatro espacios delimitados entre sí por una cerca de piedras, de superficies considerables, una supera los mil novecientos metros cuadrados y otras rondan los mil cien y los mil setecientos. No puedo precisar su uso antaño. Otro lugar de nuestra ciudad, casi en el casco urbano, a unos metros esta la calle Cardeña, de una natural belleza, con un complejo hidráulico a estudiar por lo que saben de esto, y no por este modesto cronista que quiere, pero no puede precisar cosas.
Pozo de la noria
ADENDA (29-08-14)
Interior del pozo donde se puede ver la galería a la derecha
A posteriori en otra nueva visita, en este caso con los amigos Pancho Gamero y Diego Rodríguez, comprobamos como el pozo que está en la casa, tiene un túnel en dirección al norte, y queda por ver, en este caso por especialistas su longitud y recorrido. Arriba de este pozo está la noria y la alberca, es posible que sea el lugar de origen, pero es muy aventurado afirmarlo.
Galería del pozo y estado de colmatación y suciedad del mismo
Unos metros más arriba del pozo existe una alberca colmatada. Puede ser un almacenamiento para el riego de toda la zona cultivable, que está perfectamente definida entre el cortijo y el arroyo, y bien protegida de éste, las defensas contra el arroyo están muy definidas con los muros. En el margen del camino hay un trozo de atarjea doble, que paree ha sufrido la presión del terreno y está invertida.
Pilar camuflado por la vegetación unos metros más arriba del pozo
La realidad es que los elementos hidráulicos de la zona son muy considerables, y requerirían un estudio por expertos, no comentarios de aficionados como son estos. Lo que ocurre es que posiblemente ese estudio no merezca la atención de esos expertos, aunque cualquier cosa es importante si se trata de recuperar la historia local.
Atarjea de la orilla del camino SL-A92
Fotografías y víedo del autor, Google, Goolzoom y Club Raíles
Bibliografía ninguna.
5 comentarios :
Buenos días Paco, excelente repaso a la zona, cada semana paso por ahí andando.
Como bien dices todo el cauce esta jalonado de obra hidrológica, inlcuso aguas arriba si te da por remontar. Ya que mencionas la calle Cardeña, fíjate en el solar que hay en ella frente a la acera de los chalets, colindante con el convento/asilo, hay un puñado de sillares, con orificios practicados para la inclusión de garras, por lo que pertenecen a alguna construcción. Esta tarde me toca mi paseo de rigor, así que le haré fotos a un par de cosillas en la zona del molino que creo que no has visto y tienen que ver con la hidrología, un saludo.
Buenos días, amigos. Paco, muy bien relatado y, nuevamente gracias. Hay muchas cosas que suelen pasar desapercibidas cuando visitamos un cortijo o una fabrica en ruinas y son los pozos y los chimeneones. Nos fijamos en los muros, construidos de tal o cual manera, pero los pozos, antiguos, son unas obras autenticas de arte y no lo tenemos en cuenta. ¡Ojo! Que al estar abandonados son tan hermosos como peligros, porque en la gran mayoría de ellos han desaparecido los brocales. Los chimeneones están corriendo mejor suerte, no todos, pero han tomado conciencia de que son obras de arte comparables con otras muchas que se exhiben con orgullo, a pesar de que son más falsas que un duro sevillano. Por ello, algunos han sobrevivido a la piqueta. El mi barrio ha sobrevivido el chimeneón de los Rodríguez. Bueno, Paco. Gracias por seguir iluminándonos. Un abrazo.
P/S: Paco, la fotografía del pozo del Cortijo de la Palomera es magnífica, y el pozo no digamos.
Diego muchas gracias otro día con más tiempo subiré el cauce arriba, y comprobare lo que dices de a calle Cárdeña. Estoy contestando desde Dávila con muy mala conexión. Manda me las fotos. Un abrazo.
Gracias Patxi. He estado fuera, de viaje cultural, Alcalá, Ávila, Segovia y Almagro, todo bien.
Los chimeneones si no es porque han evitado a la fuerza su derribo para incluirlos en el paisaje urbano no quedaría ni uno. Del que me acuerdo mucho es el que daba nombre a la propia fábrica de jabones y orujo de las Margaritas, mi tía Antonia estaba casada con José María Capataz de ella. Y el de tu barrio también se salvó como dices.
Muchas gracias por lo de las fotos viniendo de un experto, en el viaje he hecho más de mil.
Un abrazo.
Buenas tardes, amigos. Paco, bonito relato de viaje. Me ha sorprendido que estuvieses en tan cerca de Córdoba. Te hacía por tierras gallegas, porque decías a Diego: “Estoy contestando desde Dávila con muy mala conexión”. Pensé, que lejos se ha ido a tomar las aguas, nada menos que al balneario de Dávila, que está en Caldas de Reis (Pontevedra). Ahora veo que se te coló una ,de, traidora.
He estado en todos los lugares que has mencionado y guardo muy buenos recuerdos. El peor de todos es el del Alcázar de Segovia. Dicen que la impronta te marca para siempre, y eso me pasó a mí. Cuando fui la primera en el 69 del siglo pasado este monumento no se cuidaba mucho, y al entrar me vino un fuerte olor a meados, se ve que los cadetes eran poco cuidadosos, y cuando lo veo siempre me viene el dicho olor. De Segovianos me gusta que no tienen ese pudor cateto de otros pueblos. Ese que les hace cambiar los nombres medievales de sus plazas y calles. Digo esto, porque siguen manteniendo el nombre de la plaza del mercado, nada menos que la plaza del acueducto, y además en diminutivo, plaza del Azoguejo.
Dices de tus amigos: “ Han sido dos días en Segovia -dentro del periplo castellano de Alcalá de Henares, Ávila y Almagro-, con nuestros amigos Emilio y Mercedes, ambos cordobeses de adopción pero naturales de allí, cuya guía ha sido, como siempre, sobresaliente”
No sé si me falla la memoria, pero en Córdoba nadie era forastero, ni a nadie se le preguntaba de donde era. Aquí era, y es la pregunta de rigor. ¿De dónde eres? Contestaban; de tal o cual sitio, pero como si fuese de aquí, porque llevo un montón de años viviendo en tal, o cual pueblo. Recuerdo que en el instituto había un chaval que presumía de ser de Santander. Un día se me hincharon los … y le dije: pues peor para ti. Bueno, un abrazo y me pongo en marcha para Noja que he venido a recoger a los nietos que no se querían perder las fiestas de Bilbao.
P/S: Las fotos como siempre son muy buenas.
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