Entrada principal del Palacio
Hace la friolera de 52 años, uno más de los que llevamos juntos Conchi y yo, cuando corría el año de 1962, Miguel Muñoz Vázquez, que tendría ahora 105 años, publicó en el Boletín de la Real Academia de Córdoba, un extraordinario trabajo sobre el Palacio de los Duques de Medina Sidonia, del hijo bastardo de Enrique II, o de los Armenta, después de los Merino y actualmente de la familia sefardí Nahmías. Nos introducimos algo en la antigüedad previa. En el siglo III no existía porque formaba parte su solar de las gradas del teatro romano, en el siglo VIII empezaban a habitarlo los nuevos pobladores, los árabes, y en el XIII se lo reparten los nuevos dueños castellanos, como botín de guerra y pago a sus nobles. Si tratamos de hacer un esfuerzo y dibujamos mentalmente, los límites de la Córdoba republicana (que alegría Córdoba republicana), la muralla discurría, por Barroso y luego buscaba el talud de la calle de la Feria, cruzando por Santa Victoria. A grosso modo.
Hacia abajo de la calle.
Luego en la Córdoba augusta o imperial, los terrenos que hoy ocupa el barrio de la Judería y de la Mezquita, son parcelados hasta el río y la Cruz de Rastro, con la cuadricula urbanística romana. Se construye el Teatro, con la inestimable ayuda del evergeta cordobés Mario, dejando constancia de ello en el miliario de la esquina de las calles Encarnación con Rey Heredia antes del Duque. Y luego el terremoto del Siglo III acaba con el esplendor teatral de la Roma Imperial y se inicia el declive. Los pueblos semibárbaros del norte ocupan el solar urbano durante casi quinientos años, los mismos que la cultura romana estuvo, todo más o menos.
Hacia arriba de la calle
Su declive hace que cojan el relevo los árabes que están aquí más de quinientos, aunque en la península les queden aún casi trescientos más. Desde luego comprendo que hay que tener capacidad de visualizar mentalmente todo esto, pasa como con las medidas astronómicas, pero con ello trato de demostrar que el paso de una a otra sociedad no es de la noche a la mañana, sino a lo largo de la adaptación del pueblo a la nueva forma de gobierno.
La puerta, a la izquierda el miliario de los Mario
Lo mismo las casas o los palacios en este caso, las casas tienen menos enjundia constructiva que los palacios y desaparecen sin dejar rastro, arrabales de la ciudad por ejemplo. La ubicación que cita el académico Muñoz Vazquez:
"Se ubicaba este Palacio en la segunda mitad de la treceava centuria, en la calle de Francos, colindante con las casas de Diego Gómez de Valderrama, iglesia de Santiago el Viejo, antes mezquita árabe, casas de doña Mayor, las Barreras y Plaza de los Paraísos."
Iglesia de Santiago el Viejo, que después de ser mezquita, sería Santa Ana hasta hoy. Y la plaza de Paraísos en Jerónimo Páez.
Debajo del Balcón otra inscripción. "CONCEBIDA SIN PECADO ORIGINAL"
En el reparto de la ciudad el Rey Fernando III, le donó, como propietario de todo, las casas llamadas "altas", a Domingo Muñoz el Adalid, altas por la diferencia de nivel con la collación de Santa María, Blanco Belmonte, Rey Heredia, y Cuesta de Peramato, calles con desnivel, de ahí el topónimo. Luego Domingo donó como dote de casamiento, en 1237, las "casas altas" a su hija Oragilda y su esposo Fernán Núñez de Temez. Cuando finalizaba el siglo III vivía en el palacio Alonso Fernández y Constanza Álvarez nieto del mencionado Fernán y Oragilda, según escritura de 1338.
León rampante grabado en piedra, escudo de los Armenta, y la cimera mirando al frente
Ya tenemos la antigua mezquita, y unos baños árabes que parecen atestiguan su uso, además de una alberca hallada en el jardín, cuando reparar el palacio en 1949. Entre los materiales que sacan de la alberca se halla una lápida sepulcral, que descifra Ocaña Jiménez y dice:
"Este es el sepulcro de Abdal-Daim ibn Aflah al-Y afari. Confesaba que no hay Dios sino Allah, único, sin compañero y que Mahoma es su siervo y su enviado. Murió la vela del viernes en la ciudad de Badajoz y fué enterrado en la ciudad de Córdoba en la macbora de Qurais el diurno del... "
Aérea de la Casa (foto de Google)
Catastral de la casa donde puede verse la calleja a la izquierda
Muere Constanza y la casa vuelve a su padre Fernán Alfonso de Córdoba, pues no tuvieron descendencia, y la dona a Juana Fernández de Córdoba otra de sus hijas. Citar las dos callejas de traza árabe que tenía el palacio a ambos lados, cuya finalidad además de la de deslinde entre propiedades servían de protección contra incendios y para cuestiones defensivas al eliminar ángulos muertos. La de la izquierda está embutida en el edificio, y la de la derecha continúa, como puede verse en el plano catastral, como de un metro de anchura y cuatro arquillos en la parte inferior y seis en la superior, adornos y refuerzo. Tenía el nombre del Sr. González del Campo como rótulo. También había un subterráneo bajo el jardín, posiblemente desde una restauración en el siglo XIV.
Calleja existente de las dos que habia entre palacios (Foto Muñoz Vázquez)
Luego los Sousa, Vasco Alonso se casa con María García, hija de Juana Fernández de Córdoba, y Gómez Fernández Carrillo. Juana era descendiente de Domingo Muñoz. Dice el contrato matrimonial:
"pa que ssean otro ssy ssuyos e cabdall della ciento beses mill maravedis... e el aldea que disen de gil qrespo ques en la canpiña daqui de Cordova en que ay treynta yugadas de heredat e la morada que disen las casas altas que ffue de ffernando Alfonso e de doña Urraca gonzález padres de mi la dicha doña juana fernández de cordova en contra de beynte mill maravedis las quales casas son en la callacion de sta maria de Cordova que se tienen con casas de fferrant ximenes de Góngora e con casas que fueron de diago de val de rrama"
Patio Barroco cuando eran dueños los Armenta (Foto Muñoz Vázquez)
La fortuna de Vasco Alfonso y la que aporta Doña María, los hacen ser una de las familias más importantes de la ciudad, Maese Mohamad les construye un hermoso palacio mudéjar, que luego se carga de barroco y renacimiento, en sucesivas modificaciones. Vasco Alfonso tomó partido por el Rey Don Pedro y éste le concedió el oficio de Alcalde Mayor, aunque la prudencia de Vasco y no haberse mezclado entre los líos habidos entre la gente de Don Pedro y Don Enrique, le valieron para seguir con la Alcaldía después de los sucesos de Montiel.
Subterraneo y puerta en jardin de un orfebre arabe (Foto Muñoz Vázquez)
Otro documento permite determinar con exactitud la casa de Vasco Alfonso:
"Doña Guysabel mujer que fué de Ferrat Ximenes de Góngora vecina en esta ciudad en la collación de santa maria por ciertas memorias que le habia de hacer el citado Cabildo cuando muriese, por ello les deja unas casas suyas "que ella ha en esta ciudad en la collación de Santa María en que mora con todas las otras casas e corrales que con ella se tienen que han linderos de la una parte casas de Pedro Ruíz Carrillo hijo de Ferrando Dias señor de Santa Eufemia y de la otra parte se tiene e ha linderos casas de basco alfonso e de la otra casas de ferrant martinez criado Que fue de don Diego Martínez deán que fué de la dicha eglia e con casas de Ruy Ferrandes trapero e con la plaza que dicen de los paraycos e con la calleja que sale a la eglia de Santa Agna"... tambien le deja con el citado corral "todas las casas que en el se contienen" de aquel corral e casas que salle la puerta de a la plaza que salle a la otra plaza de los Paraysos con los linderos sobre dichos"
Techo de la escalera principal (Foto Muñoz Vázquez)
Doña Juana Sousa fue la hija mayor de D. Vasco, y parece que la señora enamoró a Enrique II que frecuentaba la casa, y claro tanto va el cántaro a la fuente... al final Doña Juana con veinticinco años quedó embarazada de D. Enrique II, y en el año de 1377, nació un varón al que llamaron Enrique, como su padre, según consta en lápida en el patio de palacio, referida a su muerte acaecida en 1404 con 27 años. Vasco Alfonso fue la máxima autoridad en la ciudad.
Escalera y techo (Foto Muñoz Vázquez)
Se comenta que Enrique nació en Cabra donde se trasladó doña Juana para tenerlo, pero no está documentado. En 1379 muere Enrique II y en esa fecha se traslada nuevamente Juana de Sousa a su casa de Córdoba, y en 1934 cuando ya había fallecido Vasco Alfonso, por esas fechas documentos citan al palacio como del hijo del Rey Don Enrique. Seguía ocupada la casa por la viuda de Vasco de Sousa, su hija Juana y su nieto el Duque Don Enrique, de ahí el título de palacio del hijo del Rey Enrique, y la calle del Duque. Hasta por lo menos agosto de 1397 que se hace nueva partición de bienes, y deja a su hija Juana la casa:
" en la collación de santa maría que han linderos casas de la Iglesia Mayor e casas de Diego Alfonso, criado de Diego López de Angulo y la Iglesia de Santa Ana y la barrera y casas otro sí de la dicha Iglesia Mayor que fueron de Ferrant Ximénez de Góngora y la varrera de cerca de la plaza que dicen de los paraysos y casas del Alcalde Lope Gutiérrez que son en la dicha barrera e las casas de Juan Sánchez el coxo e la calle que dicen de la pellejería vieja, apreciada en 25.000 maravedís".
Escudo de los Armenta y Cardenas, escalera pral (Foto Muñoz Vázquez)
En 1404 en la casa que nos ocupa, muere a los 27 años el Duque Don Enrique. Doña Juana de Sousa lo comunica a Enrique III y al Infante de Antequera Don Alfonso, hermanos bastardos del Duque. El Rey ordena un entierro solemne a su hermano. Doña Juana de Sousa, cuando tenía 86 años de edad fallece y en su testamento, en 12 de mayo de 1442, y deja la casa palacio a su sobrino Don Juan Alfonso de Sousa y a su esposa Doña Isabel Fernández Mesa, que vivió en el palacio hasta su muerte en 1479. Al no pagar un importe adeudado el palacio se desmembró. Una parte fue para los hijos de Vasco Alonso de Sousa y otra para Juan Alonso de Sousa. Un hijo de Vasco Alonso, Diego Alfonso vende parte del palacio a Pedro de Baena:
"con almacén, cámaras, caballerizas, bóveda, casas y edificios y además el callejón que está detrás de dicha cuadra, en el cual hay un pozo, y además vende el corral que está fuera de las puertas de dichas casas el cual llega a la calle".
Techo de la capilla (Foto Muñoz Vázquez)
"Después pasa la propiedad a los Marqueses de El Carpio D. Diego López de Haro y D.a Antonia de Guzmán, su mujer, de quienes pasó la propiedad a un hijo de éstos, nombrado también Don Diego López de Haro, casado con D.a María de Guzmán, hija de Don Luis Pérez de Castillejo y D.a Beatriz de Guzmán, su mujer. En esta Casa-Palaclo habitaron los referidos esposos,'• hasta que trasladaron su residencia a Madrid, donde murió D.a María de Guzmán en 1614."
Y luego pasó la propiedad a la familia de los Armentas.
Artesonado de unas de las habitaciones altas (Foto Muñoz Vázquez)
Encima de la puerta hay una inscripción ya mencionada, que dice: "NON NOBIS SED ALTEM POSTERIS. "No para nosotros, sino para los que vienen después de nosotros". En el frontispicio el escudo de armas, león rampante grabado en piedra encima la cimera; ésta mira al frente, que según las leyes de la Heráldica, solo era para los reyes y sus hijos legítimos o reconocidos. Lo que puede significar que Don Damián quisiera significar que allí había vivido un hijo del Rey. Debajo del Balcón otra inscripción. "CONCEBIDA SIN PECADO ORIGINAL"
"Muere Don Damián de Armenta en 1640 y se mudan a este palacio, como habían convenido su sobrina doña Inés de Armenta y su esposo don Pedro Gómez de Cárdenas. En 1754 seguían viviendo los descendientes de Pedro Gómez, don Diego Gómez de Cárdenas y Armenta caballero de la Orden de Calatrava, vizconde de Villanueva de Cárdenas y su esposa doña Teresa Gómez de Cárdenas, según documento de un pleito."
Artesonado mudejar de la sala aulica planta alta (Foto Muñoz Vázquez)
Y los propietarios más recientes: los señores Don Enrique Merino y Doña Josefina López Suárez-Varela, conservadores del palacio y sus distintos estilos, mudéjar, barroco y renacentista. Habitado por Abenfut durante la dominación árabe, restaurado por Maese Mohamet, de hermoso patio, artesonados y escalera principal. Y que hoy es propiedad de los judíos sefardíes Nahmías.
Pasillo rampa para subir a la casa número 9 (Foto Muñoz Vázquez)
Unas palabras para glosar el extraordinario trabajo de Miguel Muñoz Vázquez:
De Cordobapedia:
Jarote, "de Villanueva de Córdoba, nieto de un notario de la localidad, nacido el 16 de Marzo de 1909. Cursó los estudios del Magisterio siendo profesor en un colegio Público. Conocido por ser uno de los medievalistas más importantes de historia local, escribió la Historia de El Carpio así como diferentes ensayos y artículos científicos publicados en diferentes boletines.
Fue Académico Numerario de la Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba desde el 10 de noviembre de 1962 hasta su fallecimiento así como académico correspondiente de la Real Academia de la Historia desde el 27 de junio de 1962. Murió poco antes de finalizar el siglo XX."
Don Miguel Muñoz Vázquez
Fotografñias del autor y del trabajo de Miguel Muñoz Vázquez
Bibliografía de artículo de Miguel Muñoz Vázquez publicado en el BRAC nº 83 de 1962.
4 comentarios :
Buenas tardes, amigos. Como siempre, espectacular trabajo. Hay que ver de qué manera prosperaron los descendientes del espía Moro, Guzmán “El bueno” y de María Alfonso Coronel “La del Tizón” Un abrazo.
Gracias Patxi, tienes que extenderte en tu apunte. Un abrazo.
Buenas tardes, amigos. Como siempre, espectacular trabajo. Hay que ver de qué manera prosperaron los descendientes del espía Moro, Guzmán “El bueno” y de María Alfonso Coronel “La del Tizón” Un abrazo.
Buenas tardes, amigos. Perdona Paco. No me he extendido porque era una historia que conocí de niño y por eso creía que era conocida en Córdoba. Se decía que Guzmán que era de León nada de nada que era un espía a servicio del Moro. Su mujer María Alfonso Coronel tuvo un calentón mientras él estaba en el norte de África, y como era muy piada y cristiana cogió un tizón de la lumbre y se lo metió con el “coño” y se produjo tal quemadura que se le echó a perder. Cuentan que toda su vida la paso entre infecciones y dolores. Por eso le pusieron la del Tizón. La XXI Duquesa de Medina Sidonia conocidas como “la Roja” dijo sobre su antepasado: Guzmán el bueno no era de León, era Moro. Un abrazo
P/S: Cuando vuelva de viaje, mañana salgo para Ponferrada, buscaré lo que tengo sobre el tema. Ahora lo estoy escribiendo de memoria.
Pues la verdad es conocía poco de los genitales de Doña María Alfonso Coronel, a esta le pasaría como al tonto de Ambrosio de Morales con el arcón y las tentaciones. Y de Guzmán sólo la historieta del puñal que nos contaba el régimen para enardecer las virtudes patrias, bueno y la increíble fortuna que tenía el prenda, del que era media baja Andalucía. Gracias y feliz viaje, si es por placer veraniego, si es por la enfermería es otra cosa, que además espero esté mejor. Un abrazo
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