Fachada principal, lado sur
Yo vivía con mis padres, de soltero, en el número 32 de Cardenal Herrero, y en el número 34 vivía la familia Aparicio-Dávila. Siempre nos comentaba mi madre que ellos eran los propietarios de la finca La Palomera, no especificaba nunca si Alta o Baja, daba igual. Era una señora finca y muy conocida.
Pilar del camino
La referencia principal es que era un lugar de peroles, al que normalmente íbamos andando, y otras veces en autobús hasta el Barrio del Naranjo, cada uno con un útil del día de campo. Alguna vez hemos subido a la Palomera por los Santos Pintados, Fuente de la Salud, cortijo de esas ventanas azules y palmeras y luego arriba del todo Mirabueno, castillo del Maimón y alcubilla.
Eucaliptal de llegada
Unas notas sobre la familia Aparicio, basadas en mi memoria: El padre, Daniel Aparicio Sánchez, era un hombre alto y educado, su esposa Doña Concepción Dávila Pedrajas (siempre se le ponía el doña no sé por qué), bajita, de pelo canoso, siempre de negro, y en mi opinión tremendamente religiosa. Siempre la veíamos salir y entrar al sagrario, cuando pudo hacerlo. Nosotros nos mudamos de allí en el año 69.
Lado oeste
La casa de esta familia era de la misma altura que la nuestra, las azoteas casi se comunicaban. Mi madre siempre ha tenido gatos y al único sitio dónde podían ir es a la azotea de Doña Concha. Eran las dos únicas casas en alto de tres plantas, mientras que las demás eran de una. Mi madre era conocida como Loles, derivado de Dolores que es su nombre.
La casa familiar actualmente, ahora es de un restaurante de la zona
y ya no está la farmacia, al lado de la puerta la lápida de Blanco Belmonte
Fachada principal del cortijo
En cierta ocasión los gatos hicieron de las suyas en la azotea de al lado, y la chica que trabajaba en la casa, fue a la señora a decirle que:
-Señora los gatos de la Loren, se habían cagado en la azotea.
La Sra. le preguntó:
-¿De Sofía Loren?
-Si señora, de la "Loren" de la casa de al lado.
Aquello fue muy chistoso y sonado cuando Doña Concha se lo comentó a mi madre.
Alberca lado sur
Recuerdo cuando la señora Concha paseaba con su marido -que estaba enfermo-, algunas noches de verano con acompañamiento de grillos, por la acera de la calle Torrijos. Desde su casa Cardenal Herrero esquina Judería, hasta el Palacio del Obispo. Su casa tenía en los bajos la farmacia de D. Rafael que era el mancebo, y el Licenciado Alcalá. Era una acera tranquila sombreada de naranjos.
Balcón de la fachada principal
La calle Torrijos, antes tenía otros números, empezando por la casa de Juana la Jeringuera el 2, en la esquina de la Judería; casa de Doña Paca y María, el 4; la Farmacia de la Catedral, Licenciado Herrera, con "Manolón" de mancebo; la Casa de la Loba, el 6; la de los Baquerizos, el 8; la que construyó Azorín, el 10; la entrada de San Jacinto, con los porteros Juan Prieto y Paquita Hernández, y sus hijos Matías y Paco, el 12; la portada de San Sebastián, el torno de la inclusa; y el Palacio Episcopal el 14, ahora es el 12.
Lado este
Esas casas y nada de ningún negocio turístico, una acera tranquila que permitía a D. Daniel Aparicio, con su esposa Doña Concha, en la noche pasear incluso en pijama por la acera. Hasta que un día empeoró y se lo llevaron en una blanca ambulancia, y ya no volvió, corrían los años cincuenta. Una ambulancia en el barrio era un acontecimiento, nadie podía ser usuario de ella.
Lado este
El matrimonio había tenido dos hijos, a la mayor la llamábamos la niña, y se llamaba como su madre, Conchi. Se casó algo mayor, con un piloto comercial, decíamos que de avionetas de fumigación. José Piñán Compadre, se llamaba, porque que murió en accidente aéreo en Mallorca, en agosto de 1975. Tuvieron creo, un solo hijo. Conchi, la esposa del piloto del Dodge Dart -creo que un 3700-, como lo conocíamos en el barrio, falleció en el año 2000, nos daba unas sesiones de piano, que a balcón abierto, en un barrio, entonces tranquilo, insonoro, que si lo uníamos a las arias que cantaba Reyes, la hija de Doña Paca, de Torrijos 2, podías pensar que en lugar de en el barrio de la Mezquita, estabas en la Scala de Milán.
Balcón al este
Mi hermana me comentaba que José se le parecía a Maurice Ronet, que entonces con "A pleno Sol", estaba en su máximo apogeo. Tenía un perro pachón noblote, que se sentaba la puerta sin molestar. El otro hermano de Conchi era Manolín, es con el que más nos relacionábamos todos, especialmente yo, su simpatía era especial. Manolín era un niño rico, bastante, comparado con la mayoría de los niños de los alrededores, pero a pesar de eso era modesto. Era bastante mayor que yo, aunque nunca he precisado la diferencia, de mayor ya no parecía existir tanta.
Ventana piso bajo
Cuando jugaba al fútbol, su equipación de portero era del último grito. Más de una vez me llevó al Arcángel, donde tenían partido. En cierta ocasión allá por el 1978, lo vi en la discoteca de la terraza del Hotel el Cordobés, yo iba con mi mujer, allí actuaba un amigo que fue el batería, de Medina Azahara, Manolo Reyes. Manolín nos invitó, y lo llamativo -a mi me lo pareció mucho- es que tenía una botella de whisky con su nombre. Era un perfecto dandi.
Esquina noreste contrafuerte
Muchos años después, por los ochenta y pico, tuve ocasión de verlo muchas veces, era familia y a la vez amigo del bueno de Federico Algarra, con el que nos unía a Miguel Serrano y a mí una sana amistad. Federico falleció en 1995. Manuel en el 2010, relativamente joven; setenta y pocos años. Como curiosidad, me dijo mi primo Paco que, en la misa de su sepelio, había una nutrida representación de damas que habían estado o estaban aún, enamoradas de él. Esta definición es la menos ofensiva para nadie.
Lado este
En el año 1986 se subastó la mitad indivisa de la finca La Palomera Alta, junto con otras propiedades, según consta en un Edicto del Juez Antonio Puebla Povedano, de esa fecha. No sé cuál fue el resultado de la subasta, pero eso demuestra que en esa fecha aún tenía la familia la propiedad de la finca. además también se ve del estado económico familiar. Ayer di un paseo por la finca, subí desde la alcubilla, por el arroyo de Palomera Alta, el Palomera Baja discurre más al norte del caserío.
Pilón, pila y pozo
Del "Catalogo de Cortijos Haciendas y Lagares de la provincia de Córdoba" de la Junta de Andalucía
"Cortijo Palomera(400)
Edificación de entidad menor localizada en la periferia del casco urbano de Córdoba, al norte y al pie de la sierra, junto a las urbanizaciones del Brillante. Esta obra de mampostería y tapial con cubiertas de teja curva forma un bloque cerrado con un pequeño Patio; ligada al cultivo del olivar y la ganadería.
Pozo
Contó con un molino de prensa de viga, aunque las sustanciales transformaciones que ha sufrido no han dejado testimonios claros del mismo. En precario estado de conservación, consta de vivienda, jardín, cuadras, zahúrdas y cobertizos."
Vista desde el suroeste (de Bing)
Es lamentable el estado del cortijo. Antes de subir te encuentras el mismo pilar de siempre, que figura en el plano más antiguo consultado, del siglo XIX. En el cortijo, el picudo ha hecho de las suyas en las palmeras del patio. Y la vegetación salvaje se ha hecho dueña. En la fachada oeste había un enorme mastín amarrado a una cuerda, menos mal que ésta tenía una longitud determinada, lo que le impedía llegar a mí, aunque parecía quererla la quería romper para comerme.
El asusta senderistas
El mastín se ganaba el pan cumplidamente. No pude encontrar a nadie para pedirle permiso y entrar. Me volví, eludiendo al perro, y rodee el cortijo por la fachada principal, que está orientada al sur. Ésta tiene un hermoso balcón al que adorna una buganvilla. Delante, la alberca vacía y sucia. La fachada este es una verdadera ruina, con los balcones abiertos al patio central derruido, que permiten ver el cielo. Una torre que tenía la esquina noreste, ya no está.
Vuelo de 1977
Por el lado norte caballos y más perros, estos dentro de la edificación, si puede llamársele así. Me bajé hacia el arroyo Palomera Baja. Antes de llegar a él, la pila, pilar y pozo, con agua. Siempre te queda un sabor agridulce de estas visiones de ruina, dulce al pensar en su esplendor y agrio respecto del abandono. Claro luego está lo que decimos siempre, la calidad de vida de los moradores, rayando seguro la esclavitud, pero ahora no estamos muy lejos de esos abusos.
Vista desde la esquina sureste (de Bing)
Luego desde ahí busqué llegar a la mesa de la Palomera, planicie con enormes encinas adehesadas, roca plana visible, y majestuosos algarrobos. Muchas cercas, de miserables alambradas. A más miseria del propietario, más sentido de la propiedad. Muchas dificultades. Entiendo que si hay animales sueltos estos estén en cercados, para evitar su salida, lo quen o entiendo es el cierre de caminos y espacios improductivos, sólo por el mero hecho del sentido exacerbado de la propiedad.
Vista desde la esquina noreste
Catastro 1950
Detalle de las captaciones de agua del entorno (Plano Emacsa)
ADDENDA
He tenido la suerte que una gentil señora francesa, Françoise Bleynie, amiga de la familia me ha facilitado unas fotografías de Conchi y Manolo Aparicio, y además más gentil aún me ha autorizado a publicarlas. Quiero de este modo dejar constancia de unas personas a las que hemos apreciado bastante, hemos sido vecinos, yo veintidós años y mi madre siete más. En el padrón de 1940 figuran: Daniel Aparicio Sánchez, empleado municipal, de 41 años; Concepción Dávila Pedrajas, s/c, de 37 años; Concepción Aparicio Dávila, de 3 años y Manuel Aparicio Dávila de 1 año, teniendo en cuenta que no figuraban en el padrón anterior deberemos estimar que se mudaron a esa casa Cardenal Herrero 40, en plena Guerra Civil.
Conchi y Françoise en la Calleja de las Flores
Manolín, Conchi y Françoise
Y nuevamente los tres en el Patio de los Naranjos
Fotografías y vídeos del autor, de Françoise Bleynie y de Bing
Bibliografía de la memoria del autor.
Hermoso relato de un tiempo pasado,tratado con mucho cariño.Ya ves me emociona.
ResponderEliminarEsa era la Córdoba de nuestra niñez,tal como la describes.
Saludos
Buenos días, amigos. Magnifico relato. Yo subía andando y a la vuelta si traía muchas piedras bajaba en el autobús. En el camino de ese cortijo cuando tenía 16 años pasé uno de los peores momentos de mi vida. Estaba sentado a la vera del camino mirando la “cosecha” de mis fósiles, cuando se acerco un tipo con un perro, y sin mediar palabra me lo azuzó. Sólo tuve tiempo de levantarme y sacudirle un martillazo al pobre animal, allí se desplomó, era mi vida o la suya, y elegí la mía. El tipo que no se me ha borrado de la mente era un renacuajo de bigote mosca, tuvo suerte porque le tiré un cincel y no atine a darle. Recogí como pude y salí zumbando para la parada del autobús. No me subí y baje atrochando, porque me di cuenta que me había meado en los pantalones. Tengo muchas anécdotas de mis busques de fósiles por esas sierras de “Dios” Seguramente te preguntaras donde están esos fósiles, de los que tanto hablo y, que me cuidaba mucho de enseñarlos a profesor de ciencias Rafael Cabanas, porque decían que tenía las manos muy largas. Pues en 1970 mis padres se mudaron al barrio de Santa Rosa y como en un piso no cabían tres cajones de “piedras” mi madre las tiró a la basura. Así que…
ResponderEliminarUn abrazo
P/S: Mientras huía miré para atrás por si el hijo de p… del perro había ido a por una escopeta. Para mi alivio vi que el perro se levantó y se fue dirección del cortijo.
Tus relatos son muy buenos Patxi,has nombrado al Cabana que fue profe de mi mujer
ResponderEliminaren el instituto;mío no lo fue pero tuve mi encontronazo con él cuando estudiaba
Preu en el mismo centro,nos quería tratar como si fuéramos niños.En fin fueron
otros tiempos(1963).
Saludos.
Buenos días Paco, justo iba a recomendarte el libro de cortijos, haciendas y lagares, vaya obra más completa. Este cortijo hace muy poquito que dejó de estar habitado, menos de quince años, aún vive en mi barrio la viuda del último hombre que allí tuvo vacas. Mi madre y mis tías compraban leche allí y yo tuve la ocasión de acompañarlas, ya solo de visita, al cortijo, hace unos dieciocho años. En cuanto al perro, parece que aún no es plantilla, porque le ladra a todo bicho móvil, y no sé si la actual propiedad o algún vecino de la misma, ha atravesado el cauca del arroyo, de orilla a orilla. Eso es totalmente ilegal, ¿verdad? Un saludo
ResponderEliminarBuenos días, Ben. Eres muy amable. Por las fechas que dices sospecho que eres algo mayor que yo (1950) y hablas del Instituto Luis de Góngora. Yo estuve hasta tercero, luego me mandaron al Seneca. Menuda caminata desde la Huerta de La Reina. El susodicho era un prepotente de mucho cuidado. Recuerdo que en un examen nos dijo: cuidado con lo que contestáis, no vais a inventar nada, que ya está todo inventado. Como te digo, un prepotente. No era él solo. Había cada uno que… se peleaban ver quien era mejor levantador de vidrio. Recuerdo a Liso, que decía: El agua, es un liquido inodoro, incoloro e insípido, que sirve para lavarse, y algunos guarros hasta se la beben. Un abrazo
ResponderEliminarA mí me emociona siempre el recuerdo, puede que sea una especie de síndrome de Estocolmo, pero me parecía mucho más simple todo que ahora, que la solidaridad era mayor, aunque no sea del todo verdad.
ResponderEliminarMuchas gracias Carlos.
Como siempre Patxi muchas gracias por tus palabras y comentarios tan alimenticios. Echamos de menos un experto en fósiles que nos enseñe a mirar donde se debe, como con los espárragos, yo no veo ni uno. Lástima que la colección fuese a la basura pues me imagino sería importante. El martillazo procedía habérselo dado en el pulgar del pie al prenda.
ResponderEliminarUn abrazo.
Diego muchas gracias, la suma de las memorias de todos hace la colectiva, tú por lo menos lo has conocido habitado, no sé si será el mismo perro, espero que no. En cuanto a lo del cierre del cauce claro que es ilegal, el dominio hidráulico es del Estado, aunque existen casos flagrantes que, las propias instituciones parecen que ignoran. El cauce en muchos lugares es bastante profundo, y deja a la vista un lecho de roca..
ResponderEliminarSaludos.
Hola a todos, mi nombre es José Manuel Piñán Aparicio, y soy el único hijo que como bien ha dicho Paco Muñoz, tuvo mi madre Conchita Aparicio Dávila. Me ha emocionado muchísimo leer tantas cosas que me devuelven recuerdos y me levantan un aura de nostalgia de mi niñez. Me encantaría poder quedar un día con usted, y charlar un rato sobre todo esto, y conocer mas de lo que o tengo un vago recuerdo o no he vivido, pues yo nací en el 1971. Darle las gracias por haberme alegrado el dia, y espero que podamos tomar una cerveza mientras mantenemos una agradable charla. Puede ponerse en contacto conmigo en el email: aparizzi@gmail.com
ResponderEliminarUn saludo
José Manuel muchas gracias, debes saber que para nosotros mi familia tanto tu madre como tu tío Manolo eran prácticamente como de la familia también, era la peculiaridad que tenía el Barrio de la Mezquita, le mezcla de personas de distinto poder adquisitivo. Tu abuela mucho más respetable y tu abuelo al hombre yo lo conocí siempre enfermo. Pero para tu tío era como un hermano menor, su simpatía era su firma. Luego nos hemos visto muchas veces, ya mayores ambos. De tu padre que decirte, era un personaje en el barrio, que nos llamaba la atención, un aviador, y sobre todo su coche, luego lamentar el accidente que sumió a tu madre en el dolor. Mi primo Paco, de edades más cercanas, eran adultos todos, se conocían más. Cuando quieras nos vemos, eso sí si quitas el usted por favor. La finca no la habrás conocido seguramente, creo que es del cabildo ahora, eso me dicho el arrendatario. Me alegro que esto te haya servido para recordar cosas que por tu edad no has vivido. Pero una curiosidad, en mi casa se escuchaba el piano, que me parece tocaba tu madre. Un abrazo José Manuel
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ResponderEliminarConocimos a Jose Piñan en el verano de 1975 en Mallorca, llegó en vuelo de formación con otra avioneta (Piper Pawnee) pilotada por un compañero suyo; tuve el gusto de ser el primero en recibirle en el aeródromo de son Bonet. También vinieron esposa e hijo en un vuelo comercial, si no recuerdo mal.
DEP...
https://bucker125.wordpress.com/2015/12/29/incendios-de-cantabria/ (considere esto un homenaje)
En primer lugar muchas gracias.
ResponderEliminarMe parece muy correcto un recuerdo para una persona, pero no me lo parecen tanto las hipótesis que deja caer en la entrada del blog que señala, que estimo poco tienen ver con las persona a la que se lo dedica.
Sobre ello me parece muy importante el informe que hizo Ecologistas en Acción o WWF, y mucho más el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente, entidades nada sospechosas de querer culpar a nadie en concreto, sino encontrar unos razonamientos lógicos sobre las causas de este mal que tanto daño causa a la sociedad y pone en peligro tantas vidas.
http://assets.wwf.es/downloads/incendios_20051_1.pdf
http://www.ecologistasenaccion.org/spip.php?article8072
http://www.magrama.gob.es/ministerio/pags/Biblioteca/fondo/pdf/13436_25.pdf
Es cierto que los estudios son de hace algunos años, pero creo que tienen vigencia. No obstante también le señalo un artículo del periódico El País, en el que apuntan que la modificada Ley de Montes, puede significar beneficios determinados sobre la zona quemada.
http://politica.elpais.com/politica/2015/07/08/actualidad/1436361267_255365.html
De todas formas, en este asunto existen muchas versiones y cada uno tiene todo el derecho del mundo a pensar lo que estime oportuno en base a sus propias conclusiones, aunque lo más correcto es dejarse llevar por las conclusiones de los expertos.
Y para terminar la parte jocosa, aunque este asunto no lo sea nada, que trata sobre la propiedad de la mayoría de los montes españoles, cuando a la frase de la campaña "Cuando el Monte se quema, algo suyo se quema" a lo que añadió Perich, "...Señor Conde", "porque la propiedad de los montes españoles continúa siendo un asunto privado. Tan privado como lo demuestra el hecho de que en sólo seis de los 27 países de la Unión Europea la titularidad pública de los bosques es inferior a la española."
http://www.elconfidencial.com/espana/2007-08-02/su-bosque-se-quema-senor-conde_245962/