Otro mayo más y el clásico de la calle Imágenes ya está aquí. Este año es un homenaje a Antonio Machado. Ayer estuvimos con ellos en la instalación, menos tiempo del que hubiéramos querido, pero nunca ocurren las cosas a medida de lo que uno quiere. Con este son diez años, y parece que fue ayer.
2005 Imágenes de flores; 2006 Imágenes del río; 2007 Imágenes ausentes, 2008 Imágenes de agua; 2009 Imágenes del querer y no poder; 2010 Imágenes de colores; "011 Imágenes de la cultura; 2012 Imágenes de Puntos de ilusión; 2012 Imágenes de transparencia.
Este año se homenajea a Antonio Cipriano José María Machado Ruiz. (Sevilla, 26 de julio de 1875 - Coillure, Francia, 22 de febrero de 1939). Poeta, dramaturgo y narrador español, miembro emblemático de la Generación del 98, que tuvo la suerte de no ver la caída definitiva de la II República, el aniquilamiento de la misma por el fascismo y sufrir la represión posterior. Sistema de gobierno con la que estuvo comprometido desde el primer momento.
Ya escribió, anticipándose a tanto patriota de banderita en la correilla del reloj, lo siguiente:
// Ya hay un español que quiere// vivir y a vivir empieza,// entre una España que muere// y otra España que bosteza.// Españolito que vienes// al mundo, te guarde Dios.// Una de las dos Españas// ha de helarte el corazón.//
Sin duda, a pesar de su prolífica obra, parece que sus más famosas exclamaciones son una reflexión filosófica de la vida, en el libro Campos de Castilla, referidas a los caminos, a las huellas que dejamos en las sendas de nuestra vida. Que nos importa lo que se vive, y que esa vida está ligada al camino, si decidimos andarlo, incitándonos a descubrir nuevos horizontes en el periplo terrenal.
Gente nueva, nuevos lugares, sin saber lo que encontraremos, que después se quedarán como "estelas en la mar", y que ese recuerdo ojalá nos obligue a no tropezar dos veces en la misma piedra, a no volver a cometer los mismos errores, "nunca se ha de volver a pisar". Y son muchos los errores que cometemos a lo largo de nuestra vida, y si perdemos ese recuerdo estaremos obligados a repetirlos.
Que mejor para representar el camino que unos simples zapatos. Zapatos de toda clase. De tacón, de deporte, zapatillas, de paseo, de todas formas y modelos, pero en este caso están decorados, de colores, rompiendo así la seriedad de los mismos, haciéndolos más de calle, de mayo festivo. Zapatos que han aportado mucha gente, que los han tratado en el patio del cine Fuenseca, que los han amarrado con alambres y formando un camino de pasos perdidos, una ristra están colgados a lo largo de toda la calle.
He decir, sabiendo como ha sido la instalación, que esta vez ha sido dificultosa. Es mucho el peso que soportan los alambres, que por su ductilidad se estiran y se parten, como ocurrió con un largo tramo sobre la cabecera, según por donde entremos a la calle, en este caso Juan Rufo. Esperemos que no llueva y se carguen de agua. Un formidable trabajo de mujeres, hombres, niños y niñas, algún allegado, en suma vecinos que todos los años hacen de la cultura vecinal un modelo de participación. Es verdad que no son todos los que están y están todos los que son. Pero eso es así.
Diez años de cultura ciudadana son muchos, y eso se llama constancia y participación. En fin un homenaje en los 75 años de la muerte de Antonio Machado. ¿Cuál es el premio a la constancia? la visita y la difusión por cualquier medio del esfuerzo de los vecinos, encabezados como no por ese artista que es GOVAL, y la originalidad de todos los años.
"Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre el mar.
Nunca perseguí la gloria,
ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción;
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles,
como pompas de jabón.
Me gusta verlos pintarse
de sol y grana, volar
bajo el cielo azul, temblar
súbitamente y quebrarse...
Nunca perseguí la gloria.
Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar...
Hace algún tiempo en ese lugar
donde hoy los bosques se visten de espinos
se oyó la voz de un poeta gritar
"Caminante no hay camino,
se hace camino al andar..."
Golpe a golpe, verso a verso...
Murió el poeta lejos del hogar.
Le cubre el polvo de un país vecino.
Al alejarse le vieron llorar.
"Caminante no hay camino,
se hace camino al andar..."
Golpe a golpe, verso a verso...
Cuando el jilguero no puede cantar.
Cuando el poeta es un peregrino,
cuando de nada nos sirve rezar.
"Caminante no hay camino,
se hace camino al andar..."
Fotografías y vídeos del autor
Bibliografía de la red
3 comentarios :
Buenos días, amigos. Gracias, Paco. Este acercamiento que nos hace a nuestra Tierra, me hace recordar que ya somos como:
Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo.
Algunas hojas nuevas le han salido.
Bueno, Paco, muchísimas gracias y un abrazo.
ORACIÓN POR ANTONIO MACHADO
Misterioso y silencioso
iba una y otra vez.
Su mirada era tan profunda
que apenas se podía ver.
Cuando hablaba tenía un dejo
de timidez y de altivez.
Y la luz de sus pensamientos
casi siempre se veía arder.
Era luminoso y profundo
como era hombre de buena fe.
Fuera pastor de mil leones
y de corderos a la vez.
Conduciría tempestades
o traería un panal de miel.
Las maravillas de la vida
y del amor y del placer,
cantaba en versos profundos
cuyo secreto era de él.
Montado en un raro Pegaso,
un día al imposible se fue.
Ruego por Antonio a mis dioses,
ellos le salven siempre. Amén.
Rubén Darío
Buenos días, amigos. Gracias, Paco. Este acercamiento que nos hace a nuestra Tierra, me hace recordar que ya somos como:
Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo.
Algunas hojas nuevas le han salido.
Bueno, Paco, muchísimas gracias y un abrazo.
ORACIÓN POR ANTONIO MACHADO
Misterioso y silencioso
iba una y otra vez.
Su mirada era tan profunda
que apenas se podía ver.
Cuando hablaba tenía un dejo
de timidez y de altivez.
Y la luz de sus pensamientos
casi siempre se veía arder.
Era luminoso y profundo
como era hombre de buena fe.
Fuera pastor de mil leones
y de corderos a la vez.
Conduciría tempestades
o traería un panal de miel.
Las maravillas de la vida
y del amor y del placer,
cantaba en versos profundos
cuyo secreto era de él.
Montado en un raro Pegaso,
un día al imposible se fue.
Ruego por Antonio a mis dioses,
ellos le salven siempre. Amén.
Rubén Darío
Precioso Patxi, y ya somos olmos viejos, bueno algunos alcornoques. Y la oración de Ruben Darío buenísima. Un abrazo y muchas gracias compañero.
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