Entrada al nº 44 de la calle El Vacar
Normalmente somos chauvinistas cuando hablamos de nuestras cosas. Me quiero referir a calles estrechas, en Córdoba cuando se habla de esto siempre surge la de Pedro Jiménez, o de los Rincones de Oro, en plan peyorativo por la suciedad que almacenaba el momento, o del Pañuelo, por ser el testigo del lugar más estrecho midiéndolo con él. Cuando tenemos visitas del exterior siempre es de obligado cumplimiento su visita.
Pero sin embargo en los obligados paseos por la ciudad, sin necesidad de que estos se desarrollen por barrios turísticos, se descubren curiosidades que hacen incluso pensar en los Records Ginness. En el antiguo Zumbacón, hoy agradable y limpio barrio, e incluso céntrico, existen unos ejemplos de callejas estrechas muy llamativos.
Desconociendo el motivo real, se lo puede uno imaginar, claro para ello hay que tirar de planos antiguos, del catastral y de otros datos que te permitan pensar el motivo de tan estrechas vías. Este era un barrio de chabolas en la posguerra, parte de él se derribó, sobre todo la parte que se acercaba a lo que ahora es un polígono industrial, que a su vez en la actualidad con el boom del ladrillo se estaba desindustrializando.
Reja al nº 38 de la calle La Granjuela
Gran parte de él se urbanizó y es el bonito barrio que existe ahora. Últimamente un sistema general de la ciudad ha sido construido paralelo a las vías del ferrocarril, la Avenida de la Igualdad. Entre lo que quedaba del barrio por el norte y la nueva vía, quedaba un solar en el que edificaron casas adosadas de dos plantas individuales.
Reja al nº 39 de la calle La Granjuela
Pero esa construcción no pudo evitar que se quedaran bolsas de solares, de propiedades entre calles, sin salida, a los que había que dar una servidumbre de paso. Las razones serán cada propietario; no le interesaría vender, no querría o cualquier otra razón. Lo cierto es que está situación ha dado lugar a diferentes, pequeñas y estrechas callejitas.
Reja al nº 42 de la calle Alhondiguilla
Entre la calle Espiel y Valsequillo está la primera desde el este, que es accesible peatonalmente, digo esto porque en otras está limitado su paso con una reja o incluso una pared. Entre la calle Valsequillo y la Granjuela, está una cerrada entre los números 29 de la primera, y 38 de la segunda.
También entre las calles La Granjuela y Alhondiguilla hay otra que da servidumbre de paso al número 39 de La Granjuela, ya que otro solar que da a esta calleja y que es el número 44 de Alhondiguilla, tiene la entrada junto con el 42 de la misma calle por una calle exclusiva.
Plano catastral donde se ve la distribución de las propiedades
y el acceso a la parcela 53 que es el número 44 de la calle El Vacar
En la calle Allhondiguilla tiene otra la altura del número 44, da acceso a dos o tres propiedades. Luego está la joya de la corona, creo que el Records Ginness, en la calle Vacar, dando acceso a un solar de 26 m2 , calleja con cancela, y a la puerta trasera de la casa número 37 de la calle Villaharta.
Número 44 de la calle El Vacar, la joya de la corona.
Por las fotografías se puede juzgar, pero estoy seguro es que por esta última no pasaría una mesa sin desmontarle las patas, o lo haría con notable dificultad. Son las curiosidades de las propiedades, de querer comprar y no querer vender, no poder por alguna razón concreta. etc. etc. Lo cierto es que esas situaciones han dado a lugar, para mí, a la calleja más estrecha y larga de Córdoba.
Otra vista desde la reja de entrada
Fotografías del autor, de Google y del catastro.
16 comentarios :
Todo eso que comentas, pero también son metáforas...¿de qué? de la amplitud de miras de nuestros ediles en temas urbanísticos
Puede, o de la gestión del espacio, es increíble no poder llegar a un acuerdo, y resolver de esta manera. De todas formas las miras son cortas.
Un abrazo.
Muy curioso. A ver si un día te acompaño en un paseo de estos tuyos, Paco.
Cuando quieras, pero son cosas curiosas. Esta mañana he estado en una torre que está al lado del centro de visitantes de Medina Azahara. Pensábamos que era un pozo pero al final resultó haber sido un transformador. Hemos tenido que saltar la alambrada al terreno de los toros (es una ganadería pero estaban lejos)y yo me he llevado un rasponazo en un brazo. Y luego viendo algunas cosillas más con un experto.
Saludos y gracias
Hay que ver lo que ha cambiado el Zumbacón, yo me crié cerca de allí, junto al Cuartel de Automovilismo, tenia un amigo que vivía en una de sus calles (no recuerdo cual), eran callejones sin salida y sin asfaltar y muy, muy humilde, pero con gente buena y trabajadora. Allí vive mi amigo Julio (tampoco recuerdo la calle), gran montañero.
Un saludo Paco.
Afortunadamente Emilio. Aquello era tercermundista o peor. Un abrazo.
mis padres vivian en la calle El Vacar, vecinos, y allí se conocienron. Por esos callejones he corrido desde que tengo uso de razón. También recuerdo el bar El Gato, y el barbero que pelaba a mi padre y a mí.
No sabia Santiago que tú habías sido vecino del barrio. Pero me imagino que estas estrechuras son consecuencia de los nuevos bloques, tengo una fotografía del 1956, del barrio y esas callejas no estaban, bueno la realidad es que no se ve muy bien, la nitidez no es muy buena. Muchas gracias.
si te animas podrias darle una vuelta a las calles desaparecidas de la calle cruz conde.Las tienes dibujadas en el suelo. el arquitecto tuvo la delicadeza tras la remodelacion de dejarnos constancia dibujando su nombre y situacion con franjas doradas en el suelo para verlas hoy en dia de lo que hizo el alcalde Cruz Conde para darle salida a las tendillas.Seguro que mas de uno se sorprende.
Es una buena idea Emilio, los mismo que la dejar la traza de las calles en el suelo. En los planos de la época se pueden ver claramente, e incluso Pío Baroja en la Feria de los Discretos habla del lugar y sus callejas. Entonces era una zona deprimida de la ciudad. Muchas gracias.
Como siempre, descubriendo cosas con Paco Muñoz. Gracias.
Gracias, hoy he estado en la fabrica del Plomo Pozo Ancho, de Duncan Shaw, y en el cementerio de los protestantes, donde estaba, Y ha sido un día completo, bueno una mañana. Un abrazo.
Un saludo, Paco. Nuestro natural chauvinismo patrio siempre nos ha llevado a decir, con o sin fundamento, que la calle más estrecha de Europa, o ya puestos, del mundo, era la calle del Pañuelo como bien indicas. También corría la letanía que aseguraba, asombrosamente, que también la ciudad disponía de la calle más ancha de dichos ámbitos espaciales: la conjunción del Paseo de la Victoria y República Argentina. Vaya, ni la mismísima Castellana madrileña...
Pues bien, acabo de llegar de Rumanía. En la bella ciudad de Brasov se jactan de poseer la calle más estrecha de Europa (son más comedidos y no dicen nada que lo fuera del mundo). Se trata de la Strada Sforii (la 'calle de la cuerda', o algo así). Ciertamente es estrecha, no sé si más que la del Pañuelo o las que ilustras en esta entrada, pero la nuestra es, qué duda cabe, más bella. Chauvinismo aparte.
Acordándome de la entrada de tu blog hice un par de fotos de la calle en cuestión, pero no sé como subirlas en este cajón de comentarios.
Un abrazo, Paco.
Alfonso que alegría leerte en primer lugar. Comparto todo lo que dices, salvo que no conozco la calle que me comentas. Aquí es dificil poner la foto, la tendría que poner yo, pero en facebook a lo mejor si puedes, pero no se como dirigirte a la página. https://www.facebook.com/NotasCordobesas y buscar le entrada o ponerla, aunque no se tampoco si se puede. Mandamela por correo electrónico. Un abrazo Alfonso.
Hola, buscando recuerdos de mi barrio encontré tu blog y vi los "callejones" es así como los llamábamos. Yo me crie en la calle vacar. Esos callejones sin producto de que antes que existirían los adosados buenos había un muro(lo llamábamos la "parilla") ese muro separaba el barrio de los terrenos de Renfe. Y daba acceso a algunas viviendas. Como niños , usábamos la estrechez del callejón y saltar la parrilla para jugar en los terrenos de Renfe , así no teníamos que dar la vuelta por el paso a nivel y que nos riñera el guardia. Muchas veces he jugado por estos callejones, un barrio humilde y con gente trabajadora .
Fran muchas gracias por hacernos participe de tus vivencias, y mucha alegría por haber contribuido a volver a recordar por tu parte estas cosas que siempre son entrañables. Un abrazo.
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