Cantera Honda de Posadas
Ya hacía tiempo que tenía interés en conocer las canteras de Posadas (población situada -para el que no lo conozca- en dirección Sevilla, por la A431, a unos treinta kilómetros de Córdoba), no conseguíamos obtener la disponibilidad del guía, así que use la improvisación, y con los medios técnicos y cartográficos de que dispongo, me dispuse esta mañana del 9 de junio que más bien parecía octubre, a visitarlas. Un domingo sin grandes complicaciones meteorológicas, fresco como ya he comentado para estar en junio.
Plano de situación
Antes, ya que estaba en el camino, le hice primero una visita a ese enorme lago natural que es la Breña 2 que está casi al cien por cien de su capacidad, y es enorme, sobre todo para los que conocemos el antiguo pantano, cuya presa está muchos metros debajo del nivel actual de las aguas. Luego, después a la Serrezuela de Posadas. Busqué el Cortijo del Cura, y me dispuse a visitar las canteras. Un fallo del instrumental me derivó a un lugar que no era la ubicación exacta de las mismas. Pero cuando estaba ensimismándome con los trigales y con esa palmitera inmensa que es la Serrezuela, casi dándome por vencido en la búsqueda, sentí voces a lo lejos. Dos senderistas caminaban por un cortafuegos de arena rojiza en dirección oeste.
Vista aérea (Bing)
A voces les pregunté:
–¡Por favor estoy un poco despistado, me ha fallado el GPS y no doy con la cantera romana!
–Está más arriba unos quinientos o seiscientos metros. -dijo amablemente uno de ellos.
–Vengase con nosotros que pasaremos cerca. -continuó.
–Recojo la mochila y voy. Muchas gracias. Les dije volviendo a recoger la mochila. Una vez recogida e incorporado al grupo me presenté.
–Me llamo Paco.
Palmito
Nos dimos la mano, ambos amables y jóvenes senderistas, se llamaban Manuel. Iniciamos una conversación relativa a las canteras. Uno de ellos la llamaba de las piedras redondas. Que luego veremos su significado. La realidad es que la denominación es Cantera Honda. Entre una amena conversación llegamos a las inmediaciones de la cantera, ellos continuaron su camino que parecía rodear el macizo de la Serrezuela porque tomaron dirección norte, no sin antes señalarme que debía entrar por la izquierda y cosa curiosa que tuviera cuidado por el número la cantidad de víboras que hay en la zona, como pude comprobar después. Nos despedimos, los Manueles siguieron su camino y su charla y yo me quedé solo en la zona de la cantera.
Trozo cilíndrico
Como quiera que de las pocas virtudes que tengo, una no es la valentía, evité bajar a la cantera por la considerable altura y espesura de los matorrales secos y no saber donde uno pisa, por lo que la rodee por su perímetro de veredas más despejadas. Pero por poco dejo caer mis casi cien kilos en una tranquila víbora que aprovechaba, supongo, los tímidos rayos de sol. Me imagino, que al igual que yo, cuando captó con su visión infrarroja la mole citada, puso pies en polvorosa, posiblemente con el mismo o más miedo que yo, intenté fotografiarla pero fue imposible. Todo quedó en un aumento de la presión sanguínea, supongo, y de la frecuencia cardíaca. Eso sí aumentó mi precaución por ver por donde pisaba a partir de ahora.
Vista de la cantera desde el sur
Las canteras majestuosas y enormes piedras cilíndricas estaban esparcidas por distintos lugares, como si se hubieran marchado los canteros en un momento determinado, vamos como si hubieran salido corriendo, por alguna razón insospechada que les hicieron dejar trabajos a medio terminar. Corriendo la colonia de conejos, después de efectuar esa parada que supone tratar de camuflar su presencia y cuando ve que no lo consigue se pierde.
Paredes
Es conocida la importancia que ha tenido la minería en la zona, prueba de ello lugares que aún se llaman minas de plata camino del Bembezar. Parece que algunos historiadores como El-Merdj o Al-Idrisi, situan en el lugar el campo minero de plata, ya explotado por romanos y árabes, en la Dehesa de la plata. Luego está la Cantera Honda, aunque los lugareños la llaman Jonda, como el cante. Explotación de piedra franca que parece estaba especializada en cilindros, para determinadas piezas de arquitectura o pesillas para molinos, Los trozos son de unos 0,80 m. de alto por 1,15 de diámetro. En el cortijo de Los Rubios dicen que existen más de doscientos de esos trozos, aunque en otro lugar he leído que, los amigos de lo ajeno, están llevándose alguno, además de una denuncia que el lugar se estaba utilizando como escombrera.
Otra vista
En la Web del ayuntamiento de Posadas se dice:
"Se trata de un importante ejemplo del Patrimonio Cultural y Arqueológico de la zona de la Vega del Guadalquivir catalogado en su momento por el prestigioso arqueólogo e historiador Michel Ponsich en su obra "Implantación rural antigua en el Bajo Guadalquivir" y siendo puesta a la vista de toda España por el ingeniero cordobés Antonio Carbonell a través de las fotografías que adjuntó a varios estudios en los años 20 del pasado siglo.
Al valor histórico y arqueológico se une el valor natural y paisajístico del enclave donde se encuentra, la falda de la Sierrezuela del arroyo Guadalbaida, el gran Parque Periurbano de Posadas, y junto a la Cañada Real Soriana."
"El trigo entre todas las flores, ha escogido a la amapola..."
Referido al término de Posadas, dice un trabajo de D. Rafael Hernando Luna "Anotaciones acerca de la antigua minería cordobesa, canteras y metalúrgia", Brac, 118 (303-309) 1990:
"Término de Posadas
El más voluminoso de todos los escoriales encontrados dentro del término municipal de Posadas es el llamado Escorial del Rosal, en cuyas inmediaciones se ven restos de ánforas, habiéndose recogido también allí algunas muestras de litargirio. Al norte de la localidad de Posadas -en las inmediaciones del arroyo Guadalbaida- se encuentran las ruinas de las que fueron, en épocas pasadas, importantes fundiciones de mineral de plomo. Por otra parte en el arroyo del Rosal se pueden localizar fácilmente dos antiguos escoriales y otros restos de pasadas épocas.
Otros viejos establecimientos metalúrgicos -escoriales- quedan ubicados al oeste de la casa de la Zarza y en las inmediaciones de Tres Arroyos, lugar este último en donde destacan antiguas edificaciones en estado de ruina.
En Cantera Honda se manifiestan profusamente las gonfolitas-conglomerados poligénicos compuestos por cantos redondeados, que se asemejan a cabezas de clavos, de gruesos elementos, existiendo un tramo de cantera de donde se extrajeron columnas de "seis cuartas de diámetro por cuatro de altura" (sic) -Carbonell-, estas labores, han llegado a ser calificadas como romanas; no lejos de allí, en la linde de la finca de Los Rubios han quedado sobre el terreno unos doscientos elementos de las referidas columnas. Otras canteras, de menor entidad que la referida, más o menos inmediatas a la anterior, se pueden ver también por aquellos parajes, siendo los elementos de esa gonfolita, en algunas de ellas, de carácter rojizo. Concretamente respecto a Cantera Honda (cantera de 100 x 25 metros) se ha referido que algunos de sus productos se emplearon como elementos constructivos, o decorativos, en la Catedral de Sevilla.
Al norte del venero llamado de Paterna se encuentra el escorial de los Rubios -o de Paterna-; en él parte de sus escorias -de gran antigüedad- fueron tratadas y refundidas en época moderna. En el lugar de Villa Rosa también son abundantes los depósitos de escorias antiguas."
La cantera, el cereal en la campiñuela y al fondo la vega.
En suma un paseo con tiempo agradable, un deseo satisfecho, con susto incluido, que en pleno verano puede ser más complicado, pero que ahora es una delicia ver los dorados campos de trigo en la campiñuela separando la sierra de la fértil abandonando las terrazas terciarias del Guadalquivir camino de la vega. Lo próximo el dolmen del lugar.
Fotografías y vídeos del autor
Bibliografia señalada.
Buen reportaje, Paco. En la Sierrezuela abundan los espárragos. Yo fui varias veces cuando trabajaba con un compañero maleno y es verdad que hay muchas víboras y hay que tener gran cuidado, porque los espárragos están entre los palmitos y ellas a veces se empinan y parecen espárragos. Sin embargo, no he llegado nunca hasta esa cantera. La de cosas que tenemos tan cerca de casa y que vamos conociendo gracias a ti.
ResponderEliminarPues existe en la Serrezuela hasta un dolmen, lo que denota que en la prehistoria estuvo habitada, claro en las orillas del antiguo mar. No soy muy aficionado a la recogida de espárragos, es más me cuesta trabajo verlos, y admiro como los ven los expertos. Muchas gracias.
ResponderEliminarYo soi malena y tengo que decir que hay algun dolmen mas...pero no puesto en valor (como la mayoria de las cosas) por no hablar de las Minas de Calamon o el arroyo Guadalbaida con muchos restos romanos. Nose como e llegado a esta pagina pero me ha encantado, y espero ver algo de lo que he comentado!
ResponderEliminarMalena (no se tú nombre) Ayer estuve en el dolmen que está puesto en valor el de la Serrezuela y lo sacaré mañana o pasado. Está bastante abandonado. Lo otro que comentas lo he leído pero no se dónde está ubicado. El arroyo lo conozco y supongo que las minas a las que te refieres son las de la Plata, camino del Bembezar. Si son estas he estado en ellas incluso de camping. Muchas gracias por tu colaboración y bienvenida. Saludos.
ResponderEliminarEnhorabuena, Paco. Un hermoso lugar que hay que apuntar para visitar. Desde luego, no paras. Haces bien.
ResponderEliminarMe recuerdan un poco a las de La Albayda, aunque la piedra quizás sea algo distinta, ¿no?
Muchas gracias por compartir.
Un abrazo.
Son muy bonitas pero no tan espectaculares como las de la Albaida. Si la piedra es algo distinta, eso dicen los expertos.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMuy interesante Paco.
ResponderEliminarHoy he estado por la zona, en busca de unas cuevas que hay por allí. Pero no he llegado a la zona de las canteras sino al dolmen y al sur de este, no he mirado por la zona norte del dolmen que es por donde supongo están las canteras. ¿Alguien tiene algún indicio de esta supuesta cueva en la sierrezuela de la que dicen puede tener 2kms de lontigud? Gracias, un saludo
Lamento decirte que no conozco esa cueva Gnius, a mi me interesaban las canteras y el Dolmen, pero ahora que lo dices trataré de investigar para conocer algo más. Las canteras no tiene pérdida, efectivamente están mucho más al oeste del dolmen, más bien al suroeste, pero su acceso es mejor por abajo de la Sierrezuela, Buscas el camino del Cortijo del Cura (plano de esta entrada), lo pasas olvidándote de la señal de mina frante a él, continuas hasta la primera línea de puntos a la derecha y en la cota de los doscientos metros. Un abrazo.
ResponderEliminar