Un tema excelente: "La dinastía Antonina: sus raíces béticas y cordobesas". Perfectamente diseñado, tremendamente didáctico, adecuadamente presentado, por
un profesional como la copa de un pino, D. Juan Bautista Baena Carpio, Licenciado en Historia y Director del Museo PRASA de Torrecampo. Tema desconocido para la mayoría de los
asistentes, por lo menos para mí lo es, y alguno más que lo manifestó en el
transcurso del debate. Fue presentado por Doña María Dolores Baena Alcántara (por razones afectivas nunca olvido su segundo apellido), Directora Conservadora del Museo Arqueológico Provincial, que glosó las virtudes del conferenciante, amigo y antiguo colaborador del Museo. Tratar de comentar por mi parte el contenido lo considero
una herejía, porque uno no está a la altura de poder hacer ningún tipo de
observación a lo expuesto. Es imposible y además sería muy arriesgado. Por ello está
grabado en audio y escuchándolo es como se podrá valorar en su justa medida.
Presentando al conferenciante
Tengo que manifestar
que la difusión que pueda dar este blog, es modesta desde luego, llega directamente sólo a
los casi doscientos suscriptores visibles y otros tantos que no lo están. Luego se difunde también por Google+, por
Facebook, en dos páginas distintas, y por Twitter, con más de quinientos amigos en
cada uno de esos medios sociales, después siempre existe un amigo o amiga que
lo reenvía a sus seguidores, teniendo en cuenta que, solo uno de ellos de ellos supera los
mil cuatrocientos corresponsales. No quiere decir que estos lo lean o escuchen
todos, pero algo es algo. A groso modo llega lo publicado a casi tres mil
personas de una forma u otra. Teniendo en cuenta que se puede consultar en cada
momento, vamos que no lía pescado al otro día, como la prensa.
Terminando la presentación del conferenciante
¿Cómo se realiza el
trabajo? muy “simple” pero muy laborioso. Se graba el audio de la conferencia.
Se trata de limpiar la grabación cuando tiene algo de ruido -no es este el caso-,
se ecualiza y luego se divide en las secciones que tiene, en esta conferencia:
presentación, conferencia propiamente dicha y debate, y se sube a un servidor para
luego obtener las URL correspondientes y publicar las grabaciones. A la misma
vez se hacen las fotografías pertinentes que decoran la entrada.
Dinastía, en monedas del Museo PRASA de Torrecampo
Luego se fotografían
una a una las escenas que se proyectan en la pantalla de la conferencia, y que proceden,
casi siempre de un fichero en Power Point, para después en casa procesarlas con
el sufrido Photoshop, enderezarlas, porque claro los errores de paralaje y
divergencia son muy acusados, por el ángulo de la toma, e iluminarlas
adecuadamente, para que formen parte de un vídeo donde se puedan visualizar o
en otros casos acompañar el texto como foto fija. Todo ello te puede llevar
mucho más de una tarde, y en ocasiones casi un día, en función del contenido y
el número de diapositivas que has tenido que arreglar. Eso se lo puede permitir
desde luego un jubilado.
Todo este trabajo,
es justo decirlo se realiza sin ningún tipo de afán de lucro, ni de
comercialización del contenido. Sólo con el ánimo de difundir, reitero en mi
modesta medida, lo que considero un importante acto cultural de nuestra ciudad,
en este caso de nuestro Museo Arqueológico. Pues bien, en esta conferencia que nos ocupa, solicité grabar en un "pendriver" las dispositivas para ahorrarme el trabajo y se me dice que no –no es la primera vez, aunque en este Ciclo
sí-, en base a unos motivos, a mi modo de ver etéreos de propiedad
intelectual de las imágenes, que no comprendo, pero sin embargo no se me prohíbe fotografiarlas
una a una y seguir el proceso explicado. ¿Incongruente? Yo creo que sí.
¿Respetable la decisión? En todos sus términos.
¿Acatable? También -como con las lentejas-, como es lógico. ¿Asumible? En
absoluto.
Durante la conferencia
Lo primero que se te
viene a la cabeza es decir aquello de, muchas gracias querido amigo y “hasta
luego Lucas”. Pero no es lo lógico, asumes
los motivos, que no compartes, y tratas, a pesar de las “no facilidades”, de difundir
el hecho lo mejor que se pueda, que es lo verdaderamente importante porque, el contenido, la
categoría profesional del conferenciante, la institución -en este caso nuestro Museo Arqueológico, y me permito el posesivo porque uno se siente orgulloso de él-, y el esfuerzo organizativo del Ciclo lo merece, y toda difusión siempre es
poca. Decir en justicia, que otros conferenciantes no han tenido reparo en
facilitar las diapositivas, lo que es de agradecer.
Recuerdo un caso muy
particular, no tiene nada que ver con esto, en el que se presentaba un libro de la editorial de un amigo, y el
autor prohibió taxativamente hacer ningún tipo de fotografías del acto. El
periodista que cubría la noticia se marchó sin hacer ninguna, jurando que nunca
más lo cogerían en otra, y yo que quería haber publicado en este modesto blog el acto, evidentemente por mi amigo, que no era el autor desde luego, guardé mi cámara, la grabadora y ahí si dije: “hasta luego Lucas”.
Disfruten del contenido de nuestro pasado romano porque merece la pena.
Fotografías y audio del autor
Vídeo de las diapositivas proyectadas.
A veces estas medidas que toman no son congruente,¿ porque no te dejan copiar las imàgenes y si te dejan fotografiarlas? capricho ò normas, como tu bien dices, estos eventos son minoritarios, si se les puede ayudar a difundirlos sin ànimos de lucro porque no dan màs facilidades. Parece que no quieren que la cultura se divulgue para seguir siendo solo de èlite. Muy buena entrada.
ResponderEliminarun abrazo
paco
PD.Como te quieren las càmaras.
Fus, no lo entiendo, aunque seguro que tiene una explicación personal, y te diré que son amigos. Muchos puestos de trabajo, en estos tiempos requieren unas ciertas cautelas, cualquier tontería puede significar un problema y por ese camino debe de ir la cosa. No creo que en este caso sea que no se quiere que se divulgue el hecho, si no se prohibiría la grabación y la fotografía, es un exceso de precaución profesional. En una palabra, si en lugar de estar escribiendo esto aquí, estuviéramos tomando un café te diría que lo considero una gilipollez, sin considerar gilipollas a los amigos desde luego. Me vas a sacar los colores Paco.
ResponderEliminarUn abrazo.
En mi casa de Gredos comparto hábitat con montones de 'antoninos'; en concreto, un Antonino (farmaceutico) y un Victoriano y un Valeriano (economistas ambos), cosas de esta región abulense.
ResponderEliminarUn abrazo
1. En primer lugar, Paco, gracias por estar siempre ahí, y por divulgar lo que nos interesa. Y gracias por exagerar un poquillo lo que de bueno pudo tener mi charla.
ResponderEliminarEn cuanto al tema de las imágenes, siento decirte que es una práctica bastante aceptada en estos casos. Sabes que cuando mi charla ha sido ilustrada con imágenes más o menos "públicas" (fotos hechas por mí, por amigos, tomadas de aquí y de allá, de la red...) no he tenido ningún problema en pasarte el pen-drive con la presentación. Pero cuando se trata de piezas de museos, el criterio que seguimos es habitualmente diferente, sobre todo cuando trabajamos con imágenes de piezas inéditas.
Clasificadas por mí desde el museo, pero aún sin estudiar por investigadores. Y digo aún porque alguna posibilidad hay por ahí de que alguien comiece a hacer el estudio. Como bien dices, lo que publicas tiene una enorme difusión (sin duda alguna, porque nos interesa a muchos). Y publicar las imágenes "originales" daría lugar a un problema que desde hace años se trata en los museos: no se trata de la "propiedad" intelectual de unas piezas que yo, como director del museo, quiero publicar de forma científica bajo mi nombre. Al contrario. El problema está en que al exponer públicamente yo estas imágenes en una charla de carácter divulgativo como la del martes, las piezas siguen siendo inéditas, pero no así cuando se "editan" (como su propio nombre indica) tanto en papel como electrónicamente. Al editarse, las piezas dejan de ser inéditas (de Perogrullo, ya lo sé). Y ¿en qué afecta eso a los museos? Simplemente, a que les resta valor para los investigadores. Y hay más dificultades para que consigamos que las estudien los especialistas, lo que nos ofrece muchas ventajas a los museos.
2. Aunque la rigidez de otros tiempos en cuanto a los permisos de fotografías... se va afortunadamente moderando, los museos actualmente siguen debatiendo sobre este tema. Salvo excepciones, no suele haber problema para difundir de mil maneras imágenes de piezas que estén estudiadas y publicadas (o expuestas). Pero no de las inéditas (y no expuestas).
ResponderEliminarHay gente, por otra parte, que no quiere que su trabajo esté disponible para cualquiera. Lo hacen para que alguien pueda asistir a la charla, aprender, pasarlo bien... pero no para que un "colega" de Wisconsin pueda "piratearle" todas sus ideas sin currárselas. O -también se da el caso- que la conferencia que doy en Marchena la quiero repetir el mes que viene en Valverde del Camino, y si algún listo ya la ha visto en el you tube... A mí, que soy incapaz de repetir una charla (me aburro) y que me da igual que me copie quien quiera, estoy no me afecta mucho, la verdad.
Mucha gente, porque son de estos últimos que te comento o porque son demasiado "cuidadosos", lo que hace es impedir grabaciones, fotos repetidas, etc. En mi caso (y en mi museo y la institución de la que depende) la norma es facilitar en todo lo posible el trabajo de los investigadores. Y constantemente intentar que muestren interés por el estudio de las colecciones. Estas monedas inéditas son, como colección uniforme, de interés. Pero quiero que las publique un verdadero especialista (no yo, evidentemente). No me molesta -al contrario- la difusión de nuestras colecciones. Pero si yo no me considero capaz de hacer un trabajo serio sobre ellas, no me gustaría que cualquier estudiante, aficionado... (o el de Wisconsin, vamos) use imágenes de internet para un estudio sin calidad científica suficiente. ¿Que también las puede sacar de las fotos que tú haces de la sala donde se ven las piezas? Sí, pero evidentemente si publica eso de forma científica no tendrá demasiado crédito.
En resumen (y perdón por la extensión): que haces un trabajo de divulgación magnífico, dedicando horas e ilusión para que todos podamos estar allí donde no siempre podemos estar físicamente. Pero que los museos tienen unas normas destinadas a potenciar la investigación y no sólo la difusión de sus fondos, entre las que están estas "reticencias" a pasar las series de fotos completas y de calidad ("publicables", vamos).
Sin olvidar, por último, que aunque algunos repiten mil veces la misma conferencia mil veces publicada, otros las basan en ideas propias y en su mayor parte inéditas. Y que no sienta bien que el de Wisconsin pueda publicar el trabajo que tú has hecho. Aunque este no es mi caso, también debes tener en cuenta esto cuando te encuentres con conferenciantes reacios a pasarte su pen-drive.Que estoy seguro de que ninguno lo hace por tí, pero sí algunos por el de Wisconsin y otros, los de los museos, por esa "defensa" de los investigadores cazadores de piezas inéditas. Y yo, de hecho, no publico tampoco estas series de imágenes en mi blog.
Estimado amigo Lansky, como te envidio y alguna vez he tratado de ubicarte en esos paisajes que tienen que ser maravillosos, a la vista de tus fotografías. En cuanto a Antonino, Valeriano o Victoriano, supongo serán herederos de estas familias tan hábilmente descritas por los distintos conferenciantes de este Ciclo.
ResponderEliminarQuerido amigo Juan Bautista, muchas gracias por la extensa y aclaratoria respuesta que das a este asunto, que aquí queda. Siempre viene bien conocer determinadas cuestiones (personalmente no me aclaraste estos términos, aunque por otro lado no estabas obligado a ello). Pero aún a pesar de hacer un esfuerzo por comprender todo lo expuesto, y estimar las cautelas que señalas, sigo sin poder compartirlo. A lo mejor me muevo en unos parámetros distintos, o no he vuelto aún del “país de Nunca Jamás”. Lamento por otro lado, que el mundo de la cultura e investigación en el que os movéis los conservadores e investigadores esté tan lleno de “piratas”, como ese que citas de “Winsconsin”, que se aprovechan del trabajo de otros.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ya sabes que estás invitado a venir, Paco. En serio, no tienens más que decirlo y quedamos
ResponderEliminarNo te puedes imaginar como me gustaría Lansky, pero cada vez me da más miedo la carretera no lo puedo remediar. Pero no dudes que lo guardo en cartera, como para ser reciproco, cuando vengas a Córdoba tendré sumo gusto en rendirte los honores de ordenanza. Muchas gracias.
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