Molino de Lope García
Una famosa zona de baños de Córdoba fueron los molinos del río. Arriba de la ciudad, frente a la zona en la que el gran río, lamía la campiña con rudeza en cada gran avenida, limándole un poco cada vez, que llamábamos las torronteras, está el Molino de Carbonell, harinero. Más arriba aún, cuando el meandro buscaba la vega el Molino de López García. Ambos están en la margen derecha del río Guadalquivir.
Puerta de entrada
Esta mañana cogí la bicicleta, para aliviarme un poco de la presión de analfabetos políticos, como los llama mi amigo Lansky. Después de haberle agradecido una entrada que me ha dedicado en su Blog. No miento si digo que me ha emocionado. Que yo recuerde, lo único que me han dedicado -fuera de mí familia directa-, era la jota aragonesa que colectivamente dedicaba todos los días, D. Ricardo Solanas, el chatarrero, a todos los oyentes al comenzar Discos Dedicados en Radio Córdoba, EAJ24:“Comenzamos nuestra sección de Discos Dedicados con un jota aragonesa que D. Ricardo Solanas dedica a todos ustedes”. Bromas aparte, ha sido una atención por su parte. Bien es verdad el abuso freudiano que tuve con él ayer.
Vista del Molino desde la orilla
Decidí primero llegar hasta el Molino de Carbonell, y después a la vuelta dirigirme al Molino de Lope García. Por el camino se pasa por la ciudad deportiva con varios campos de futbol del equipo titular de la ciudad. Luego huertas y más huertas. Se acaba el alquitranado y el piso es de tierra, que en invierno se hace casi impracticable. Los árboles de nudosos troncos, vestidos del polvo del camino, que no tiene nada que ver con el de la aldea de Almonte. A la derecha existe una finca que se llama Al-Zahira, como la Medina Azahara de Almanzor, la nunca encontrada pero que se estima que estaba al este de la ciudad. En la fotografía aérea se ve que esta finca tiene una placita de toros.
El molino
Un camino a la derecha a una finca y una puerta. Se acaba el camino de Lope García. En la puerta estaba Clemente, un caballista que llegaba a montar su caballo –dentro del recinto hay cuadra de caballos-. Hablamos, compartimos recuerdos del sitio. Abrió la puerta y desde ella hice unas cuantas fotografías, luego salió el vigilante encargado y Clemente me lo presentó, este ya me permitió desde dentro hacer más fotografías del molino. Todo está muy cambiado el edificio es el mismo pero más viejo, pero el entorno no es el que tenía en mi memoria.
Pasillo entre los dos cuerpos
Este y otros molinos parecen estar datados de época árabe. Lope García que da su nombre al molino, participó en la conquista con Fernando III, junto con Domingo Muñoz. El segundo donó su propiedad a la Iglesia de Córdoba, según figura en su testamento en 1259, y se estima que Lope García mantuvo la propiedad hasta finales del s. XIII, que pasó después también a la iglesia. Estos molinos funcionaron durante los siglos XV y hasta finales del XVI.
Acceso al andén
Existen datos de que continuó funcionando el molino, pero en forma de aceñas, de rueda vertical. Luego en el s. XVII las aceñas medievales pasaron al sistema de regolfo. Eran un adelanto de las actuales turbinas. Se instalaban en lugares donde la acequia era de poco salto y elevado caudal. Desde el s. XV aparece en los contratos de arrendamiento como molino de nueve piedras, que parece son las misma que en el s.XX.
Embalse de la azuda actual algo mas elevada que la antigua
En 1855 parece que dejó de pertenecer al Cabildo por la desamortización. En 1877 fue del arquitecto Amadeo Rodríguez y lo convirtió nuevamente en molino de harina. A la misma vez reconstruyo los dos cuerpos existentes, con cuatro piedras de moler. Su viuda lo vendió a Eduardo Álvarez de los Ángeles y lo tuvo funcionando hasta 1905 y se llamaba Fábrica de Harinas de Santa Matilde.
Central eléctrica
Sus hijos a la muerte de D. Eduardo constituyen la sociedad Viuda e Hijos de Eduardo Álvarez, y así hasta el final de la primera Gran Guerra, 1918. La sociedad es disuelta y lo compra José Rioja Muñoz, deja de funcionar en 1936. En 1942 lo adquiere Carbonell y lo vende después a Francisco Arroyo en 1964, quien parece que lo vende a los actuales propietarios.
Otra vista
El edificio del molino es de planta rectangular (10 por 25 metros). Está compuesto de dos cuerpos diferenciados, una pegado a la orilla y el otro adentrado en el río. Entre ambos tiene el canal aliviadero, de unos dos metros de ancho, que permite el paso continuo del agua. Ambos molinos se comunican entre sí por un paso paralelo desde la ribera hasta el extremo de la azuda. Sus salas son rectangulares, de muros de piedra gruesos de sillares.
Las compuertas
En algunos se ven marcas de cantero. La sala más próxima a la orilla tenía cinco piedras y la segunda cuatro. Normalmente los molinos no tiene ninguno su techo original que se supone era abovedado. En éste sobre el molino antiguo, se construyeron a finales del XIX dos plantas altas. La última es de armadura de madera y suelo entarimado. Estas plantas sirvieron como secadero de pieles y almacén de frutas.
Vista aérea actual
El Molino de Lope García es hoy es una sombra de lo que fue, aunque aún se conserva fuerte. La configuración del río ha cambiado lo suyo en ese sector, por la mano de la naturaleza y hace unos años por la humana. Cuando íbamos a bañarnos al molino de Lope García era una epopeya. Estaba lejos de la ciudad. Si te ibas por la Fuensanta parecía eterno, y si por Cañero estaba algo más cerca, pero eso si vivías en esa barriada. Un puente sobre el arroyo Pedroches, el camino, huertas y el Molino. Al igual desde la Fuensanta, una vez pasabas las primeras huertas, el
Puente de los Diablos, y el camino con árboles en galería, hasta enlazar con el otro.
Vista aérea 1958
La última vez que fui al baño lo hice desde Cañero, desde casa de mi tía Encarna, no pasamos por esa razón el Puente de los Diablos esa vez, porque ese puente estaba por el camino de la Fuensanta, pero si pasamos el puente sobre el arroyo Pedroches en las cercanías de Bar Tarugo, a la salida de Cañero. Como dije en la entrada del Puente de los Diablos, casi me ahogo. Era una zona de légamo y cuando me ponía de pie volvía a caer una y otra vez. Nueve o diez años no daban para más, pero me podía haber echado una mano mi padre. Lo cierto es que al final no le debí la vida a nadie, bueno eso es un decir porque a mi padre a pesar del susto ya se la debía de antes.
Sector aéreo de la zona 1958
“Yo no he sido nunca un Johnny Weissmüller, desde luego pero me llevaba la corriente, tragué agua y Pepe Muñoz, que seguro tenía un volumen testicular mayor que la media –como le decía alguna vez Lola, su mujer y mi madre-, me miraba tan tranquilo y yo aguas abajo. Pude agarrarme a un taraje y salir a duras penas. No me sirvió para aprender, si es eso lo que él pretendía, sino todo lo contrario, le cogí pánico al río.”
Vista desde el oeste(Foto de Energy Resources)
Todo el conjunto es ahora propiedad de Energy Resources, una empresa catalana con sede en Barcelona, “especializada en el diseño, construcción y explotación de instalaciones basadas en las energías renovables, especialmente centrales hidroeléctricas” como dice su web. Delante en el río esta la central hidroeléctrica. El azud del antiguo molino ha servido levantándola algún metro más para conseguir altura y poder mover las dos turbinas que entregan 2800 kW. Entró en funcionamiento en 2009. La web continúa diciendo:
Vista desde el sur (Foto de Energy Resources)
“La Central Hidroeléctrica de El Arenal está emplazada en la margen derecha del río Guadalquivir, en el término municipal de Córdoba, provincia de Córdoba, concretamente en el paraje conocido como Azud de Lope García. Para la construcción de la central se ha partido de un aprovechamiento industrial ya existente llamado Molino Lope García.
Otra vista desde el oeste (Foto de Energy Resources)
Las instalaciones y infraestructuras ya existentes como el azud de mampostería y la derivación que por la margen derecha alimenta el molino se han remodelado para obtener un aprovechamiento hidráulico-energético sostenible. La central propiamente dicha ha sido construida justo al lado del molino harinero actualmente fuera de uso.”
Y desde el norte (Foto de Energy Resources)
Río arriba cerca del puente de hierro de Alcolea existe otra central de la misma empresa y de similar estructura y parecido aprovechamiento energético, 2600 kW. que se puso en marcha en 2003.
Bibliografía de la Base de datos del Patrimonio
Me encantan los molinos de agua: energías alternativas que vienen de lejos...
ResponderEliminarProbablemente eso es lo que pretendía tu padre: que le cogieras pánico al río y así evitar que corrieras riesgos cuando él no estuviera presente. Muy hábil.
Desde que te has jubilado es que no paras y como yo me marcho hoy -¡por fin!- para las tierras de tu extremo sur (más al sur imposible sin cambiar de continente) y no pienso conectarme,(me lo impide mi carterón de libros pendientes de lectura, mis excursiones planeadas a canutos y sierras y costa) pues que usted siga con su fructífera producción 'postera' que ya me pondré al día cuando regrese.
Un abrazo
Por cierto, le he añadido una 'adenda' al post de marras que quizás ya no te agrade tanto (lo sentiría, pero es lo que en estos momentos pienso sobre el asunto)
ResponderEliminarQué buenos recuerdos tengo de Lope García, cuando era jovencito recuerdo que íbamos unos pocos amigos por el camino de la Fuensanta, a bañarnos a la isla, a la que nos pasaba en barca un señor al que creo que le apodaban Naranjo, que era afeminado y nos decía que como le llamáramos maricón no nos recogía de la isla, con lo cuál le llamábamos por su nombre y nos no hacia ni puto caso hasta que le decíamos “maricón ven a por nosotros”.
ResponderEliminarUn abrazo.
Estos de los molinos y de los rios me traen recuerdos de cuando mis padres nos llevaban a nadar el rio en verano para nosotros era toda una fiesta. Como siempre venir a leerte es llenarse de historia. Enhorabuena.
ResponderEliminarun abrazo
paco
ResponderEliminarLansky, muchas gracias. Yo creo que era un problema de tamaño testicular. Pues que descanses y más al sur Tarifa, y más aún su isla. Que leas mucho y ya nos leeremos a la vuelta.
Un abrazo.
Lansky, respecto a la Addenda me ha gustado también, porque ha dado pie a que otro sureño (Fus) te ha aclarado lo de las subvenciones a Marinaleda, que se le dan a la mayoría de los pueblos andaluces añadiendo que a los gobernados por el PSOE, es en algunos casos brutalmente descarado. En Córdoba –y yo no soy partidario de flagelarme- no han llegado muchas cosas porque la Junta y Diputación gobernada desde que tenemos uso de razón política hasta hace un año, por el PSOE, se ha encargado de poner piedras en el camino o palos en las ruedas hasta donde le permitía el margen de la ley, que es un espacio con mucha holgura, porque el color de su ayuntamiento era “aparentemente” el de la sangre. Que eso también es discutible porque el último gobierno, antes del de la derecha rancia, era “rosita”, como la Sra. tránsfuga que lo dirigía, que la pasó el “barquero de Cantillana” a la otra “orilla”, a la sucedánea del rojo (Ojo en el barquero, por tratar de metaforizar en sentido contrario a Sancho Gracia, al que la tierra le sea leve, o a Curro Jiménez en la historia, porque el cine le pone rostro para siempre a los personajes, y de seguro que será un lío con el real y el cinematográfico a la hora de entrar en la “gloria”, por la dificultad de discernir el portero de aquella creo que el del Olimpo fue Hercules al igual que en la de los cristianos fue San Pedro- al verdadero, porque ya para nosotros es un lío) donde ahora campa pero vigilada de seguro por sus actuales compañeros, como vigilaría yo el que viniese a mi casa con ese currículo de cambio o transfuguismo político por intereses particulares.
ResponderEliminarFelices vacaciones por la mejor tierra del mundo, la más hospitalaria, esponja de la cultura de otros pueblos y la más universal, Andalucía, tierra que permite (como decía Carlos Cano), tener un Juan Ramón Jiménez y un “Paquirrín” a la vez, máximo exponente del cosmopolitismo cultural.
Rayiv
ResponderEliminarEs cierto había una isla, que ahora no está me parece. Y una anécdota graciosa la del Sr. Naranjo. Ya no se ven barcas por el río tampoco.
Muchas gracias y un abrazo
Hola Paco, interesante entrada, como siempre. Esta central no la conocía pero la de Alcolea sí, aunque de vista y de lejos. Tengo una vieja foto de lo que parece ser otro molino y que he puesto en mi muro de Facebook, a ver qué te parece. Por otro lado, me gustaría saber de dónde has obtenido los datos sobre la venta del molino por parte de la viuda del arquitecto Amadeo Rodríguez a Eduardo Álvarez. Un saludo y gracias por estas perlas.
ResponderEliminarAmigo Fus
ResponderEliminarY para mí que tú vengas aquí. Yo posiblemente por ese accidente o por influencias de mi madre, no soy muy acuático, soy más bien de secano por fuera. A mi madre le daba miedo pasar el puente y mi padre era, no Tarzán, pero se defendía muy bien.
A cuarenta kilómetros de Córdoba está Castro del Río, en dirección este o Granada, en la vega del río Guadajoz, que significa “río salado” en una de las lenguas y culturas de nuestra historia, porque en su recorrido tiene una de las salinas más importantes de la zona,-ya no lo es tanto- la de Duernas, que está rodeado de huertas, pues yo recuerdo haber ido a una de ellas de chico con mis primos, que eran de allí –ahora, desgraciadamente la mayoría son catalanes, pero por contrapartida otros de la capital, y con sus manos trabajando, no como los Duques de Alba, han conseguido una posición adecuada con su esfuerzo-, y la sensación de olores, frescor, juegos en un manso río, no se me olvidará nunca y parece que ahora mismo la estoy viviendo. De mayor he querido ir al sitio y no he conseguido dar con él, el río cuando crecía era un río más que de provincias, y posiblemente haya modificado el bucólico paisaje que guardo en mi memoria. Gracias por recordarme esos momentos y sobre todo por el cable a los esforzados andaluces de Marinaleda.
Un fuerte abrazo.
Werry muchas gracias. Ya te he hecho una serie de preguntas a la fotografía del molino, y dado algunas opiniones mías.
ResponderEliminarAquí puedes encontrar algo:
CORDOBA DE LA LLAVE, Ricardo. Los Molinos Hidráulicos en la ciudad de Córdoba: estudio histórico y arqueitectónico. España . Ministerio de Fomento. Centro de Estudios Históricos de Obras Públics y Urbanismo, 01/01/2008. 84-7790-465-6. Y en la Base de Datos del Patrimonio.
Un abrazo.
Paco como siempre, excelente. No conocía este molino, de hecho apenas conozco otros molinos que no sean los del entorno del ex Puente Romano.
ResponderEliminarAmigo Lucas muchas gracias.Pues si hay muchos más que no son los del entorno del Puente Romano, porque no entiendo lo de ex, aunque si quieres decir que nunca ha tenido nada de romano lo admito, porque los propios romanos lo destruyeron en sus guerras civiles y luego fue de madera, el Califa por el siglo IX lo reconstruyó totalmente por ser una ruina. Luego en el XIX tuvo otra actuación, y el el veintitantos del siglo XX cogieron el manual de hacer puentes del Colegio de Ingenieros y lo hicieron igual que ordenan los cánones académicos. Además de muchas reparaciones que supongo habrá sufrido a lo largo de dos mil años que yo no se. Luego nunca desde el Califato, en los últimos mil doce años ha sido romano y ahora ,los residuos romanos, según los expertos, son unos sillares debajo de la Calahorra, y me imagino que en la base de la cimentación. Ahora bien si lo que quieres decir es que no estas de acuerdo con la reforma de acuerdo, es cuestión de gustos, yo estoy plenamente de acuerdo con ella y me gusta. Y otros desaparecidos río arriba y río abajo, centrándonos en el término de la ciudad. En algunos planos antiguos los señalan pero claro el plano más antiguo es de 1811, de la modernidad francesa que perdimos, pero ganamos en afirmación nacional con el felón de Fernando VII, y con las "caenas" eso sí. Aunque no se porque te digo estas cosas cuando tu eres un Licenciado en Historia, perdona Amigo Lucas.
ResponderEliminarTe reitero las gracias y te envío un abrazo.
Desde luego,las aguas de los ríos son para respetar si quieres nadar
ResponderEliminaren ellas,más si por medio hay un azud.En las cercanias de ese molino
solo me bañé una vez,pero en el de
Alcoholea si que lo hice,porque los
chicos de las Margaritas con las bicis nos acercábamos al lugar,para
disfrutar de la bici y del río.
Tengo el recuerdo imborrable,de una
de las veces que llegamos y vimos
a una vecina del barrio en la orilla gritando y llorando,nos dijo
que sus dos niñas se habían metido
en el agua con aquellos neumáticos
que se usaban de flotador y que
se habían confiado y no habían salido.Recuerdo,que la madre nos
preguntaba si ya se habían enterado
en el barrio,al vernos allí,parecía
que eso era lo único que le preocupaba,pienso que la mente huma
na,es así,para defenderse del dolor.
Toda mi vida,he pensado en esos momentos,porque si hubiesemos llegado una media hora antes seguro
que las niñas(12 años),no se hubie
sen ahogado,porque todos éramos
muy buenos nadadores y conocíamos
perféctamente el río.En el transcur
so de mi vida he salvado a mchas personas,pero a esas niñas no,por media hora....Que Dios las tenga
en su Gloria.
Saludos.
"ben"
Lamento la historia Ben, que en el fondo no deja de ser un sentimiento de culpabilidad sin tenerla, porque es suponer, pero es inevitable pensarlo. No recuerdo yo ese molino, creo que será el azud que han aprovechado para la otra central hidroeléctrica, sí que había una zona de baños en el puente de hierro del ferrocarril, a la que fui alguna vez en el tren con mis padres, fíjate que íbamos en el tren.
ResponderEliminarMuchas gracias y un abrazo.
Gracias por la información, no conocía ese libro.
ResponderEliminarRecuerdos me traen las imágenes de este molino, aunque echo en falta más vegetación de la que se ve ahora. Aunque no recuerdo haberme bañado por la zona, sí de haberme caído al agua, porque allí íbamos a hacer "guerrillas" con la boca de la botella de Colecor, un globo y las almezas como munición, y nos veíamos en la isla y en el molino. Recuerdo que decíamos que teníamos que irnos pronto porque si no... ¡subía la marea!... je, je. Inocencia infantil.
ResponderEliminarSi inocencia infantil pero con ideas belicosas, vaya, vaya. Es broma. Pero me tienes que explicar el armamento. Yo he sido de canuto y almeza, o azufre y clorato potásico, pero ese armamento no lo conozco, “boca de la botella de Colecor, un globo y las almezas como munición”. Ya me contarás.
ResponderEliminarUn abrazo José Manuel
Muy fácil, Paco.
ResponderEliminarAntes, las botellas de la leche eran de plástico duro. Cuando se acababa la leche, cogíamos y recortábamos con las tijeras (o cuchillo) la boca de la botella, unos cuatro o cinco centímetros hacia abajo, de forma que la parte más ancha era la salida del "trabuco" y a la más estrecha (la verdadera boca de la botella) le poníamos un globo. Luego cogíamos las almezas verdes (las moradas nos las comíamos) y las metíamos en el globo por la boca ancha, estirábamos el globo agarrando con los dedos la almeza, y soltábamos. Entonces la almeza salía disparada. ¡Uy qué difícil es explicarlo con palabras!. Cuando nos volvamos a ver te lo explico mejor.
Una especie de tirador de almezas verdes, ya está. Porque el globo era la goma de aire nada.
ResponderEliminarGracias otra cosa que sé.
Saludos