LA HISTORIA SIEMPRE SE REPITE

Novecento (1)

En 1881 hubo una notable crisis como consecuencia de la pertinaz sequía y el Ayuntamiento proyecto  iniciar las obras de la carretera desde la Cruz del Rastro al Puente Romano, que aún no existía, intentando conseguir con ella un beneficio para la población por el considerable número de contratos de jornaleros que acompañaría. Esto es lo que normalmente hacían los gobiernos para solucionar los problemas de la población, obra pública. En el Crack del 1929 no inventó nada Keynes ni Roosevelt con su New Deal. Aunque la realidad es que si seguimos leyendo comprobaremos que las soluciones eran puramente paternalistas  y  aunque podían paliar el problema partían de la base de la beneficencia  y de la limosna.

Dadas las grandes diferencias entre la oferta y demanda de jornales, se acentuó un gran problema en la ciudad. La plantilla de mendigos prolifero notablemente, y el Ayuntamiento tuvo que adoptar una solución que fue en dotar a los mendigos de unas chapas que los identificaban como tales. Se supone que los casos familiares de los poseedores de esas chapas había sido estudiados por los técnicos municipales, no permitiendo la mendicidad de otros que no estuvieran identificados.

En el supermercado (Foto de EFE/M. Rodríguez)

El Ayuntamiento se esforzaba en conseguir aumentar la cartera de obras municipales que dieran trabajo a los jornaleros, pero el sector privado no colaboraba con él sino esporádicamente, como la noticia del Diario Córdoba del 12 de julio de 1882 decía:

“la crisis y carestía porque está pasando la provincia de Córdoba ha llamado la atención de algunos propietarios que tienen vecindad en la Corte y sus propiedades en Andalucía, que han querido aliviar la suerte de la clase jornalera, tan castigada por la mala cosecha de cereales y falta de trabajo. Entre otro sabemos que el señor marqués de Santa Marta, ha resuelto emprender obras en su gran casa palacio de los Fernández de Córdoba, y con ellas dar pan a un buen número de familias en tanto duren la excepcionales circunstancias por la que atravesamos”

Jornaleros camino de Somonte

Como puede verse a los propietarios que vivían en Madrid y tenían sus latifundios en esta ciudad, propiedades que habían conseguido sus antepasados como botín de guerra en la campaña de Fernando III, se les movían las conciencias porque de seguro era una cuestión de índole “cristiana” y decidían hacer obras para ayudar a algunas familias. Casos similares los hemos podido ver en determinadas acciones de la misma índole, en este caso atribuidas a ricos toreros, Lagartijo y el Guerra con su  famosas cercas, más en el terreno de la leyenda que de la realidad.

En esa mismas fechas, concretamente el día 6 de julio, la situación que pasaban los jornaleros, es decir las capas menos favorecidas de la población, estaba siendo cada vez más angustiosa, y al igual que hoy que estamos viviendo acciones de invasión de supermercados por el Sindicato Andaluz de Trabajadores del Campo, acciones testimoniales para levantar la atención de lo que está pasando en el país con la clase trabajadora, en este caso no como consecuencia de malas cosecha, sino de un malísima cosecha de banqueros de este y de otros países, por la monumental estafa y expolio a la que han sometido a nuestro país, y como es lógico por políticas desacertadas de gobiernos que tenían que haber controlado la situación.

Pues bien, varios jornaleros se apoderaron de panes en la plaza de la Corredera, en los puestos que allí había, y otros jornaleros secundando esas acciones, necesarias para dar de comer a sus familias, asaltaron panaderías y puestos públicos. Se personaron el Gobernador y el Alcalde en el lugar y trataron de calmar los ánimos. Convocaron una sesión extraordinaria de Ayuntamiento y Diputación y se nombró una Comisión, que presidió el Sr. Marqués de Boil, entonces Alcalde, para ir a presentar a Madrid varios asuntos.

 El clero, la ¿izquierda? o la aristocracia, de almuerzo.

Los asuntos eran: 1.-Que se rebajase el encabezamiento de consumos.(2) 2.- Solicitar una respetable cantidad del fondo de calamidades públicas para promover obras. 3.- Que se aprobara el proyecto de carretera para unir la Ribera con la Puerta del Puente y gestionar que las obras la financiara el Estado. 4.-Solicitar aplazamiento de las cantidades a satisfacer por el Ayuntamiento a Hacienda por el Cupo de Encabezamiento de  Consumos.

Se consiguieron las 15.000 pesetas del fondo de calamidades y la promesa de construir el muro y la carretera. Otro cantar fue el que se hiciese éste inmediatamente, pues aún tardó unos años.

La curiosidad es que la historia se repite, que no es nada nuevo el que cuando a las clases menos favorecidas se le aprieta más de la cuenta el cuello, éstas se rebelan porque lo esencial es atender las necesidades básicas de su familia, y que, lamentablemente, los poderes públicos no entienden como no sea con acciones de esa índole. Eso está a la vista. Siempre exprimir, exprimir hasta que ya no pueden exprimir más y entonces salta la chispa. Y el que no lo quiera ver es que está ciego. Y el que repudie estas acciones es que no le tocan a él en primera persona. Se es muy democrático, legal y de orden con el estomago lleno y a la vez muy insolidarios con el que no lo tiene.

Fotografías de la red EFE, y otras

Bibliografía de Córdoba en el siglo XIX de Cristina Martín.

(1) Italia de la primera mitad del siglo XX. Empieza mostrándonos la situación de explotación en la que viven los campesinos de la finca, más tarde la acogida del comunismo por parte de los proletarios, luego narra el final de la Primera Guerra Mundial. Pero sobre todo la obra se centra en el nacimiento del fascismo, apoyado, ideado y mantenido por los grandes capitales, sobre todo poderosos terratenientes que ven cómo merma su poder ante la creciente ideología comunista.
(2) Pago mancomunado del impuesto al consumo en el siglo XIX.