Aérea de Google (a la izda. aparcamiento Club Albaida)
Hoy tocaba, en los recorridos temáticos de Medina Azahara, las Canteras de la Albaida, un paraje antes de llegar al Castillo de la Albaida, mejor, al lado del Club Albaida. Día desapacible, pero no arredra a nadie, a la hora en punto todo el personal preparado. Llovía desesperadamente, cosa que a algunos nos alegra, pues es necesario. Una queja menos y con razón, la de los agricultores, pero por aquello de que nunca llueve a gusto de todos, ya mismo será mucha agua.
La primera propuesta fue, como era lógico, no hacer el recorrido por las canteras. El agua que estaba cayendo. La peligrosidad del sitio con fuertes pendientes. El encharcamiento de la zona, que, por su permeabilidad, llega en ocasiones a convertirse en un pequeño lago, y en algunos lugares profundo. El tener que cruzar un par de arroyuelos, que no serán pequeños con esta agua. Todo ello, y haciendo uso de una sensatez adecuada, justificaba no visitar el lugar. Habrá que esperar a un mejor tiempo.
Por lo tanto se celebró la ponencia en el aula didáctica, con una presentación en Power Point preparada de urgencia, que solicité al ponente para cargarla en un “pen driver”, y evitar así el fotografiar uno a uno los fotogramas, y luego tener que procesarlos; enderezar el paralelaje; hacer película; etc. Pero, por aquello de las responsabilidades que hemos comentado en alguna entrada, se me dijo que no podía ser. Por el contrario si pude hacer fotografías de la presentación. No lo puedo entender, lo siento. Si son órdenes, un diez en cumplimiento del deber al ponente, si es otra cosa, no entiendo el permitir la fotografía.
Presentó al ponente el arqueólogo D. Andrés García, que disculpó las inclemencias meteorológicas que obligaban a efectuar la ponencia en el aula. Citó las excelencias profesionales del ponente D. Ramón Fernández, que ya conocemos algunos de otras ocasiones, sobre todo el notable interés por su trabajo. Cedió la palabra al ponente, y éste volvió a lamentar otra vez lo del agua, en primer lugar, y durante unos cuarenta y algo de minutos, explicó todos los pormenores de la extracción de la piedra de las canteras de la Albaida y otras cercanas. Las diferencias entre la obra romana y la árabe, el estilo constructivo que se exportó a otras regiones, como puede verse en algún fotograma, y como se comprobó después en el museo con la visualización de un vídeo.
Nos habló del volumen calculado, de bloques de piedra que tenían que haber salido de esas canteras u otras cercanas, y la cifra mareaba. De como la mayoría de los trabajadores de las mismas eran asalariados, a diferencia de la cantería romana que eran esclavos, propiedad del emperador –en ese camino vamos en este mundo que nos ha tocado vivir, la historia siempre se repite-.
De que, inclusive el traslado de bloques se hacía con acémilas contratadas, estimando que éste -se vio después en el vídeo del museo- era, se supone, el medio empleado para el transporte, salvo en contadas ocasiones cuando se empleaba un ingenio. Viendo las estrecheces para salir de la cantera, no se podía pensar en otro.
Explicó el método de extracción, que fue diferente del romano. De cómo salían los bloques de la cantera tallados, a la medida estándar. La perfección de la técnica de extracción que permitía sacar el bloque con un par de centímetros más a desbastar. Del expolio posterior de la muralla de Medina Azahara, por haberse descubierto en una excavación bloques recién separados de ella y expuestos, como en un “supermercado de piedras” –le llamó-, esperando a los compradores. De todas formas escuchando el audio se pueden ampliar estás incompletas reseñas.
"Citas textuales relacionadas con la cantería en el califato Volumen de los materiales constructivos empleados y su transporte
"cada día se igualaban, alisaban y tallaban 6000 piedras, sin contar las preparadas para pavimentación y cimentación y se empleaban en las obras 1.400 mulas, o más, de las cuales 400 eran propiedad de al-Nasir li-Din Allah (Abd al-Rahman III), y las otras 1000 de alquiler. Cada una daba tres portes diarios, por las que se pagaban un total de 3 meticales al mes. Entraban en al-Zahra unas .1.100 cargas de ladrillo y yeso cada tres días" Maslama b.Abd Allah, alarife geómetra, recogido por Ibn Hayyan (Sg. XI)
Numero de trabajadores y su especialización
"en la Aljama de al-Zahra trabajó un batallón de 1000 habilidosos operarios: 300 eran albañiles, 200 carpinteros y los otros 500 se repartían entre el resto de las artes y los empleados asalariados" al-Magqari (Sg. XVII), empleó (el califa) a 10.000 hombres, entre sirvientes y obreros, que cobraban 1,5,2 o 3 dirhames diarios" Ibn Hayyan (Sg. XI)
Descripción del ingenio utilizado para transportar tres bloques de mármol
"un gran rastrillo formado de troncos de encina unidos entre ellos por barras de hierro y fuertes cuerdas, todo tirado por seiscientos bestias de tiro" al-Magqari (Sg. XVII)
Supervisión por parte de altos funcionarios e importancia para el califa
"El califa al-Mustansir bi-llah venía personalmente en muchas ocasiones a inspeccionar por sí mismo las obras, para reforzar la autoridad de los encargados de dirigirlas, que eran algunos grandes jalifas (altos funcionarios), servidores suyos, asistidos de ciertos principales katibes (secretarios, escribas)” al-Razi (Siglo X)
Adquisición de materiales preciosos para la construcción
"traen a Córdoba mármol rosado de Ifrigiyya, verde de la iglesia de Isfaqus (Tunez), blanco de Almería, y veteado de Raya, para lo cual al-Nasir les hacía llegar 10 dinares por cada pieza de mármol grande o pequeño, a parte de los gastos de corte y transporte " al-Maggari (Sg. XVII)"
Dónde mirar más sobre las canteras:
Fotografías de Joaquín Conde 2010
Documentos de Google Azahara Urbanismo
Documentos de Google
Sobre la declaración del BIC, Decreto 195/2003 Junta de Andalucía
Fotografías de Vértice
Fotografías y vídeo del autor, de la presentación y Google
Bibliografía de la presentación
Actividad frenética la tuya, no sabes cuanto me alegro, espero que cuando me llegue tenga la misma fuerza que ahora (bueno si estos gobernantes me dejan llegar).
ResponderEliminarUn saludo y a seguir en las trincheras (resistiendo que no es poco).
Emilio muchas gracias, ya he visto el material que tienes de las canteras, maravilloso, y como habrás visto me he tomado la libertad de publicitarlo.
ResponderEliminarUn abrazo.