Hace meses se inauguraron los murales de Gómez Losada en la Biblioteca de la Facultad de Filosofía y Letras, pero aún no los había visto. La cantidad de cosas que se pueden ver cuando la vida laboral se ha acabado. La cantidad de bellezas que atesora nuestra tierra que debe hacer huir de reuniones a pie de obras callejeras, o practicar el noble deporte del Dominó.
El Hospital del cardenal Salazar, edificio que contiene gran parte de la historia de esta ciudad, cuando aglutinó toda esa serie de pequeños y filantrópicos hospitales, diseminados por Córdoba, fruto la mayoría de ellos de la necesidad de conseguir el cielo sus benefactores, cuando fue el referente de la salud cordobesa durante muchos años, hasta el desplazamiento de la cuestión salud hacia sur, Ciudad Sanitaria, Hospital General… es ahora un contenedor artístico de categoría.
La extraordinaria y moderna biblioteca se abre a los estudiantes con esos murales de 65 mts. denominados Atlas Nocturna, que impresionan. Los mires desde dónde los mires, desde dentro, a fuera, desde fuera adentro, con las molestias que ocasionan los reflejos de las luces, pero que se entremezclan entre sus formas. La verdad es que impactan y merecen extasiarse en ellos. Mis pobres instantáneas a lo peor no dan la medida, por eso de la visita.
Más vale tarde que nunca. La inauguración fue en noviembre y esta entrada es a finales de marzo, son cuatro meses, pero al igual que yo seguro hay muchos cordobeses que no han tenido la suerte de gozarlos. Los estudiantes no los cuento porque ellos van a lo suyo y los murales forman parte del mobiliario. Es igual que cuando el cordobés de a pie pasa por la Mezquita, ahí está, la ve pero forma parte del conjunto natural, no la admira, para admirar hay que ir predestinado a ello.
Un motivo más junto con Ensamble y los grabados de los postigos de las ventanas, para visitar ese hermoso edificio. Una felicitación al artista Miguel Gómez Losada.
Fotografías del autor
4 comentarios :
Enhorabuena Paco.
Qué no te falten las ganas, ni las fuerzas, para seguir disfrutando, ahora más si cabe, y contagiarnos con ese espíritu indagador y hasta aventurero, dentro de tu propia Tierra.
Un abrazo.
Gracias José Javier.
Un abrazo
Realmente impresionan en estas fotos con lo que verlos en oríginal debe ser bellísimo.
Saludos.
Lástima de los reflejos y del mal fotógrafo, pero son muy hermosos Eduardo.
Un abrazo
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