SEISCIENTAS ENTRADAS EN EL BLOG. GRACIAS A TODOS

Lo primero que vi en mi primer amanecer, la espadaña de las cigüeñas...

Hace esta entrada la número seiscientas en el Blog. Impensable número cuando Conchi me empujó a poner manos a la obra. Es evidente que para algunos puedan no ser muchas, pero para mí es una barbaridad, teniendo en cuenta que son pocos años, empecé en el 2009 formalmente, o por lo menos así lo organice para poder incluir algunos trabajos de otras fechas, puesto que lo del 2007 es el índice, y lo del 2008 es la fecha que mi hijo Gabriel nos dio la lección magistral, sí magistral, de su disciplina artística, la guitarra flamenca, también fruto del empujón de su madre. Ese empujón lo llevó a salirse del circuito “flamenco”, con un futuro incierto, y a entrar en la docencia. Hoy está acabando el Doctorado en su parcela artística y traspasando su saber a otras generaciones.

Lástima que Paco -nuestro hijo mayor- con unas inmejorables condiciones para el estudio, como su expediente académico lo atestigua, y una memoria prodigiosa, se quedara, a pesar de los mencionados “empujones” en una parcela técnica que, ahora, por los avatares del crimen de las políticas neoliberales del gran capital que estamos sufriendo todos, y otras cuestiones de índole empresarial que no vienen a cuento, vea su empleo, como tantos otros jóvenes en la cuerda floja. También es una satisfacción la pluma de la pintora, Conchi, que ya tiene cosechados un par de premios y alguna mención en concursos literarios, y está publicando en sus Blogs -pues son dos los que tiene- sus trabajos que, con una formación académica escasa, como tenemos todos los de nuestra generación, por proceder de familias humildes, y sin pasión son para mí extraordinariamente buenos. Ingres, salvando las distancias, tenía un violín y Conchi sus Blogs.

Mi barrio

Una vez hecha la referencia familiar, que está siempre presente, por mucho que la Iglesia católica y otros “carcas” se empeñen en decir que la institución está en declive, cuando lo que está en declive son sus cerebros anquilosados en otros tiempos a olvidar. Pues bueno dicho esto, el objetivo del blog, siempre procuro recalcarlo, además de la necesidad de “decir”, es la de reavivar la memoria de los demás e incitar a éstos a que recuerden historias o mejor dicho las completen, y sobre todo a rebuscar cuestiones de nuestra ciudad que están ahí y no las vemos normalmente, amén de otras accesorias de la vida, por ello lo mejor de los blog normalmente son los comentarios, una de las principales razones de ser del mismo. 

El otro día un buen amigo decía que, no tendría ningún valor una obra de arte si nadie la viera nunca, para admirarla o criticarla, da igual, pero debe tener público, en este caso lectores. Si suprimimos lo de obra de arte, que no procede aquí, se puede aplicar la frase perfectamente a los blogs. Tiene el blog una serie de seguidores oficiales que su icono o fotografía figura en la portada, luego otros que lo son por el correo electrónico que, automáticamente, envía el sistema, y son muchos los que están inscritos en el mismo. 

Mí calle

Luego están toda esa serie de lectores anónimos, que no figuran nada más que en el control estadístico interno de los que sólo conocemos la ubicación de su servidor, su sistema, su IP y cuatro datos técnicos más, pero que cuando lo miras, y sobre todo su reflejo en el mapamundi, te sorprendes de lo variado de su ubicación geográfica. Un simple ejemplo: existe un lector o curioso de la Isla de Tonga, en el Pacífico, que si, por mi afición a la radio y geografía conozco, es de por si llamativo. Es como la teoría del caos -aquello del aleteo de la mariposa-, o sea, una simpleza que escribes aquí la ve, no quiero decir la lee, un señor o señora de la Polinesia.

A todos, empezando con la “empujadora oficial”, quiero agradecer su paciencia y deferencia conmigo. Dice el refranero que “el que a arar empieza, no ha de volver la cabeza sino arar y proseguir” y sin haberme dado cuenta, mis surcos ya van por seiscientos, otra cosa es el que en ellos florezca el fruto deseado, eso está por ver. Envidio a otros compañeros y compañeras, por su capacidad de poder expresar, maravillosamente, con la palabra escrita muchas cosas. Podría decir, como permite el tópico, que les tengo envidia sana, pero no es sana ni enferma es simplemente envidia, aunque si llamarse sana es no desear que se le borre el disco duro, lo es entonces, no lo deseo porque admiro a muchos, que además forman parte de la categoría de amigos, pero no amigos de Facebook, pues estos últimos son muy peculiares, son invisibles, ya que en los encuentros descubres que no existe relación alguna con ellos, aunque como en todo, hay amigos “de Facebook” y amigos “en Facebook”.

El puente desde el triunfo

En una palabra, el 27 de diciembre de 2010 cumplimos cuatrocientas entradas, el 27 de junio de 2011, quinientas. Y ya está, esto se quedará como una efeméride efímera, porque pasará a ser olvido mañana. Si tengo la suerte de seguir poniendo letras una detrás de otra, a lo mejor la próxima efeméride sea la setecientas, pero al igual que en la “teoría del metro” –ésta es tremenda- cada vez van quedando menos centímetros y eso es inexorable. 

Muchas gracias. Deseo para terminar expresar mi deseos para que el próximo 2012 sea mejor, o por lo menos como este. Y ya puestos a desear, que el neoliberalismo y sus acólitos se vayan de una puñetera vez a donde pican los pollos.

Fotografías algunas mías y otras de otros
Bibliografía del corazón.