Ermita del Buen Suceso a principios del s. XX, con la cruz de San Andrés en su portada
Nos situamos en la calle del Lodo, actual Isaac Peral, ni que decir tiene que su nombre venía por la confluencia con el arroyo de San Andrés camino del de San Lorenzo, y era mucho el lodazal que generaban las aguas allí, posiblemente por ser un lugar más bajo. Hay que hacerse la idea de lo que esas calles eran en esos tiempos, pues más adelante camino de San Lorenzo había un lugar que le llamaban el Despeñadero por la profundidad del cauce. A la derecha está la calle del Buen Suceso que se vino a llamar antes Portezuela de Doña Mariana. Frente la calle de Ocaña (no tiene nada que ver con un hasta hace poco regidor de la ciudad, que también casualmente se llamaba Andrés. Es broma), y en la esquina el Hospital de San Andrés y posteriormente la Ermita del Buen Suceso.
Este hospital es muy antiguo, y las primeras referencias que de él se tienen son del reinado de los Reyes Católicos. En él se fundó una cofradía cuyo estatuto contemplaba la limpieza de sangre de sus miembros. Estas normas no eran sino una discriminación efectiva hacia las minorías que se habían convertido al cristianismo, por pensar que seguían practicando sus diferentes religiones, es decir, un ejemplo claro de falta absoluta de tolerancia de los cristianos, aunque justo es decir que las autoridades eclesiásticas (s. XV, papa Nicolás V) no compartían estas normas, porque las mismas incluso, no consideraban el bautizo como la aceptación, o lavado de los “pecados” al formar parte de la nueva religión, cuestión contraria al doctrina cristiana.
La fecha que se toma como inicial es la de 1487, aunque las constituciones no se terminaron hasta la época del reinado de Carlos V. Aunque otras fuentes citan que existía antes del año señalado, al mencionarse en las clausulas de las Constituciones que los Cabildos y Juntas se celebrasen en el Hospital de San Andrés o Ermita del Buen Suceso. Su destino fue principalmente para la curación de enfermos pobres, con una capacidad de diez o doce camas. Se sostenía con la limosna obligatoria de sus cofrades de una cuantía de cien maravedíes y una candela de cera de una libra. Las normas fueron aprobadas por el Obispo Iñigo Manrique, y posteriores reformas de estas están datadas en 1538 y aceptadas por otro obispo, Don Pedro Fernández Manrique.
En una crisis posterior, que nada tuvieron que ver “los mercados”, y al reducirse las rentas, se orientó el hospital para recoger en el a mujeres “honradas, viudas y ancianas” a las que se las daba limosna y vivienda. Sus fondos procedían de dos casas y una haza que, según D. Teodomiro Ramírez de Arellano, se incorporó después al Hospital de Agudos, de lo que se ignoraban más datos por haberse perdido sus libros en un incendio de la Iglesia de San Agustín.
Arroyo de San Rafael prolongación de la calle Buen Suceso, hacia San Lorenzo. s XX
Por una escritura que tenía este hospital, fechada el 8 de Febrero de 1551, consta que, en tiempo del Emperador Carlos V, vino a Córdoba un sujeto enviado por el rey con el fin de reducir y reformar el número de los hospitales cordobeses; y en la reducción de ellos, una hacienda que tenía éste de San Andrés le fue agregada al Hospital de Nuestra Señora de la Consolación, por más que a los sesenta días, por la interposición de ruegos y de influencias, volviera de nuevo al de San Andrés. También nos cuenta D. Teodomiro que la advocación posterior, llamada del Buen Suceso venía de una donación de una imagen de esa Virgen, por parte de una señora de la calle de Ocaña. La imagen se implantó en el altar de la Ermita de San Andrés y aquello fue el comienzo de los problemas. En principio parece que se aceptó de buen grado, pero con la formación de la cofradía del Buen Suceso, comenzaron los roces entre ellas, peleas y malos modos, que hicieron a la primitiva de San Andrés reaccionar y poner la Cruz de San Andrés por todos los lugares de la ermita, pero al final, después del “rosario de la aurora” que se formó, la cofradía del Buen Suceso fue la que se quedó con todo.
Arroyo de San Rafael prolongación de la calle Buen Suceso hacia San Lorenzo, siglo XXI
La competencia entre cofradías, es un elemento que no se puede separar de ese mundo, que no es peor ni mejor que otro asociativo. Lo que pasa es que es más chocante cuando la finalidad esencial de estas organizaciones, es la limosna, la oración y el “amor” a sus semejantes, que se ve eclipsada por la competencia, ostentación de lujo y otras cuestiones imposibles de separar del género humano. En S. Roque recogieron a una cofradía procedente de San Miguel, por las disputas con el párroco, y mi buen y admirado amigo Juan en su parroquia, no quiere ninguna, de todas formas es un sacerdote que considera una parafernalia hasta la Semana Santa, y esas romerías multitudinarias. La pena es que personas como él son un “grajo blanco” en este universo.
Con la buena nueva de la digitalización de los fondos de la Real Academia de Córdoba, nos encontramos una serie de trabajos y fotografías que merece la pena destacar, que arrojan mucha luz sobre determinados rincones de nuestra ciudad, y cuestiones que no son nada nuevo bajo el sol, evidentemente porque éstas forman parte de la condición de los seres humanos que somos el elemento más conflictivo que existe sobre la tierra, como hemos podido comprobar en los párrafos finales.
Fotos de la Real Academia de Córdoba y autor.
Bibliografía de D. T. Ramírez de Arellano y Germán Saldaña.
Fotos de la Real Academia de Córdoba y autor.
Bibliografía de D. T. Ramírez de Arellano y Germán Saldaña.
13 comentarios :
De nuevo gracias, Paco. Me hace ilusión conocer más cosas de mi calle (Isaac Peral o del Lodo). Un saludo.
No sabía que hubieses nacido ahí. Un excelente barrio.
Un abrazo.
Incluso la misericordia es selectiva para según que sujetos que dícen prácticarla..."Honradas, viudas y ancianas"
¿Que pasaba con las de vida licenciosa o maltratadas? No me conteste Paco, era una pregunta retórica...
Un saludo!
Con tús entradas, Paco, descubro cada vez cosas nuevas de Córdoba. Mi madre, que nació en 1911, me contaba cómo existían unas pasarelas para cruzar esos arroyos, el de San Rafael y el de San Lorenzo, por la profundidad que tenían, al menos en algunos puntos. Yo he visto esa ermita en pie. ¿A quién pertenecía cuando se convirtió en ese bloque de viviendas particulares? Quiero decir: ¿quién hizo el negocio? Yo pensaba que el hospital de San Andrés estaba en la actual residencia de Jesús Nazareno, pero por lo que veo no es así y son instituciones diferentes.
Un abrazo.
Lorenzo sí que es selectiva la misericordia, pero para las mujeres que comentas había otros hospitales específicos. Hay que tener en cuenta que cuando hablamos de un hospital, el equivalente actual no existiría. Era la caridad que ejercían unas personas, seguro que para conseguir el cielo, o a lo mejor porque eran buenas personas simplemente, que en una casa instalaban el “hospital” ocho o diez camas, y a lo mejor eran muchas. Pero que si requiere tu pregunta una contestación que aclare este tema.
Tuve la oportunidad de asistir a una conferencia en la que se dijo que en Córdoba –no sé si conoces la ciudad- había una ruta de entrada a la ciudad, desde Puerta Nueva, que primero pasaba por pensiones y lupanares y al final acababa en Santa María que era la actual Catedral, insertada horrendamente en el propio corazón de la Mezquita. Pues bien la pensiones y lupanares estaban a la altura de la Plaza del Potro, cuyos contornos se llamaba la Mancebía, y una vez se accedía a la medina por la Puerta de la Pescadería, -puerta que había sido de la primitiva muralla romana, pero que quedó dentro con la ampliación musulmana, ahora estamos en la época cristiana-, existía en la entrada de la calle del Amparo, por poner un ejemplo, un hospital llamado de La Lámpara y cito textualmente entrecomillado una referencia a él:
“Destinóse primeramente a recogimiento de mujeres enfermas de enfermedades venéreas; y a «curación de llagas en las partes vergonzosas y no de otras en otras partes». Sus primeras acogidas—dice Borja Pavón—fueron las mujeres que habitaban los lupanares y el sitio que llamaban de la Mancebía próximo al Potro. Después de la reorganización hecha por el aludido Obispo D. Miguel Vicente Cebrián, destinóse principalmente a recogimiento de prostitutas, como ya se dijo, con el objeto, entre otros, de prevenir tales enfermedades venéreas. Y del éxito de tal medida certifica el mismo Obispo diciendo que desde que empezaron a recogerse las tales mujeres, empezó a decrecer considerablemente el número de los hombres y mujeres que acudían a curarse de tales enfermedades en los centros habilitados para ello; porque siempre, termina el Obispo, ha sido de más eficacia prevenir que curar. No es preciso añadir que acoplándose también el fin primitivo del hospital con el intento del Obispo Cebrián, desistió éste de su primer propósito de fundación de un nuevo hospital, «destinando desde ahora en adelante la dicha casa Hospital e Iglesia en toda su extensión, y cuanto le es anejo para la asistencia y recogimiento in perpetuum de dichas mujeres que al presente en ella están y que en lo sucesivo puedan estar y recogerse, como también todos los bienes y rentas que de cualquier manera puedan tocar y pertenecer al dicho hospital”
Larga contestación, pero espero que aclaratoria. Primero el solaz y reparador esparcimiento sexual de los cristianos en la mancebía, la comida y el reposo en los mesones, al final del recorrido la iglesia para el perdón, y las mujeres al hospital pues el contagio se lo generaban los clientes.
Rafael, mi madre nació en el diecinueve, y la escuché hablar alguna vez de esa zona porque vivía en la calle Montero su abuela y un tío suyo. Ahora mismo no estoy en disposición de contestarte a esa serie de preguntas, porque tanto el trabajo de D. Teodomiro Ramírez de Arellano y de Germán Saldaña, se quedan en que la propiedad de la ermita era de la cofradía del Buen Suceso, el del primero es más antiguo de principios del XX y el segundo un texto más actual del año 1934.
Si tú te acuerdas de esa Ermita tenemos que pensar en finales de los cuarenta, o principio de los cincuenta, mis recuerdos de esa zona son difusos, así que por esos años sería aunque estimo que esos pisos son modernos, por lo que antes debió haber otras viviendas o quizás la ermita cerrada, tipo San Juan de Letrán, o la de la Montaña, o la de San José de la Magdalena, o la del barrio viejo del Campo de la Verdad, u otras que creo pueden ser el referente, y yo me atrevería a situarlo en la era Fray Albino, donde se desacralizaron y vendieron bastantes.
En lo tocante a los cauces ya se ve la foto en arroyo de San Rafael, y la referencia de “despeñadero” en el de S. Andrés es significativa, y mucho más valor tiene para mí la referencia de tu madre que fue de primera mano.
Una curiosidad, en 1371 con diez camas se funda el Hospital de la Santísima Trinidad, para atender a indigentes, y ahora es la Ermita del Socorro, de tu barrio.
Muy buena entrada,Paco.He descu
bierto un blog con muchas fotos antiguas de Barcelona,muy intere
sante,te pongo la dirección:
mtvo-lasmentiras.blogspost.com
Saludos
¡Diablos Paco!... (notese aquí que ya te tuteo) Que era una pregunta retórica Jejejeje...(es broma)
No, no conozco la ciudad, pero tengo un buen amigo que vino a buscarse las habichuelas a Palma y es cordobes. Invitado estoy, me ha dicho, para ir hacía allí en cuanto quiera a conocer tu tierra.
Y te agradezco de verdad tu explicación. Suelo visitar casí siempre los lugares que comento por si el administrador (que palabreja) contesta alguna cosa. Pero son ya tantos los blogs que visito que a veces se me escapa alguno al que regresar. Me he acordado que tenía que volver al tuyo en la siguiente réplica del blog de el Retronauta que amablemente me has hecho.
Y leyendo tu explicación -muy didáctica por cierto- me he acordado de que aquí, en las murallas de Palma, también teníamos hace siglos el barrio del lenocinio bajo ellas, por donde andaría el Teatro Principal actualmente. Y es que en todas partes, ya ves Paco, no faltan las prostitutas y sus clientes. Que por algo se dice que es el ofício más antiguo del mundo.
Un abrazo!
De acuerdo Lorenzo, sin problemas, no me tomo muchas cosas en serio a estas alturas. Tenemos allí muchos paisanos que se fueron en la época flaca de Andalucía, cuando la Elke Sommer, puso de moda –es un decir- el bikini con Bahía de Palma. Joaquina Leon está allí con su marido desde antes me parece, ella está activa en Facebook.
Lorenzo, entre comentar los blogs que sigo, y que me enseñan una barbaridad, porque hay que ver qué calidad tienen la mayoría, y como escribe la gente, que además no es su oficio, y descargar una serie de correos que me envían unos amigos se me va un buen rato al día. Voy a tener que planificarme mejor, o contratar una secretaria.
Claro eso fue lo primero, forma parte de los seres humanos, lo que pasa es que la hipocresía de algunos gobiernos es una barbaridad. Aquí la Sra. Isabel, la mujer de Fernando, les tenía puesto –bueno ella no directamente- un impuesto, y unas normas de no salir ni siquiera a la calle, o si lo hacían era con determinadas cautelas. Y la Iglesia era la receptora principal de los dineros. Claro como esta Iglesia Católica perdona todo, la gente pecaba, casi siempre los pecados de los pobres eran mayores, y luego se desinfectaban de ellos, salvo las enfermedades venéreas que esas no las perdonaba la iglesia.
Cuando te atrevas a venir a Córdoba me lo dices con tiempo. Yo tengo de hace tiempo un viaje a Mallorca pendiente pues suspendí uno hace unos años, pero me parece que lo tendremos que hacer ya con el Inserso.
Un abrazo.
Sigue siendo un verdadero placer leerte, Paco, acumulas un caudal de fotos y conocimientos que para el que t lee como yo que soy un enamorado de la historia en general y de la local en particular, es encontrar un oasis donde descansar de tantos sinsabores del diario. Gracias
Porque te crees que me interesa esto, además de para cultivar el cariño a nuestra tierra, para evadirme de la mierda diaria que nos rodea.
Un abrazo y muchas gracias
PD: Me alegró que empezarás de nuevo.
Ahi estaba el Colegio de D. Francisco, donde yo aprendia a leer.
¡ Que tiempos¡
Muchas gracias por el comentario José del Pino, siempre conocemos cosas nuevas de los sitios, el colegio de D. Francisco.
Un abrazo
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