Restos arqueológicos
A principios del Plan Renfe, por el este, en terrenos del Polígono de Chinales, fruto de esas operaciones urbanísticas a las que estábamos acostumbrados en esos tiempos de la “burbuja”, en lo que me parece se llama Avenida de la Toscana –por lo menos eso pone en el cartel, las banderolas están deterioradas-, nombre atractivo como la fértil campiña a la que señala, se construyen dos enormes edificios, en lo que fueron los terrenos de una fábrica de chapa modelada, para cercas y tejados, que vende la fábrica, y se va a otro sitio con subvención posiblemente, a los Cansinos me parece que fue.
Estado actual de la zona
Industria motivo de la operación.
En el 1957 era un olivar y las vías separaban el lugar del Zumbacón
Pues bien después de eso que estábamos acostumbrados a ver con frecuencia, se empieza la fabricación de las viviendas y urbanización del entorno, esto por lo menos es bueno, no como antes que se quedaba todo sin urbanizar, y después era la lucha de las AA.VV.,y en una zona urbanizada junto a la trinchera del ferrocarril –estas son las primeras viviendas que existen cuando se entra a Córdoba en tren-, pues allí mismo existe un tramo bien conservado de un acueducto, o conducción de aguas, que está perfectamente expuesto, sin la mínima referencia de qué son los restos, dónde se encontraron etc., pera que cuando se utilicen para la “guasa” nocturna, o como contenedor de botellas, por lo menos se pueda decir.
De todas formas obviando el olvido de la señalización patrimonial, lo cierto es que es una bonita exposición, de esos restos arqueológicos, que se pueden ver sin problemas y, la pena es que se puede acceder a ellos con mucha facilidad, esperemos tener suerte y duren cuando menos lo mismo que el tiempo que han estado enterrados, que lo dudamos. He tratado de buscar en la extensa bibliografía y páginas web dedicadas a esta materia y no he encontrado nada, por eso la titulación de “restos de acueducto en el principio del plan renfe”.
Al fondo los pisos, los mástiles de las banderolas, y el transporte del reportero
Lo que se venden no son los restos sino los pisos
Fotografías del autor
Bibliografía ninguna
Desgraciadamente esto no lo entiende todo el mundo, y lo mismo que el desalmado e ignorante de turno ha puesto su marca en el interior, lo podrá hacer, o quizás otro, en el exterior.
ResponderEliminarY ahora ve y se lo cuentas...
Otro lugar para anotar y no olvidar, gracias a ti, Paco.
Es lo que hemos dicho en lo de la alberca califal, lo de siempre. Gracias José Manuel.
ResponderEliminarPaco, al parecer todo lo que no sea "Mezquita" y poco más, apenas tiene repercusión en Córdoba, esto es un ejemplo. No es que sea un monumento para adorarlo, pero al menos que aparezca reseñado en algún lugar su existencia.
ResponderEliminarSi, Lucas Mezquita o Medina Azahara, dependiendo, llevas razón.
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