El Príncipe rumano, Constantin Cantacuzeno
Ayer tuve una reunión con mi amigo Juan, buen abogado y mejor persona, para un asunto de un señor que se titulaba Administrador de nuestra comunidad, pero que no nos ha entregado a su marcha, ni las cuentas adecuadamente, ni la documentación archivo de la misma, que custodiaba, y que dice tenía en una parcela -como es lógico imagino que ilegal-, y con las inundaciones dice se le ha mojado todo el archivo de treinta y ocho años, y lo estaba secando, hace casi dos meses. Lo de ilegal de la parcela lo prejuzgo por su ubicación en terreno inundable. Amén de otras actuaciones de mala praxis profesional que, nos obligan a ponerle un requerimiento judicial reclamándole las cantidades que estimamos nos adeuda y la documentación si se puede recuperar.
No digo el nombre del "administrador", pero estoy dispuesto a aquel que vaya a contratar a alguno, me pregunte y se lo diré gustoso en privado. Dicho esto, como consecuencia de que el Pisuerga pasa por Valladolid, durante el acto de estar tomando un café con el letrado, se incorporó un amigo de éste experto en el mundo del fútbol, aficionado de pro y además, lo que me encendió la bombilla, piloto de aviación aficionado.
Hablamos de que entonces no había chicas que amenizaran los entreactos del balompié, ahora americanizados casi. Aquí en Córdoba los amenizaba muchas veces un malabarista que, sin que se le cayera la pelota al suelo, empleando todo lo que podía emplear de su cuerpo, bueno casi todo: cabeza, hombros, cuello, rodillas, pies como es lógico, etc. daba la vuelta al estadio antes del partido. Pero yo recuerdo algo mucho más llamativo que eso, cuando un príncipe rumano, piloto acrobático, héroe de la II Guerra Mundial, hacia acrobacias aéreas sobre el Estadio del Arcángel.
Por ello le pregunté:
- ¿Tú no te acuerdas qué en los prolegómenos de un partido de fútbol en el Arcángel, hizo una vez -por lo menos yo lo vi una vez-, un piloto acrobático con un biplano que se llamaba Cantacuzeno, acrobacia aérea? Es que pregunto y nadie se acuerda de eso que sería por el 53 o 54 y además con el campo lleno.
-Claro que me acuerdo -me contestó-, era un príncipe rumano, y te voy a dar una página de Internet para que lo mires.
No me la ha dado porque como soy, es porque no le he dado tiempo, esto ocurrió el viernes.
Mi padre, aficionado donde los hubiera al futbol, pero que sufrió una gran decepción conmigo al no gustarme ese deporte, lo mismo que yo la sufrí con algunas aficiones mías que no gustaban a mis hijos, y que sin embargo disfrutó con sus nietos, algo más con el mayor, cuando se iba con él al futbol. Cuando me llevaba al estadio, me entretenía jugando con los “sansones” de las gaseosas, como si fueran ciclistas, leyendo tebeos o pintando, no importándome lo más mínimo lo que ocurría en el campo. Eso no quiere decir que no conociera a los jugadores, e incluso me supiera las alineaciones. O que coleccionara las estampas en las que la “firma” o la más difícil era Bustos el portero del Sevilla.
Bueno, a lo que vamos, este entrada es para recordar a un malabarista de la aviación, a un piloto que hacía toda una suerte de picados, looping, toneles, y pasadas en invertido casi rozando el césped del antiguo Arcángel, y que era, como he mencionado arriba, el Príncipe Cantacuzeno. Constantin “Bâzu” Cantacuzino era el nombre que figuraba en la mayoría de los sitios. Era un aristócrata rumano, de azarosa vida amorosa.
Que luchó contra los rusos a favor del Eje y después contra el Eje a favor de los aliados. A ambos les derribó aparatos, y que en el 1950 vino a España de la mano de un aviador apellidado Aldecoa, que murió en una exhibición, y él, en un alarde de profesionalidad a pesar de haber muerto su amigo, efectuó una pasada invertida en el aeródromo de Cuatro Vientos que aún se recuerda. No hace falta explicar la relación que tenía este señor, en esos años, con el ejército sedicioso, porque se entiende.
Volando invertido
Que luchó contra los rusos a favor del Eje y después contra el Eje a favor de los aliados. A ambos les derribó aparatos, y que en el 1950 vino a España de la mano de un aviador apellidado Aldecoa, que murió en una exhibición, y él, en un alarde de profesionalidad a pesar de haber muerto su amigo, efectuó una pasada invertida en el aeródromo de Cuatro Vientos que aún se recuerda. No hace falta explicar la relación que tenía este señor, en esos años, con el ejército sedicioso, porque se entiende.
El príncipe Constantin Cantacuzeno murió en una clínica de Madrid, un 26 de mayo de 1958, de un problema de estómago. Una ulcera no respetó al as de la aviación. Tenía 53 años. César González Ruano, le hizo un réquiem muy literario en el ABC del 27 de mayo del citado año. Años antes había tenido un accidente muy aparatoso en Castellón, al ser embestido por detrás por un camión, del que salió ileso. Una curiosidad: Su esposa de entonces (la cuarta o la quinta, tan bueno era volando como...), era la actriz Nadia Kujnir Herescu, ella estaba rodando en Italia, Constantin se enamoró de ella y se casaron. La unión duró lo justo y Cantacuzano se fue a Francia. Nadia se unió entonces a un inglés llamado Gray y utilizó su apellido. Nadia Gray hizo algunos trabajos en Italia de la mano de Fellini. Fue un poco "chica Fellini", incluso hizo un papelito en la "Dolce Vita"
Más adelante, Nadia Gray emigró a los Estados Unidos y se instaló en Hollywood, intervino en varias series de TV y en películas serie B. Con el Sr. Gray tuvo una hija, Linda Gray, que llegaría a ser Miss América y que, después, se haría mundialmente famosa interpretando el papel de “Sue Ellen”, la esposa alcohólica del malvado JR en la serie televisiva “Dallas”, hoy una respetable señora de 69 años.
Pues bueno, un lamentable administrador que no le deseo a nadie, lo dejo en lamentable; mi amigo Juan; su amigo experto del mundo del fútbol y piloto; la afición al fútbol de mi padre, mi asistencia a los partidos del Arcángel con seis o siete años; mi memoria de aquellos que en lo que era un acontecimiento; lamentar –lo pienso siempre- que no le hubiese dado a mi padre la satisfacción de que me gustase el balompié; el Príncipe Cantacuzeno; su mujer Nadia Gray, incluso Federico Fellini; la hija de Nadia, Linda Gray (Sue Ellen) de Dallas. De la abogacía a la serie del malvado J.R. recordando a la guapísima Victoria Principal, en nada de rato.
Al final lo importante, en el estadio del Arcángel un piloto que casi rozaba la hierba del campo en sus malabarismos aéreos sobre el estadio, en los prolegómenos del partido, y que al fin he conocido a alguien que se acordare de él, porque ya estaba dudando de habérmelo inventado. Luego a la salida del fútbol, nos esperaba mi madre a la altura del Molino de Martos, por la entrada de las pilas, donde el gitano mató al muchacho, para volver juntos a la casa, no sin antes desde allí ver el anuncio de Anís la Cordobesa, pintado por Julio Romero de Torres, que había en el tacón de la pared de la casa de entrada a Mucho Trigo.
Fotografías de www.network54.com y AMC.
Bibliografía de ABC y otras páginas.
Bibliografía de ABC y otras páginas.
8 comentarios :
Interesante entrada Paco, me han encantado las fotos del antiguo Arcángel. Un saludo y enhorabuena.
Gracias amigo Andrés. Un abrazo.
Una entrada singular, amena y ocurrente. Galería de personajes de novela-río. La foto de Granada no son los viejos Los Cármenes, ya que no tuvieron ese graderío ni orientación. También es raro que no se vea la sierra con algo de nieve. Podría ser el aeródromo de Armilla, pero tampoco recuerdo el graderío con arcos y todo.
¿Sobrevolaba la plaza de toros de la ahora Avda. D. Olóriz ?
Marti, era un recuerdo de esos de toda la vida del que nadie me daba norte. Claro mi padre hubiera podido hacerlo si hubiera vivido. En cuanto decir los Cármenes fue porque como aquí lo hizo en el campo de Fútbol. Pero lo dudé también, los viejos Cármenes estaban al lado de la prisión –recuerdo estar en el fútbol y ver los presos en las ventanas de la cárcel-, y la Plaza de Toros cerca. El perfil del Veleta es inconfundible. No creo que en la Avenida que dices fuese, seguro que tendría que ser Armilla y posiblemente en alguna instalación deportiva de la Base Militar, desde Armilla tienes ese perfil de la sierra también. Y en cuanto a la nieve ha habido años que ha estado limpia del todo. Muchas gracias.
Marti, si miras Google y el vuelo de los americanos del 1956 en Granada, se ve la plaza de toros y los Cármenes casi en el campo, y en dirección oeste un llano que ahora parece una pista deportiva pero que estaba entonces, aunque no con la misma forma, lo que no tenía era ese graderío. La calle que citas es mas complicado que fuese. De todas formas seguro que en Granada se acordará alguien. Gracias nuevamente.
La calle/avda. es en donde está la Plaza de Toros de la Real Maestranza, -en Granada esta institución es la propietaria- y el vuelo tuviese como fondo la plaza de toros y por eso saliese en la foto.De todas maneras faltarían en los columnas, los arcos metálicos que tienen. En Granada, en esa época, ahora tampoco, no había graderíos semejantes. Paco, has logrado inquietar a más de un granadino. Además de las adivinanzas del callejero cordobés te proyectas más allá.
Un administrador impresentable, un príncipe rumano aviador, una actriz, la serie Dallas, futbol, los años 50,...y todo relacionado, ¿quién lo diría?, vaya entrada que te ha salido muy entretenida e interesante.
Saludos.
Gracias Eduardo. Y Marti, lo que se me ha creado es la cosilla de averiguar donde fue eso. Sí, la calle la conozco pero no se presta a una exhibición de esa envergadura y, aunque el tío era bueno, necesitaba de espacio para salir y entrar. A lo mejor en alguna hemeroteca de "grana".
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