Plaza de toros de los Tejares
Sin entrar en disquisiciones taurinas, toros sí, toros no, que no es la cuestión, los toros tienen en este país una larga tradición igual que la religión, cuyas iglesias y conventos están ahí y forman parte del entramado e historia urbana.
La referencia a la Plaza de Toros de los Tejares es una placa vertical, con azulejos en ambas caras de F. Rivas, en un poste que instaló el Ayuntamiento de Córdoba en 1996 su 150 aniversario. La plaza de Toros de Córdoba, que forma parte de la historia reciente de esta ciudad, estuvo vigente 120 años, que son años. Don Teodomiro Ramírez de Arellano, gaditano de nacimiento y cordobés de condición, decía de ella que era “una de las más lindas de España”.
Postal cuando estaba en el cruce la estatua del Gran Capitán
“La plaza de Toros
En la calle de los Tejares está la plaza de toros, una de las más lindas de España, aunque no de las mayores. Ya saben nuestros lectores la afición de los cordobeses a esta clase de espectáculos, los que han realizado en el Campo de la Merced y en las plazas de la Magdalena y Corredera.
Esto hizo concebir al impresor don Joaquín Manté, hombre muy emprendedor, el pensamiento de construir una plaza de toros, para la que formó el plano el arquitecto don Manuel García del Álamo, y reuniendo una sociedad de cien acciones se adquirió el terreno de la huerta de Perea, que vendió su dueño don José Severo García, construyéndose la plaza, que se inauguró la víspera de la feria de Nuestra Señora de la Salud de 1846, en que mataron los espadas conocidos por el Barbero y Cúchares, quienes recibieron muchos y merecidos aplausos. El 8 de septiembre siguiente mató el célebre Montes, y después han trabajado todos los diestros de más fama.
En la tarde del día 15 de agosto de 1863 hubo una novillada, y a la noche, como a las diez, advirtió el guarda que la plaza estaba ardiendo, sin que se explicase el motivo. Las campanas lo anunciaron, y bien pronto acudieron las autoridades con todos sus dependientes, los bomberos, los individuos de la sociedad y multitud de gente, sin que se pudiera cortar aquel devorador elemento, que en menos de dos horas consumió toda la parte de madera, que era bien vieja, por haberse aprovechado parte de la de los derribos de los conventos del Espíritu Santo, San Cayetano y Capuchinos.
Algún tiempo estuvo la plaza convertida en ruinas, hasta que la sociedad, siendo presidente don Andrés de la Oliva, dispuso reedificarla, para lo que se echaron varios dividendos y se encargó la nueva obra al arquitecto don Amadeo Rodríguez, quien la llevó a feliz término, empleando todas las bóvedas y hierro posible, a fin de evitar que un nuevo incendio hiciese los estragos del que había dado lugar a la destrucción del primitivo edificio. Ya reedificada se estrenó de nuevo en la feria de1868.
El afán de mayor número de entradas hizo suprimir los pasos de las galerías al tendido, sustituyéndolos con unas subidas por entre barreras. Esto dio lugar en la primera corrida de la feria de la Salud de 1874 a una terrible desgracia. Estaba lloviendo. Una pobre mujer, vecina de Lucena, quiso salirse de la plaza, yendo por detrás de la barrera, cuando casualmente la saltó un toro, cogiendo a aquella infeliz, a quien dio dos terribles cornadas e hiriendo a un municipal que con ella se atravesó a escapar por un burladero. Esto ha hecho que se vuelvan a abrir las antiguas entradas al tendido, accediendo a las indicaciones de la prensa y del público en general que así lo pedía.
La plaza de toros tiene cabida para más de 10.000 personas en el tendido, grada cubierta, asientos de barandillas, ídem de antepecho y 85 palcos, todo bien acondicionado. De modo que a pesar de no tener puertas más que a los Tejares se desocupa pronto y con facilidad.
Otro episodio trágico en la plaza, sin contar los naturales de los profesionales, fue en una becerrada de la Mujer Cordobesa en 1961, que se cayó una barandilla y murieron dos mujeres y otras seis resultaron con heridas de consideración. Todo fue por ver a Manuel Benítez “El Cordobés”. La plaza se cerró el 18 de abril de 1961, El Puri, Sánchez Fuentes y José María Susoni fue la terna del cierre. Once toreros consiguieron el doctorado en esa plaza. Y al final la operación urbanística más importante de los sesenta, la instalación en el solar de Galerías Preciados. Parte de la arena en un acto simbólico fue extendida por la nueva plaza.
En ella no solo se efectuaban espectáculos taurinos, sino de otra índole. Allí vi a los Harlem Globetrotters, con mi tío Pepe; mi primer sueldo, seis pesetas, que me pagó el orfebre Paco Díaz Roncero, fue lo que me costó la entrada para ver al Sansón de Siglo XX; hubo también una actuación de la Sansona; muchas veladas de boxeo las vi con mi padre, y amigos; y de lucha libre; en el cine de verano, en gradas, era muy habitual para los nenes y curioso, ver la película por detrás de la pantalla, todo al revés; también hubo un espectáculo muy hermoso, Holiday on Ice; y como no, las famosas nocturnas con el acicate de llevarte el premio final. Mi madre le decía a mi padre cuando íbamos a ellas: -Pepe si nos toca el premio le tendremos que decir al Guardia de Seguridad (Policía Armada), que nos acompañe a la casa para no ir con el dinero por la calle, y luego se le da una propina. Te podía tocar una máquina de coser, o cinco mil pesetas, primero empezaron por mil pesetas en la posguerra, a última creo recordar que un seiscientos
En el museo taurino, estaban dos toros que allí murieron, Calzonero, que tomó 23 varas y mató 8 caballos, y Primoroso que tomó 29 varas y mató 15 caballos, el primero en 1857 y el segundo 1875. Tenían que salir a por los caballos de los coches que estaban en la calle y comprarlos. Hay que decir que en aquellos tiempos al toro lo tenía que sujetar el picador a fuerza de brazos, y los caballos no tenían peto. No es igual que ahora que están protegidos por el peto y el picador lo varea cuando ya han topado con la protección.
Lo que queda de recuerdo de la Plaza de Toros de los Tejares, que fueron testigos de la salida a hombros de muchos toreros por la puerta principal, son dos palmeras, que no se quitaron del acerado, y que pueden verse como han crecido en una foto actual y la placa en la acera.
Hubo también una Comisaria de Policía cerca de la puerta de Sombra, en la que se expedían los primeros documentos de identidad. En la fotografía aérea desde el norte, se puede ver el edificio del Instituto Nacional de Previsión un “rascacielos” de su tiempo que, junto con el de Rodríguez y Hermanos y el de Victoriano Villar, fueron los tímidos comienzos de los edificios de altura.
Placa de azulejos desde la acera (reverso), conmemorativa del 150 aniversario.
Hubo también una Comisaria de Policía cerca de la puerta de Sombra, en la que se expedían los primeros documentos de identidad. En la fotografía aérea desde el norte, se puede ver el edificio del Instituto Nacional de Previsión un “rascacielos” de su tiempo que, junto con el de Rodríguez y Hermanos y el de Victoriano Villar, fueron los tímidos comienzos de los edificios de altura.
Nota: Como rectificar es de sabios se ha incluido la referencia (gracias a la observación de Joaquinrafae), que en la primera redacción no tenía, de una placa que instaló el Ayuntamiento de Córdoba en el año de su 150 aniversario 1996, delante de lo que fue su puerta principal, .
Fotografías AMC, Google y red
Bibliografía Paseos por Cordoba
Tienes razón con eso de los taurinos, con lo dados que son a las chorradas conmemorativas (por cierto, que se acerca la de la Gran Desgracia y de nuevo plañideros de irisado verbo regurgitaran litúrgicamente su llantina litúrgica) y ni siquiera han sido para pedir una placa en recuerdo del lugar donde se montaban históricamente sus orgías de sangre.
ResponderEliminarE iba a aportar una anécdota que yo pensaba que había ocurrido en la plaza de toros, pero al ir a la fuente, Cordobapedia, descubro que no ocurrió en ella sino en un circo: la pelea de un toro y un elefante a finales del XIX.
Sucedió tambien, que cuando se celebraba el espectáculo Holiday on Ice, se cayó un reflector que hirió a
ResponderEliminaruna expectadora.
Manolo para la conmemoración que dices, un año iban a contratar a mi hijo Gabriel para que amenizara un acto floral con música. Al final no se que hicieron. De todas formas considero que los taurinos, como cualquier tribu urbana, hagan lo que les plazca sin "porculear" a los demás. Pero es significativo que no hayan dejado la impronta y lo que queda sea floral de África o de Elche.
ResponderEliminarRayiv, muchas gracias, creo recordar algo de eso que dices, aunque vagamente ¿Te acuerdas del año?
ResponderEliminarSr. Muñoz:
ResponderEliminarEn relacción al espectáculo Holiday on Ice,creo que fué sobre el mes de mayo del año 1962.
Muchas gracias "Sr." Rayiv -lo entrecomillo cariñosamente porque me has puesto a mí también de Sr.-. Queda la fecha registrada.
ResponderEliminarUn abrazo.
En mi memoria solo queda cuando construían Galerías Preciados, pero me cuenta mi madre que la plaza no era muy segura, y que pasaba miedo cuando iba a ver los toros con mi abuelo (que por cierto fue novillero sin suerte)
ResponderEliminarMe ha contado varias veces que la entrada era por unas galerías estrechas y unas escaleras a medio caer que ponían los pelos de punta, y que dentro de las gradas se sentía la debilidad del edificio, como si constantemente amenazara con caerse.
Por cierto, que alguna que otra conmemoración fascista también hubo en la plaza.
Si efectivamente, tenía visos de ruina y de haber sido poco reparada. Escaleras estrechas, barandillas que a la primera de cambio ya ves, y callejones lóbregos, desde luego no pueden ser alegres lo de un sitio dedicado a la muerte.
ResponderEliminarHasta hay por ahí una exhibición de la sección de bicicletas de la Guardia Municipal y de las motos, y claro a ser un local de ese aforo para los actos patrios también se utilizó para ello.
Además de las palmeras y muy próximas a ellas, junto a la actual parada de autobuses, existe un indicador vertical con un pequeño mozaico de cerámica en el que se recuerda la existencia de la plaza de toros en ese lugar, representando la entrada principal de la plaza.
ResponderEliminarNunca llegué a entrar a la plaza, pero entre mis recuerdos infantiles está la visualización del patio de la entrada desde la altura del autobús cuando se detenía en dicha parada y el ver las obras de construcción del edificio de Galerias Preciados por la noche, ya que existían turnos continuados y el edificio, creo recordar se levantó en "muy poco tiempo"
JoaquinRafae, voy a ver si le hago un días de estos una fotografía. Desconocía su existencia, muchas gracias por la información. Una vez fotografiado haré le descarga en favor de los taurinos por no olvidar la Plaza de los Tejares.
ResponderEliminarGracias a la observación de Joaquínrafae, he incluido unas fotografías de una placa de azulejos, obra de F. Rivas, que instaló el Ayuntamiento en 1996 con motivo del 150 aniversario de su construcción, que se me habían escapado con anterioridad. Desconozco si fue a instancias de los taurinos o iniciativa del Ayuntamiento.
ResponderEliminarAprovecho para dar la gracias a Joaquinrafae y pedir disculpas por el fallo.