Cabecera de la Web de Juan Guijarro
La primera vez que fui a Doña Mencía, lo hice con mi amigo Juan Guijarro, que es oriundo de allí. Me enseño su pueblo con orgullo, e incluso donde trabajaba con su padre en el olivar, que señaló con un tono de nostalgia, porque lo había perdido hace mucho tiempo, cuando era joven, luego cuando me tocó perder al mío, también ese día estaba Juan, pero forma parte de otra historia. Me llamó la atención la acentuación en la e de Méncia, que nunca le pregunté, Me contó las historias del castillo y el pasadizo por el arco para llegar a la iglesia, que como en todos los lugares tiene su pizca de misterio.
Castillo
Otra vez coincidimos casualmente allí, yo estaba en un festival flamenco en el que actuaba Gabriel, y salí a la calle, entré a un bar, creo que a comprar agua y allí estaba Juan. Le pregunté:
—¿Juan que haces aquí. —le pregunté:
Iglesia de la Consolación
–¿Qué haces tú? este es mi pueblo. —Me contestó. Nada más razonable. Lo verdaderamente raro hubiera sido encontrármelo en Santillana del Mar, por decir un pueblo cualquiera.
Castillo y arco
Hoy hemos visitado Doña Mencía, —yo acentúo la i y no sé si es correcto o no aún—, nos hemos mareado un poco, por aquello de mí deterioro neuronal y no haber preparado la visita adecuadamente. Todo fue como siempre, improvisado. Una vez realizadas las fotografías, aquella en la que tenía interés, llamamos a mí amigo Juan y seguramente tenía el teléfono apagado, porque la señora de Movistar me dijo que le dejará un mensaje, que te cobran bastante bien, y que no dejé.
Torre norte
Utilizamos la ruta de Nueva Carteya, a la que desde Espejo nos incorporamos, entre ese mar inmenso de olivares, de entre los que destacan los del la finca Llanos de Banda, que aunque es del término de Castro del Río, se pasa por ellos. Pues bien fotografíe con un ambiente nublado, que daba una pobreza de luz no óptima, me cabreé con los coches, que hay hasta en la sopa, y que te impiden una fotografía limpia.
Torre del Homenaje desde la calle Llana
La villa parece deber su nombre a la esposa de uno de los capitanes de Fernando III. D. Alvar Pérez de Castro, que se llamaba Doña Mencia López de Haro. El emplazamiento es privilegiado con la serranía Subbética en su flanco sureste. Juan Valera la inmortalizó en varias de sus obras y era un enamorado de ella, la mencionaba como “su tierra” o “su lugar”. Partes de sus textos configuran la Ruta Valeriana que recorre los sitios citados por el famoso escritor. Sus vinos “insuperables, siendo admirables por su aroma, limpidez y sabor”, como dijo Azorín.
Esquina de la calle Llana
Pertenecía a Baena y su independencia municipal la obtuvo en el siglo XVII. Llegamos a la Iglesia de la Consolación, parece que la primera construcción data de 1420, y está en la cercanía del Castillo, luego en el siglo XVIII erigieron una nueva y en 1932 la destruyó un incendio. Hoy es el auditorio al aire libre, lugar que cité anteriormente relativa a la vista a un festival flamenco.
Patio de armas del castillo
El castillo lo levantó Diego Fernández de Córdoba en el s. XV. Se integra en el caso urbano. Tiene torres cilíndricas en sus ángulos y cuadradas en sus flancos. No obstante data de otras épocas anteriores. En época tardorromana, allá por el s. IV y luego en la visigoda. En el s. XIII la Orden de Calatrava levantó una atalaya. Los Fernández de Córdoba en el XV para alojar más cantidad de tropa. Luego fue granero, molino, etc. hasta el s. XX que lo ocupó una congregación de religiosas.
Edificación adosada al paño sur
La calle Llana, es una de las más antiguas de la villa, parte de las murallas del Castillo y una de sus torres principales, en cuya cara que da a la calle, tiene una hornacina de la Virgen de la Cabeza. Calle donde se edificaron sus casas los ilustres del pueblo, en ella se conserva la casa de los Alcalá Galiano y de Valera. Y en líneas generales ha sido la cota visita de una hora, más o menos, a una ciudad cercana a la capital llena de encantos, que merece la pena visitar.
Fotografías del autor Cabecera de la Web www.jjguijarro.blosspot.com
Bibliografía de la Web municipal.
Bibliografía de la Web municipal.
Paco,
ResponderEliminarSigo desde hace mucho tiempo su blog y la verdad es que el contenido es verdaderamente genial.
He visto que en otras ocasiones no duda con hablar de hechos del franquismo aportando opiniones personales.
¿Por qué no dice en la entrada la causa de la destrucción de la iglesia antigua de Doña Mencía?
Las referencias bibliográficas y los periódicos de la época nos señalan que "fue incendiada por mano criminal consecuencia lógica del desorden y sectarismo del régimen republicano".
Creo que la historia hay que contarla al completo, estoy de acuerdo con los comentarios que hace del franquismo pero creo que se ha de ser objetivo también al contrario.
Un saludo y enhorabuena.
Para el señor Anónimo de más arriba:
ResponderEliminarLa diferencia estriba, en mi opinión, en que los desmanes franquistas eran eso estrictamente: franquistas o 'nacionales', estimulados y ordenados por los rebeldes, no simplemente alentados, mientras que la quema de iglesias y conventos y los ataques anticlericales no eran resultado de una inducción por parte de la República, sino en todo caso de una falta de control de los poderes públicos legítimos sobre gentes (hordas) cabreadas con la iglesia, un vacío de poder, un desmadre no una planificación.
Apasionante la historia de Doña Mencía que viuda terminó casándose con Sancho II de Portugal (no lo sabía me acabo de informar gracias a tu entrada pues me ido a conocer algo más de ella por la red).
ResponderEliminarLas fotos que nos has puesto del pueblo dan pinta de ser bello.
Un abrazo.
Estimado anónimo, lamento no conocer tu nombre para agradecerte tu atención nominalmente, por hacer un comentario. Siempre digo que los comentarios son lo mejor de las entradas.
ResponderEliminarCreo que la respuesta que te da Lansky, es parecida a la que te daría yo. Pero quiero añadir que el gobierno de la República no ha quemado iglesias en este país, no cabe duda que se le fueron de las manos posiblemente algunos elementos, pero quisiera añadir también que algunos de ellos eran de grupos afines a los sediciosos, según determinados documentos a los que he tenido acceso. Muchas veces las provocaciones son así, recuerdo como un grupo que se llamaba revolucionario recibía las instrucciones de un teléfono de un antiguo Ministerio, ya en la democracia, y si te acuerdas algunos atentados increíbles ocurrían en los momentos más críticos. Es lo que se llama la política real, esa que no sabemos quien la hace pero que tiene un fin concreto.
Nunca justificaré de ninguna manera la quema de nada, pero puestos a jugar con la balanza de la historia la Iglesia de quemas sabe un rato, pero evidentemente de seres humanos. Los trazos bibliográficos los he entresacado de la Web municipal, pero tú podrías ilustrarnos, según tu conocimiento de los hechos, y suplir mis carencias en este caso, cosa que te ruego que hagas. Dije refiriéndome a la Iglesia de la Consolación que, “en 1932 la destruyó un incendio”. Tu sin embargo amplias estos datos y te refieres al incendio como causa del “desorden y sectarismo del régimen republicano”. A la República la perdió su sentido democrático y carencia de una mano firme. Nunca, desde el primer momento, las oligarquías de este país aceptaron el nuevo régimen, y la Iglesia como siempre preparando el palio, y es más, la nombró cruzada, lo que equivale a guerra santa contra los infieles. Eso responde, no justifica, el cabreo de algunos más exaltados.
Si observas ahora, en nuestros tiempos, también se habla de persecución de la Iglesia, cuestión que me parece una enorme falacia, es el método de calentar a la gente, y el riesgo es que salgan noruegos locos. Nunca la iglesia ha ganado tanto dinero como está ganando en estos tiempos; nunca ha inmatriculado tantos miles de metros cuadrados de propiedades del pueblo, así de claro; nunca ha estado exenta de pagar como cualquier hijo de vecino por ponerte el IBI de la mayoría de esas propiedades; con el dinero del resto de los españoles sigue financiándola este gobierno cuando se debía de autofinanciar con las cuotas u óbolos de sus fieles.
Te agradezco tu observación, y te vuelvo a rogar nos ilustres con la versión que conoces de los hechos, que no sufrirán ninguna censura previa.
Muchas gracias por participar.
Estimado Lansky, muchas gracias.
ResponderEliminarComparto tu observación, y como le he comentado al compañero anónimo, tengo documentos que hablan de como la quema de conventos, además de por elementos incontrolados, se efectuó por instrucciones concretas de la oligarquía. Y esos documentos no estaban escritos por el gobierno de la República.
A mí se me pone la carne de gallina, con muchas cosas; cuando se habla de olvidar, siempre piden el olvido, aquellos a los que no le interesa que se comente nada, aquellos que no han sufrido el desprecio, el terror, y la muerte de seres queridos, a lo largo de muchos años. Es decir piden un esfuerzo extra de sufrimiento a los olvidados de siempre.
Otros tratan, con la expresión de que en ambos bandos se cometieron excesos, equilibrar la balanza que nunca podrá encontrar el fiel. En las guerras se comenten crímenes y excesos, claro que sí, pero la guerra no la comenzó la República, la comenzó un grupo de generales sediciosos y la oligarquía de este país, y ambos grupos fueron bendecidos por el Vaticano, llamando a la guerra civil Cruzada. Esos son los verdaderos culpables de todas las muertes. En Chile estaban con Pinochet, y han estado hasta hace poco, y en el cuarenta Pio XII coqueteó con el nazismo, y en casi todos los sitios están al lado del poderoso al que siempre meten bajo su palio.
Las democracias occidentales abandonaron a esta floreciente democracia, y cayeron en la trampa del nazismo. Es decir prefirieron al nazismo al comunismo, craso error, pues nada más lejos, el comunismo no tenía poder para controlar la República, pero les temían más, por la posible exportación a sus países de pensamientos que no querían en ellos. Evidentemente todo desde mi modesto punto de vista.
Luego están aquellos que comienzan la conversación diciendo, —Soy apolítico. Esa expresión sólo la expresan aquellos eminentemente de derechas, según mi estadística particular. Y estos individuos “apolíticos” me dan un cierto repelús. No quisiera encontrarme con alguno, jefecillo de algo, en una sonada y con una pistola en la mano. Conozco historias de muchos miserables que hicieron de las suyas.
Bueno que me enrollo, saludos.
Eduardo es muy bello. Todos estos pueblos de la campiña cordobesa son maravillosos. Atesoran mucha historia. Hay otro cercano que se llama Zuheros que es precioso, pero es que que no puedo decantarme por alguno sólo. A la vuelta una vez pasada Naueva Carteya, y un mar de olivos (los mejores del mundo) se ve otro que se llama Espejo, del que destaca su hermoso castillo que lo identifica en la distancia. Y si miras a la izquierda Montilla, y Montemayor del que destaca el castillo también. Y si te paras y miras para atrás, para la sierra Subbética, el majestuoso anticlinal de la Ermita de la Virgen de la Sierra te vigila en la distancia. Desde un par de siglos antes de que comenzará la era cristiana, están estas tierras dando fruto a los poderosos a cuenta de la plusvalía que genera el campesinado. Unos cada vez más ricos y otros cada vez más pobres.
ResponderEliminarGracias amigo Paco por poner de cabecera una de mis fotos de mi pueblo, esa está tomada al anochecer desde la Oreja de la Mula. El hierro partido que aparece en primer plano -que yo siempre conocí así-, dicen que era una cruz y alguien la partió. Decirte que aunque el nombre propio Mencia tiene acento prosódico en la "e", en algún momento de la historia o quizás desde la fundación del pueblo, éste de denominó Mencía con acento ortográfico en la "i".
ResponderEliminarYa sabes que me hubiese encantado acompañaros en vuestra visita relámpago a Doña Mencía, pero las últimas tecnologías (móviles) fallan más que una escopeta de caña. Andaba yo a esas horas fotografiando pajarillos en el Tocón, de los que ya he puesto herrerillos y alcaudones, en pleno baño, en mi blog de fauna de la Subbética.
Gracias también por poner a mi pueblo en tu blog, y hablar un poquito de su historia. Por cierto las fotos están muy bien (creo que te compraste cámara nueva ¿no?).
Pues sí, mi pueblo es bonito, lo mejor que hice hace 10 años fue venirme a vivir aquí, y lo que más me gusta de él es que tienes el campo nada más salir de casa.
Veo el comentario de un "anónimo". La verdad, para decir lo que dice, que es un punto de vista como otro cualquiera y tan respetado, se podía haber identificado. Yo estoy de acuerdo en que "fue incendiada por mano criminal", pues fue un crimen contra el patrimonio cultural, social y religioso del pueblo, pero no estoy de acuerdo en que fuese "consecuencia lógica del desorden y sectarismo del régimen republicano", hay que recordar que fueron los sublevados los que pisotearon el orden institucional y crearon un sectarismo único, el suyo, y el que no estaba con ellos ya sabemos.... Pero bueno, para eso hay historiadores. Lo que debemos es aprender del pasado, -aunque yo no tengo muchas esperanzas en que el ser humano tenga capacidad de aprender de sus errores-, y procurar que no se repitan hechos de ese tipo. Por cierto, los talibanes de Afganistán destruyeron recientemente el buda más grande del mundo, que era una obra de arte, en fin, no tenemos remedio.
Yo puedo asegurar que tú, amigo Paco, eres tolerante, lo sé desde hace muchos años....
Un abrazo fuerte
Estimado Anónimo:
ResponderEliminarTu comentario ha estimulado mí curiosidad, sobre el asunto y me permito remitirte a una crónica que firma Antonio Cantero Muñoz, de Motril Cofrade, en la que refiere lo ocurrido en el incendio de la Iglesia de la Consolación en 1932, y en ningún momento alude a la culpabilidad del Gobierno de la República, lo más cercano a lo que tu comentas es: “El convulso ambiente político y social de la década de los treinta del Siglo XX, causaría una pérdida irreparable en el patrimonio artístico de Doña Mencia”. En ningún momento habla de culpables directos, y cita como documentación la prensa de la época y las notas y documentos entre párroco y obispado. En otro sitio dicen "incendio incontrolado" ¿Pero pregunto yo, no pudo ser fortuito? No, seguramente tuvo que ser intencionado y ordenado por la República.
Luego deja caer la prohibición constitucional (¿?) de que no se podían construir iglesias. Pero que a pesar de todo se construyó, y cita la colaboración de las autoridades que fue ejemplar. Detalla los costos de los desplazamientos del personal que colaboró en la extinción del incendio, y al final hace una amplia referencia bibliográfica.
Ahora una observación mía: seguro que al socaire del incendio (sin determinar su intencionalidad y culpables), cuatro años después, algunos inocentes pagarían por el con creces.
Querido amigo Juan.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu presencia, y los primeros que lamentamos el no poder contactar contigo fuimos nosotros, pues nunca podremos encontrar un menciano más de pro que tú para habernos enseñado los vericuetos, que sólo los oriundos conocen, de la historia y rincones de su terruño. Todo como siempre es improvisado, sin planificación previa y claro… otro día te aviso el día de antes y subimos a la Oreja de la Mula –siempre presumo de saber ese nombre pues queda muy bien, pero me lo enseñaste tú, hace la friolera de casi treinta años, o más-.
En aquella visita se me quedaron grabadas muchas cosas, que como verás no se me han olvidado. Tu casa, tu pueblo, tu espíritu de luchador, la añoranza de tu padre y sus enseñanzas, el amor al campo –que sigues manteniendo-, tu madre, la casa de tu abuelos, etc. cuestiones que le iba comentando a Conchi por el camino. Siempre te pregunto por cosas personales siempre que hablamos, porque considero que te mereces ser feliz, y me alegro de que me digas que la cosa va bien. Sabes que Pepe Muñoz te apreciaba mucho, que se sentía muy a gusto contigo, en aquellos momentos difíciles, que lamentó que te fueras, y que no pudo disfrutar de tu vuelta porque cuando volviste él salía.
Las fotos Juan, están realizadas con una cámara normalita, y otra compacta, pues tuve que meter la mano en la reja del castillo y la normalita no entraba. Te digo normalita comparándola con la que me dijiste usas. Aunque las fotografías no son la cámara, sino la sensibilidad del autor, el momento preciso, el encuadre, etc. y de eso me das muchas vueltas.
Muchas gracias también por permitirme usar esa bonita panorámica de tu pueblo, que encabeza tu blog, y por no echarme encima los dudosamente honrados de la SGAE, y sobre todo gracias por seguir siendo mí amigo.
ResponderEliminarEste comentario viene como consecuencia de un anónimo que publico (no sé si será el mismo de la cabecera de los anónimos, al que se le contestó debidamente, por si no es le contesto), y que demuestra la fijación que tienen algunos católicos para la autoflagelación y sobre todo para desvirtuar la realidad. En la entrada que es a todas luces cultural (extraído de datos sobre la población) dice lo siguiente:
"Llegamos a la Iglesia de la Consolación, parece que la primera construcción data de 1420, y está en la cercanía del Castillo, luego en el siglo XVIII erigieron una nueva y en 1932 la destruyó un incendio. Hoy es el auditorio al aire libre, lugar que cité anteriormente relativa a la vista a un festival flamenco."
Pues el individuo anónimo (no sé quién es el que lo escribe) dice:
"La quema se produjo por odio a la iglesia, lo mismo que pasa ahora."
Y me da que pensar que el odio lo encierran las palabras anónimas y la apostilla, "lo mismo que pasa ahora". Es mentira y estos talibanes tratan de crear en los suyos ese espíritu de que están perseguidos. Lo estuvieron durante un corto periodo (entonces no eran católicos), pero cuando los legalizaron, no han parado de perseguir a quienes no piensan como ellos. Han matado y robado directamente a media humanidad para inculcarle sus creencias y la otra media ha sido pasto de las guerras que también por su propia ambición han fomentado. Nunca han tenido más poder que ahora, ni más dominio de un espacio que es de todo el mundo, el espacio público para sus celebraciones sangrientas, ni más dinero.
Y sin embargo un individuo o individua, a un texto absolutamente cultural de difusión de la hermosura de un pueblo de nuestra provincia, de todo ese texto lo único que lee es lo que lee, y pone que la iglesia la quemaron por odio a la iglesia, sin saber que muchas iglesias (ya se lo dicen otros comentarios), no dudo que las quemaran por haber aguantado todo lo indecible de esa casta, pero otras -y está documentado- las quemaron los propios fascistas para culpabilizar o justificar el genocidio que esperaban viniera después y que lamentablemente vino.
Un texto cultural puro que no iba de critica a nadie, me ha dado pie a decirle por este medio al anónimo, que es un intolerante, insidioso y que el odio lo tiene él inoculado en su sangre. Amigo o amiga, siga así y tenga cuidado de no morderse pues se puede envenenar.