Corría el mes de junio de 1931, D. Manuel Azaña, el alcalaíno ilustre, había sido nombrado presidente del Consejo de Ministros de la II República española, la revista Córdoba Gráfica ya por su año VIII, le otorga una portada en el número 173, del 15 de diciembre de 1931.
Esa revista tiene contenidos muy curiosos, desde luego con la óptica del tiempo, ochenta años son muchos años. Queremos dejar constancia de una llamativa inauguración, la de la Farmacia del Correo, esquina Jesús María con Tendillas, entonces plaza de la República.
La calle Jesús María se llamó a sí por el Convento de Jesús y María que existió en lo que hoy es el Cine Góngora, pero se llamó del Correo porque en el edificio de frente al cine, palacio de los Marqueses de Valdeflores, estuvieron ubicada las oficinas centrales de Correos. Esta calle sufrió una remodelación importante, como puede verse en las fotografías.
También se llamó Correo Viejo a la actual calle Ambrosio de Morales, porque también allí estuvieron ubicadas la citadas oficinas bastante viajeras, hasta su definitivo emplazamiento, en 1951, en la antigua calle Málaga, actual Cruz Conde.
En la pared del palacio de los Marqueses existió un buzón que era la boca de un león de mármol negro, o por lo menos me lo parecía a mí, cuando mi padre me permitía echar las cartas en él. Temblando de miedo procuraba echarlas sin meter la mano demasiado, mientras mi padre me levantaba porque no alcanzaba al mismo.
La crónica, que también estaba referida a la inauguración de la Farmacia de San Lorenzo, sucedió el día doce de diciembre de 1931 y dice lo siguiente:
“Farmacia del Correo
También por otro estudioso joven, don José Sánchez Ruiz, ha sido inaugurada el día 12 del actual en la Plaza de la República, esquina a la calle Jesús María otra Oficina de Farmacia cuya instalación está hecha con mucho gusto, estando dotada esta nueva Farmacia de un gran stock de medicamentos.
Esta nueva Farmacia, debido a su proximidad a Correos, lleva por título "Farmacia del Correo".
En el acto de la apertura saludamos al Subdelegado de Farmacia Don José de la Linde; Decano del Cuerpo de Peritos Veterinarios don Marcial Bellido; director de la Casa Socorro don Antonio Ortiz Clot –cuando empezaba con la práctica del ciclismo, este apellido era de un médico deportivo de la Federación, supongo que sería un hijo de éste el que yo conocí-; Subdelegado de Veterinaria Don José Garrido Zamora; Subdelegado de Medicina Don Juan Romaguera Mora; Jefe del Negociado de Beneficencia del Ayuntamiento don Manuel García Prieto –y periodista que fue, director de la Hoja del Lunes y colaborador con Radio Córdoba, fue el enviado a Linares para la cogida de Manolete y el que dio la noticia de su muerte. Su hermano, Miguelito García Prieto, fue compañero mío en Aucorsa, de cobrador de autobús-; doctores Ruiz Martín, Luque, Rincón, Lara, Carreto, Rodríguez Castillo y otros muchos invitados, que fueron obsequiados espléndidamente por el señor Sánchez Ruiz y sus hermanos Don Rafael y don Antonio.
Mucha suerte y prosperidades deseamos a los dos nuevos y jóvenes farmacéuticos señores López Valls -aquí se refiere al propietario de otra de las inauguraciones farmacéuticas de esa día, la Farmacia de San Lorenzo, en Santa María de Gracia 1- y Sánchez Ruiz, al frente de sus respectivas Oficinas de Farmacia.”
Para un chaval era esa Farmacia una referencia de su memoria, creo recordar que tenía un termómetro de calle en el que se visualizaba la temperatura del estío, que no se diferenciaba mucho de la actual. Me acuerdo de haber visto ahí 52º centígrados, posiblemente sería una alteración del termómetro.
Hay que reconocer que entonces no había, aparatos acondicionadores de aire, ni vehículos automóviles, elementos que inundan la calle de temperatura, los primeros echando a la misma el calor interior de las casas y los segundos el de sus motores, incluso ni ventiladores en las casas, el que lo tenía era un lujo.
Pues bien la farmacia la tuvieron los Sánchez Ruiz hasta el año 1960, que la compró el Sr. Morales que la dirigió hasta su muerte, que sucedió en 1994, año en que la titularidad pasó a su hija Doña Rosario Morales Albelda, que es quien la regenta actualmente. Hablando con ella, quién muy amablemente me atendió, me dijo que el mobiliario estima lo renovó su padre, y que no recuerda si queda algo de ese tiempo. Le entregue a Doña Rosario, una copia de la reseña periodística de la inauguración, y la fotografía, cuestión que agradeció.
No quise preguntarle más datos, primero porque no es normal dárselos a un desconocido, y segundo, porque en realidad el motivo principal de esta entrada en el blog, es la inauguración, hace ochenta años, de un establecimiento de farmacia, que estaba entonces muy bien dotado “de un gran stock de medicamentos”.
Fotografías del autor, del AMC, y de la Revista Córdoba Gráfica.
Bibliografía de la citada revista.
Eres un pozo de sabiduría, acabo de aprender otra cosa de Córdoba que desconocía.
ResponderEliminarUn saludo.
Emilio es cuestión de curiosidad y mirar en muchos sitios, la sabiduría es otra cosa.
ResponderEliminarPaco... perdóname mis preguntas pero es para que me entere mejor: ¿el tacón era el palacio de los marqueses de Valdeflores? Luego fue correos y ese edificio en algún momento de fue sustituído por el Simago, ahora Corte Inglés?!
ResponderEliminarEs que son cosas que desconocía totalmente. ¡Qué interesante!
Un saludo.
No hay que perdonar nada Diego, todo lo contrario. Vamos a ver, el palacio de los Marqueses de Valdeflores estaba ahí, y el tacón formaba parte del mismo, así como una casa por el otro lado, por Juan de Mena. Luego fue Correos, y cuando se llevaron correos a la calle Málaga (Cruz Conde) en el cincuenta y poco, se alineo la calle. La fotografía número seis se ve a la derecha un poco del derribo del alineamiento, a la izquierda el estanco, el barbero y el fotógrafo. También había un Bar, Casa Guerrero. En este bar sucedió un episodio de amores en el que el marido, salió con media oreja menos, de un bocado que le dio quien le quitaba“la honra”. Fue muy sonado en la Córdoba provinciana de mediados del siglo XX. Luego después Simago el de los “pollos con mala cara”, además de una casita por la parte de arriba cercana a las Tendillas, que se sumó al proyecto. Ese edificio da a la calle Juan de Mena y ahora se enlaza con el Palacio del Cine. Si lo ves en el plano catastral es enorme.
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