Una vista general
Me causó una cierta impresión, agradable desde luego, conocer el subsuelo de la Corredera. Cuando habías conocido el Mercado Central, o la “Plaza Grande”, como se la conocía y luego la subterránea, que no contó con mucho éxito en su corta vida, posiblemente por la diversificación comercial que se fraguaba y la implantación de mercados en distintas zonas de la ciudad, volver a recordar siempre es agradable.
Bajando al Laboratorio, Maribel Gutiérrez en primer lugar
Había oído decir que los subterráneos –siempre el misterio de los pasadizos secretos- de la plaza de la Corredera, contenían los almacenes de restos arqueológicos de la ciudad. Y aunque no es mentira del todo, lo cierto es que lo que existe allí es el Laboratorio de Arqueología, que está encuadrado en el Servicio de Proyectos de la Gerencia Municipal de Urbanismo, y a su vez colgado del organigrama de la Oficina de Arqueología.
Laboratorio de Arqueología, que se creó desarrollando el Convenio para la Investigación Arqueológica en Córdoba, suscrito con la UCO. ¿En qué mejor sitio podría ubicarse el laboratorio que, en subsuelo de un lugar tan notable a lo largo de la historia de la ciudad, como es la Corredera? De este lugar se extrajeron los mosaicos que le dieron el nombre, a la Sala de los Ídem, del Alcázar, como puede verse en la fotografía anterior.
Pero además, las dependencias técnicas citadas, conviven con los restos de una casa romana perfectamente integrada en una de sus salas. La arqueóloga Maribel Gutiérrez, fue la encargada ese día de mostrárnosla, fue la agradable cicerone que nos la explicó detalladamente. Con esa cualidad innegable, que tienen los jóvenes profesionales que aman su profesión, de contagiarte la ilusión por su trabajo. A la vez, nos enseño trabajos de otros compañeros, y módulos didácticos, para despertar en los más pequeños inquietudes investigadoras.
Para situarnos in loco –que creo que significa lo mismo que in situ-, debemos tener en cuenta que estamos extramuros, en la Córdoba romana, a una cierta distancia de la protección de las murallas de la ciudad, en el campo posiblemente en un pequeño barrio de las afueras. Lejos de las vías principales de salida de la ciudad, al sur del circo, porque la puerta de Roma nos coge algo lejos. En el plano virtual el barrio de la derecha, entre los dos arroyos, está ubicada la casa de la Corredera.
Para hacernos una idea de la vista es complicado, si la antigüedad de la casa es republicana, aún no estaría el Templo de Claudio Marcelo y ni siquiera el circo. Si por el contrario estamos en época más moderna entonces podríamos ver, si mirásemos desde el patio o la puerta de la casa, hacía el oeste en lo alto, la inmensa mole majestuosa del Templo,
a la derecha hacía el norte el Circo, y hacia el sur el río, y el granero que fue la campiña, no sabemos si ya estaba roturada o no. Dependiendo de la época en la que nos situemos, republicana o agustea, haciendo un esfuerzo imaginativo, llegaría o no la muralla hasta el Betis.
Vista general y pavimento de ladrillo en espiga
Las fotografías adolecen de calidad, por la escasa luz y la pobreza de la lámpara sobrevoltada incorporada en la cámara, pero es de lo que disponemos. La parte de la casa que nos ocupa, posiblemente fuera la parte menos noble del conjunto, aunque los restos corresponden a un estanque recubierto con pavimento de ladrillo en espiga, y un pozo, que puede o bien sugerir algún establecimiento termal, o lo mismo pero de una casa importante, teniendo en cuenta los hermosos pavimentos musivarios que salieron en los alrededores.
Casa romana de la Corredera, del subsuelo de la Corredera, Laboratorio de Arqueología de la Gerencia de Urbanismo de Córdoba, vivero de profesionales de la arqueología, y de otras disciplinas anexas, que si bien de momento siguen las pautas, normales del equipo directivo, cuando tengan que hacer el vuelo en solitario, saldrá a relucir la idiosincrasia personal de cada uno/a y eso revalorizará su personalidad y profesionalidad.
Lo cierto es que es apasionante, aunque nos repitamos, teniendo en cuenta que la cota es unos metros más baja que la actual, volvemos a imaginar el espectáculo del templo hacia el oeste que, como es lógico, se vería más alto de que lo es ahora, e incluso se enmarcaría en el cielo, o la inmensidad de la muralla bajando hacia el río, que también se divisaría desde allí por la suave pendiente hacía la ribera desde la situación de la casa noble, el establecimiento termal o lo que fuese.
Fotografías del autor, la de los mosaicos del AMC, la virtual vista de la ciudad romana, de Gómez 2002,183, y la aérea de Google.
2 comentarios :
Que yo sepa,la entrada a ese lugar,
no es libre al público en general,
cosa que no entiendo.Hay muchas cosas que no entiendo,en el mundo arqueológico cordobés,esa es
una de ellas.La cultura está para
el pueblo.
Cuando descubrieron el mosaico,ya vivía en la parroquia de San Pedro.
Me pasaba muchas horas contemplando
las labores que hicieron.Desde arri
ba,era muy bonito verlo,espectacu
lar diría yo,mejor que en su posición actual.
Saludos
Me lo imagino Carlos, verlo en su lugar de origen. Eso está en una oficina, para entrara donde está tienes que pasar por una habitación previa donde está el personal trabajando y hay mucho material de diversa índole y valioso por todos sitios, esa es la dificultad que entiendo. Otra cosa sería que pudiera haber un pasillo directo al lugar, y la entrada libre sin controlar sería imposible, eso desde mi punto de vista. Lo ideal lo que tu dices.
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