Entrada al conjunto megalítico de los Dólmenes de Antequera
Quien haya visto la cueva de Menga hace treinta y pocos años, y visite ahora el conjunto verá que el cambio es espectacular, con sus luces y sus sombras, con errores y aciertos, el esfuerzo de la Comunidad Autónoma ha sido importante. La última vez que la visitamos fue de vuelta de Málaga, de un bautizo, y tuvimos que buscar a una persona que era quien tenía la llave de acceso, sólo visitamos Menga. La recuperación de ese espacio megalítico, nos transporta a un mundo lejano, complicado, cuando el hombre no se miraba en las sospechosas agencias especulativas que, con sus consejos a veces criminales, hunden las economías de los países, algo más que sus dirigentes con el derroche las tenían hundidas. En ese tiempo la supervivencia era la del más fuerte, no la del más sinvergüenza y especulador.
Edificio de recepción de visitantes
La referencia de llegada al conjunto podría ser, desde Córdoba por la N331, buscar la estación de ferrocarril –procurando no os vean la cámara fotográfica- y a partir de ahí tres glorietas dirección Málaga, y a la derecha. Si por el contrario entráis por la autovía desde Córdoba o Granada, salida 102, carretera de Archidona, dirección Antequera, cinco glorietas y a la derecha.
Maqueta del centro, a la derecha Viera y Menga
Llegada al centro de recepción. Amplio aparcamiento para vehículos de todo tipo. Amabilidad y una proyección de un documental sobre la teoría de la construcción de los monumentos. Como quiera que en este momento están en obras no pudimos visitar el Centro Solar, plaza circular ubicada en el Camino a los Cúmulos. Esta plaza está alineada con el dolmen de Viera y su orientación lo es al equinoccio de otoño. La plaza tiene una doble función: funcional y astronómica. Tiene un muro cilíndrico que incorpora el perfil del horizonte, señalizando los ortos solares, como aquello de “nacer el sol por Antequera”, en los días del año y la hora exacta de la pasada del sol. En el pavimento ordenado dirección este-oeste existe un reloj solar de tiempo verdadero y otro horizontal. Un banco se transforma en la meridiana que marca el mediodía a lo largo del año y además se pueden observar las orientaciones de los distintos dólmenes de la península.
Plano del recinto a la derecha el cerro Marimacho
En otro lugar de la plaza está el Memorial de los Dólmenes, la estatua del caminante y el olivo centenario que estaba en el atrio del dolmen de Menga. Una serie de monolitos al estilo del de Stonehenge en la llanura de Salisbury (Inglaterra), permite homenajear a todos cuantos han contribuido a la valorización de los Dólmenes de Antequera.
Vista del recinto sin el Romeral (Google)
Este conjunto megalítico es uno de los más importantes de Europa. Como todo muestra una diversidad de métodos constructivos, pero en este tipo de monumentos lo esencial son grandes bloque de piedra, que verticalmente situados configuran grandes cámaras, que a su vez son techadas adinteladamente con otros bloques o cúpula falsas. Su utilización eran con fines funerarios o rituales, posiblemente con el culto al sol, que era quien les daba el punto para las cosechas. Las primeras comunidades de agricultores y ganaderos al haberse hecho sedentarios, desarrollan esta forma de monumental arquitectura, parece que desde el Neolítico, o seis mil quinientos años antes de nuestra era. Cuando son cámaras mortuorias, conservan una serie de datos culturales y genealógicos de sus habitantes de incalculable valor, como lugares de culto se realiza en ellos ceremonias relacionadas con los antepasados y la fertilidad de la tierra.
Detalle de Centro Solar
Estudios recientes determinan que los que crearon los monumentos que reseñamos, fueron las comunidades agrarias de las tierras del Guadalhorce. Los restos de asentamientos en los alrededores del periodo Neolítico y la Edad del Cobre, entre 2200 y 5000 antes de nuestra era –se pierde uno con tantos años-, lo atestiguan. También en El Torcal, y en la sierra de Molina se han encontrado otros asentamientos, en la Cueva del Toro, de la Pulsera o de la Higuera. Los estudios sobre esos lugares han permitido conocer cómo vivían, de que tecnología disponían y también de su economía, aunque parece que de esto último no sabe nadie, a no ser que sea para especular.
Estatua del Caminante y Olivo centenario (foto J. Pérez González)
Uno de los lugares más próximos a los monumentos se sitúa en el Cerro del Marimacho, a unos 200 mts al este de Menga y Viera, pequeña aldea al aire libre con viviendas semi-subterráneas, aunque parece improbable que estos fuesen los constructores de estos enormes monumentos, pues unos pocos individuos no podrían llevarlos a cabo. Se estima que pudieran ponerse de acuerdo varia comunidades, con el denominador común del culto religioso, pero viendo el documental de la supuesta construcción, nada más que pensar en el traslado de los enormes pedruscos se inclina uno a pensar en otras soluciones constructivas de ficción.
DATOS VISITAS:
Domicilio: Carretera de Málaga, 5
29200 Antequera (Málaga)
Telf. Recepción: 952712206/07
Visitas: 952712208 /670945453
www.juntadeandalucia.es/cultura
visitasdolmenesdeantequera.ccul@juntadeandalucia.es
Horarios: Martes a sábados: de 09,00 a 18,00 h.
Domingos: de 9.30 a 14,30 h.
Cerrado todos los lunes, los días 1 de enero y 25 de diciembre.
Media hora antes del cierre finaliza el acceso.
Monumentos del conjunto:
Fotografías del autor Google y J. Pérez González
Bibliografía del folleto y varia.
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