El edificio que contiene el Museo está en la calle Cañada nº 7, era el antiguo molino de D. José Alcalá, que estuvo en funcionamiento hasta el año 1959, y cuya maquinaria procede del siglo XIX. En esta almazara se molían habitualmente de dos a tres mil kilos diarios, de frutos procedentes de olivares Chitajillo y Vela.
Es un funcional y moderno edificio que nos permite conocer el cultivo del olivar y la aceituna, y está perfectamente diseñado para que el recorrido nos lleve por el mundo del aceite. Actualmente, dispone de una superficie expositiva de más de 800 m2 distribuidos en dos plantas con más de ochocientos metros cuadrados de exposición.
Tiene dos plantas, en la Baja está la recepción y la “moderna almazara”, cuya maquinaria se restauró y puede volver a funcionar en cualquier momento. Una serie de contenidos nos permite conocer la historia del olivar. También una sala de usos múltiples nos acerca visualmente al citado mundo.
Molino
Una vez recorrido el molino, deleitado con la maquinaria de su época, admirados de que un pequeño motor eléctrico era el que ponía en movimiento todo el entramado industrial a base de poleas aéreas, la batidora, la bomba hidráulica para la prensa, etc. Luego la bodega y una sala en la que podemos ver su historia.
Luego una escalera nos lleva a la planta alta donde nos encontraremos la posibilidad de interpretar las diversas utilizaciones del aceite y la aceituna, desde la luz, calor, generación de energía eléctrica, utilización como medicina, artesanía y como lo esencial la cocina y la alimentación.
Un espacio lúdico para conocer más del producto, “El Óleotaller”, y la sala donde conoceremos la denominación de origen, en este lugar se pueden degustar los aceites de la denominación de origen Baena.
Luego existe un Centro de Documentación, una sala de Exposiciones Temporales, que hacen de este Museo un aula permanente para conocer el origen del porque de la importancia del olivo en la antigua Roma y en la antigüedad.
Se recompensaba a los militares victoriosos y a los que habían prestado al imperio servicios extraordinarios con coronas de ramas de olivo trenzadas. La paloma que después del diluvio bíblico soltó Noé, volvió con una rama de olivo en la boca símbolo de la paz, de que la maldición había acabado. Y así sucesivamente hasta nuestros días.
A la salida, en un hermoso patio, un viejo olivo te despide majestuoso de una visita a un Museo que es un lugar importante que hay que ver. Nosotros tuvimos la suerte de que nos atendió una atentísima chica, por su juventud, me parece recordar que de nombre María José, y que estaba en estado de buena esperanza, que disfrutó explicándonos el museo y aderezando la explicación con anécdotas del mundo del olivar familiar. Y sobre todo acostumbrando a los visitantes al oro líquido andaluz.
Planta alta con una aceituna gigante
Exposición
Sala de actividades
Denominación de origen
Un diccionario del argot olivarero interactivo
El centenario vigilante de la salida.
Horarios:
TEMPORADA DE INVIERNO: Martes a sábado: de 11 a 14 h y de 16 a 18 h. Domingos y festivos: de 11 a 14 h. Lunes: cerrado
TEMPORADA DE VERANO: Martes a sábado: de 11 a 14 h y de 18 a 20 h. Domingos y festivos: de 11 a 14 h. Lunes: cerrado
Museo del Olivar y el Aceite. Tfno: 957691641 info@museoaceite.com C/ Cañada,7. 14850 Baena, Córdoba. España
Enlaces:
Fotografías. Del autor y del folleto.
Bibliografía del folleto y otras fuentes.
Todo muy interesante e instructivo Paco, eso si el olivo centenario de la foto más que vigilante parece preso entre cuatro paredes (le falta horizonte que contemplar).
ResponderEliminarUn saludo.
Eduardo como se nota que la primavera ha llegado también a Torrelaguna.
ResponderEliminarMuy poética la frase final.
Un abrazo.
Mi tía tenía un pequeño olivar en
ResponderEliminarBaena,recuerdo que en la alacena guardaba una gran tinaja con tapadera de madera,llena de un
aceite oscuro y denso.Con un cazo
de madera sacaba el aciete.
Aún recuerdo el olor de esa alacena
de pueblo,donde guardaba ese delicioso aceite y pan redondo blanco,que duraba para varios días.
Por supuesto que los desayunos,eran
como los de Cesar,el emperador ro
mano,pan con aceite y olivas de la Bética,así me crié yo tan sano,en
épocas de hambrunas.
El aceite de mi tía,era a cambio de
las olivas que entregaba en el molino.Aceite para todo el año.
Si alguien tiene un niño débil,que
lo mande un tiempo a Baena,volverá
sano como un roble,por su aire sano
de Granada,su pan y su aceite.
Saludos.
Un recuerdo muy bonito y muy sano Carlos, muchas gracias.
ResponderEliminarUn saludo.
Genial entrada Paco, como siempre digo, no sé como lo haces pero siempre dan ganas de ir a visitar cada lugar que nos cuentas por el blog.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el diccionario interactivo jajaja Ayer aprendí una palabra nueva que se usa mucho en la zona de Villa del Río y Andújar, el arremate, que según me contaron es un "perol" que se hace cuando se termina la aceituna, porque, yo que he estado desde chico y hasta este año cogiéndola (y supongo que hasta de viejo) te digo que es una cosa para celebrarla por todo lo alto! "¡Qué jartura de asituna!"
Diego, gracias me alegro mucho, de verdad. Lo verdaderamente cierto es que que tenemos alrededor muchas cosas que merecen la pena conocer y ver.
ResponderEliminarEse diccionario está diseñado para las visitas, me imagino que los escolares irán a verlo, y los adultos también.
La palabra es lógica, el remate es el final de algo, y el arremate ya es el no va más.
La voy a poner en:
http://notascordobesas.blogspot.com/2010/02/argot-de-palabras-cordobesas.html
porque no estaba.
Paco te recomiendo la Semana Santa
ResponderEliminarde Baena,pasar un día en sus calles,en sus tabernas disfrutando
de los vinillos de Doña Mencia y
sobretodo los tambores,todo el día
el sonido desenfrenado de los tambores.El mejor día para la visi
ta es el viernes por la mañana.
Si te llevas una cámara,vas a disfrutar.
Saludos.
Gracias Carlos, estuve un día y acabe de tambor hasta allí. Pero no deja de ser una atracción, lo malo es lo del vinillo, que como no vayas de pasajero en otro coche...
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