Día 26 de enero 19,30 h. con algo de retraso. El salón de la Escuela de Relaciones Laborales lleno. ¿Qué lo llenó, la curiosidad, la ilusión, la necesidad de algo…? En principio estimo que la curiosidad, allí había algunos residuos de antiguas organizaciones políticas, o antiguos residuos de organizaciones políticas. ¿Qué buscaban? Muchos lo de siempre, pero la verdad es que es dificil precisarlo, pero estaban.
Rosa Colmenarejo presidía y Pepe Larios era un poco el introductor de embajadores, la estrella Juan López de Uralde. Las presentaciones de rigor, y Juan López tomó la palabra. Describió el proyecto EQUO a mi disgusto con demasiados frentes, en un mundo desconocido de cifras, de tantos por ciento. La opinión generalizada es que no tuvo mucha garra, no enganchó. Por eso del titular (idea de Alberto), coincidimos en ello, pero claro él es un profesional. La mayoría queremos algo, necesitamos algo, cambiar el modelo, por eso lo del “color de la esperanza”. Nos resbala lo que hay.
Un debate con preguntas, algunas más interesantes que otras, como es natural. Tardó el respetable (perdón por la expresión taurina) en calentarse para preguntar. A las mujeres les tuvo que dar Rosa una “regañina” por su escasa participación, esto sigue siendo un mundo de hombres… lamentablemente. Las respuestas; muchas académicas, muchas frías sin garra, como el conjunto. Juntar a doscientos ilusionados, curiosos, desengañados, en esta ciudad no es fácil. Hay caldo de cultivo, pero seguro se fueron con muchas interrogantes.
Hay que ver qué ocurre. Yo salí preocupado por mis nietos ¿Qué mundo le dejaremos? Eso está ahí y parece cierto y a uno le preocupa más, lo más directo. Pero sigo diciendo que demasiados frentes. La izquierda al uso sólo tenía la lucha por el cambio de la sociedad, era un cajón de sastre desde luego, pero eso enganchaba. Me pregunto ¿cómo se pondrán de acuerdo todos esos pequeños grupos, casi atómicos, en los que está convertida la lucha ecologista de este país? Que además me pareció que no estaban todos en la sala. Que coctel saldrá de la coctelera. Es bastante complejo. Afortunadamente el enemigo es el común, el capital, siempre esa lacra.
La primera prueba de fuego de EQUO está a la vuelta de la esquina, las elecciones municipales. La verdad es que necesitamos algo que ilusione, que recupere perdidas esperanzas, pero… ¿es este proyecto el que las generará? Muchos interrogantes. Juan López dijo que el fracaso es una opción. Esperemos que no lo sea mucho. Suerte y al... no, al toro no, suerte que el camino es largo. Habrá desde luego que estar atentos, pero de momento… en mi opinión todavía verde ¿demasiado? el tiempo nos lo dirá.
Amigo Paco he estado buscando algo sobre EQUO y la verdad no me llena, no lo veo, sera que a estas alturas estoy ya tan decepcionado, que ni el ecologismo, ni lo verde, ni lo natural, ni nada que tenga que ver con la naturaleza (llamemos lo así)casan con la política.
ResponderEliminarUn saludo.
Bueno, no es para tirar cohetes pero de alguna forma y con alguien hay que empezar, no es plan de quedarse solo en el lamento y dejar el campo expedito a los del partidismo, que no dejan de ser unos lacayos infames del capitalismo.
ResponderEliminarAmigo Emilio,
ResponderEliminarEs la desilusión de todo el mundo, y todos estamos contagiados, pero bienvenidas sean todas las posibles ideas que apunten en la misma dirección.
Paco
Comparto lo que dices, y esperemos cuaje la idea, por el bien de todos.
Un abrazo a los dos
Amigos físicos y virtuales, creo que la principal ventaja de Equo es que está por construir, y por tanto todavía podemos, al menos en Córdoba, construir lo que queramos con ella. Ojalá pudiéramos olvidar la política y dedicarnos a recorrer el monte y disfrutar de la naturaleza y la vida, pero por desgracia si les dejamos los políticos se encargarán de que no podamos hacerlo.
ResponderEliminarPor eso, aunque tengamos cosas más interesantes que hacer, me temo que hay que plantarles cara, y hoy día la única forma de hacerlo es mediante la política. Intentaremos hacerlo de forma mejor que los otros, y si no al menos lo habremos intentado.
Manolo Trujillo
ResponderEliminarDe recorrer el monte y disfrutar de lo que tenemos eres un experto que envidio. Y estoy en esa misma tesitura, es necesaria aunque lamentablemente lo único que entienden es acciones como la de Túnez, Egipto, Islandia (está menos agresiva), etc. El mundo sólo cambió con la Revolución Francesa, Rusa, china y otras muchas, pero al final se van desvirtuando por la propia forma de ser de los humanos. Pero los que somos mayores, viejos, o hemos recorrido ya bastantes centímetros del maldito metro, sabemos que es difícil, pero necesario a la vez. Por eso debe abrirse la puerta a la esperanza y los brotes verdes, no referidos al ecologismo, sino a la juventud, deben nacer. Una juventud sin futuro, pero también apática, y ella es la que debe dar la nota y empujar porque se juegan mucho. Evidentemente los desengañados permite que estemos en situación de disponibles, en el ánimo de colaborar en la medida de nuestras posibilidades. Cualquier cosa que pretenda hacer un mundo mejor bienvenida sea, sobran muchos “arcardes”, giles, y chaquetas cambiantes, iba a decir “colorás”. En suma muchos profesionales, lo que pasa es que la génesis del proyecto, sin quitarle el mérito que tienen está llena de profesionales.
Manolo mucho ánimo, en el fondo merece la pena.