ASESINATO DE SISSI ( ROMY SCHNEIDER )

Hoy repasando mí filmoteca personal, me he encontrado con unos títulos de la actriz alemana, nacionalizada francesa, Romy Schneider, bella donde las haya, que nos presentó una imagen candorosa y delicada de una decadente nobleza centroeuropea. El paralelismo de su vidas es significativo, posiblemente la de la actriz fue contagiada por el personaje. Voy a empezar por citar la trágica muerte del personaje real.

Asesinato de la Emperatriz de Austria.

Elisabeth de Wittelsbach camina junto a su amiga la condesa de Sztaray, por el muelle del Mont Blanc, a la orilla del lago Leman en Ginebra, en busca del vapor que hacía la ruta de Territet. Venían ambas del hotel Beaurivage de la mencionada ciudad suiza. Como se habrá podido comprobar Elisabeth no es nada más ni menos que Sissi, la esposa del emperador de Austria, Isabel de Baviera, que inmortalizó en la pantalla Romy Schneider. Era el diez de septiembre de 1898.

Bastante público pululaba por la orilla del embarcadero. Sissi iba delante unos pasos de la condesa, ella sufre un encontronazo con un hombre bajito, comparado con los 1,72 de la emperatriz. Cae al suelo, se levanta y le dice a la condesa Sztaray que no pasa nada, que ha sido un tropezón. La condesa le dice de volver al hotel, pero ella insiste en que ha sido un encontronazo y que quiere subir al barco e irse. Suben al barco. Una vez arriba su rostro ha cambiado de color, está muy pálida. La condesa la sujeta pues parece que va a caer. El barco ha iniciado su partida. El capitán que no conocía la identidad de su pasajera, es avisado y le dice que va a volver a puerto, más que nada por su responsabilidad, ella se niega. Pasado unos momentos se queja de un dolor en el pecho, le desabrochan la ropa y descubren una pequeña mancha de sangre justo al lado del seno izquierdo. El capitán da ahora la orden de volver a puerto. La desembarcan y trasladan al hotel donde habían estado alojadas. Al cabo de una hora fallece.

Este es el relato de lo que se demostró después como un asesinato. Los doctores. A. Reverdin y J. A. Mégevand que le hacen la autopsia, declaran en su informe que, “presenta una herida punzante a catorce centímetros debajo de la clavícula izquierda y a cuatro por encima del seno, la herida tiene forma de uve que interesa el ventrículo izquierdo del corazón de arriba a abajo, pequeño desgarro pulmonar y fractura de la cuarta costilla. La herida fue producida por un estilete muy afilado y agudo que apenas produjo hemorragia haciendo que la sangre  cayera gota a gota en el pericardio, lo que hizo que se paralizara muy lentamente la función del corazón.”

Luigi Lucheni, el asesino.

Un obrero italiano, Luigi Lucheni, fue detenido como el causante del atentado. Trabajaba en la construcción de edificio sede de Correos en Lausana. Estaba fichado por la policía suiza pero no lo consideraban peligroso.

Manifestó en su declaración que no tenía nada en contra de la emperatriz ni de Austria, trataba de castigar a una aristocracia que vivía en la opulencia mientras la clase obrera europea se moría de hambre. Eran los tiempos de los grandes movimientos políticos y sociales del siglo XIX, precursores de grandes revoluciones obreras. Nunca dijo estar arrepentido del asesinato, por considerar que había hecho justicia por las muertes de muchos obreros. Si sintió algo de pena por una mujer a la que consideró desdichada cuando dijo: Yo creía haber matado a una persona que vivía en una felicidad insolente. Fue condenado a cadena perpetua porque en Suiza no estaba implantada la pena de muerte, Fue desequilibrándose con el paso del tiempo que lo llevó a ahorcarse con su propio cinturón.

Romy Schneider

La idílica Sissi que nos presentó el cine con una hermosa y bella Romy Schneider, no se le parecía en nada a la mujer real, siempre obsesionada por su físico y que probablemente padeciera anorexia, medía 1,72 cm. y no llegaba a los cincuenta kilos. Tardaba en vestirse mucho tiempo, era fetichista y el ejercicio corporal era otra de sus muchas obsesiones. Sufría grandes desordenes mentales y la melancolía que presentaba era similar a la de Diana de Inglaterra, idolatrada por la gente después de su muerte.

La actriz Romy Schneider, que es el retrato que el cine nos deja de la asesinada Emperatriz, rodó cuatro películas representando a la Duquesa de Baviera. Tres melosas: Sissi (1955), Sissi emperatriz (1956) y  Fatídicos años de una emperatriz (1957) y una algo más seria, Ludwig (1972), con Silvana Mangano como la reina madre, Helmut Berger como Luis II y Trevor Howard como Wagner. Ella decía que “se le pegaba Sissi como la harina de avena”.

En 1981 se le mata un hijo de 14 años al saltar una cerca y seccionarse la femoral. Esto la llevó al alcohol y posiblemente fue la causa de su suicidio, con cuarenta y tres años, un año después que su hijo muriera, en 1982. Su vida personal fue posiblemente tan accidentada y trágica como Elisabeth de Wittelsbach, Duquesa de Baviera. Existen pasajes de su vida que fueron silenciados en la dictadura franquista, la relación de sus padres con la Alemania nazi, con Adolf Hitler, existen fotografías que se la ve con el mandatario alemán en su finca del Nido de Águilas paseando de la mano con él. De todas formas eso no empaña ni su belleza ni su vida, pues era una niña. Creo que todos nosotros tenemos en nuestro recuerdo la filmografía de esta actriz.

Fotografías de la red así como la bibliografía.