Colaborando con el Día Mundial sin Coches.
Hoy es el Día Mundial sin coche, es otro de esos días señalados para llenar el calendario de celebraciones sin sustancia. De otro día dedicado que, si seguimos así, a este paso vamos a tener que aumentar las fechas del almanaque. Justo es decir que la iniciativa es buena, en el ánimo de concienciar a la ciudadanía, en muchas cuestiones, pero que no lo arregla ni el marido (ya fallecido) de mi tía abuela Carmen, que es lo mismo que “Moyano el Latonero”.
Cierto día, se dejó caer por esta ciudad un individuo, que recaló en casa de unos familiares, pensando que venía a una casa en la que lo acogerían con el calor familiar correspondiente, pero sumado a ser una molestia, el individuo no trabajaba, procedía de la bohemia, por lo que era una verdadera carga para los familiares, cosa que no se tapaban de recordárselo. El se arrepintió de haber venido a esta ciudad y haber dejado una vida cómoda donde no le iba tan mal.
Por aquello del destino, de golpe le cayó una mediana fortuna de una herencia. Como era lógico, inmediatamente abandonó la casa de los familiares, que vieron el cielo abierto, y se marchó a hospedarse en una fonda de cierta categoría, Cambió su vestuario, del que destacaba su inmensa colección de corbatas, y al igual que en todas las épocas, lo primero que hizo fue comprarse un coche. Un tílburi.
Tílburi en museo.
Dice la Wikipedia: “El tílburi es un carruaje de dos ruedas y dos asientos que puede llevar capota, aunque lo normal es que no lo haga. El sistema de suspensión consta de unas varas que se unen por detrás por un travesaño y con la caja por dos muelles normales a los del eje, unidos entre sí por dos piezas gemelas. Lleva guardabarros de cuero. Tiene ruedas de gran diámetro, de modo que la caja parece que va embutida en ellas, y esto, unido al poco peso del carruaje, lo hace poco estable y fácil de volcar.”
Pensaba manchar de barro y agua de los charcos a todo aquel que consideraba lo había tratado mal. Llegó la hora del estreno, se sentó ufano en él y dio brida al caballo. Como muchos usuarios de los vehículos actuales de motor, el síndrome de la velocidad también lo tenían los conductores de los de tracción animal. Fustigó bruscamente al animal, le soltó riendas y voló por las calles de Córdoba.
Tílburi de Gustavo Dallara.
De momento, el primer día lo frenó un escaparate de la calle del Arco Real. El segundo día arrolló a una señora que vendía arropías en San Nicolás, la siguiente tropelía fue arrollar a un muchacho, otra a un carrillo cargado de loza, y así sucesivamente. Llegó por sus méritos a convertirse en un peligro y los ciudadanos cuando lo veían corrían apresurados a meterse en portales o cambiar de calle. Los municipales no daban abasto, y consiguió una buena colección de denuncias. Él decía que estaba siendo perseguido por envidias y ese era el motivo de las denuncias, nunca reconocía ser un peligro público. Llamaban a su coche el coche terrible.
Le salió una oportunidad de dirigir un periódico satírico, “La Cotorra”, cuya dirección no tenía sueldo, sin embargo aumentó, para sumar a las del coche, las denuncias, procesos, etc. por el periódico. Consiguió, con dinero por supuesto, hacer una campaña que le permitiera “ejercer su derecho a seguir atropellando a la gente”, ¡vamos el colmo! Claro aquello no dejaba de ser una estupidez y los resultados fueron peores, al final no tuvo más remedio que vender el coche, y más de un periódico de la competencia celebró, que hubiese salido de las calles de la ciudad el “temible y peligroso” vehículo del director de “La Cotorra”, cuando la realidad es que el peligro lo era él. También dejo la dirección del periódico obligado por los gastos que le ocasionaba el mismo.
Otro Tílburi.
Quiso volver a la tranquilidad que tenía antes de haber sido rico. Montó una pequeña industria que le daba para vivir sin tener que gastar de su fortuna. Pero cuando su rehabilitación era un hecho, la tisis, el mal del siglo, se cebó en él. Ahora enfermo frecuentaba un café de la Avenida del Gran Capitán, donde pasaba el día con sus cafés, copas de brandy y cigarrillos. A la mesa donde se sentaba habitualmente, el gracejo popular le decía el “baratillo”, siempre colocaba delicadamente en ella; sus guantes, el paquete de cigarrillos, los fósforos, las llaves de su casa, pañuelo, cartera, pluma y todo cuanto portaba. Un buen día no ocupó el habitual velador, y fue señal inequívoca de que el “terrible conductor” había pasado a conducir por otros lares, en los que las calles son de una sola dirección y nunca se vuelve, ahora sí no te puede multar nadie, que se sepa.
Basado en un artículo de R. Montis de 1929.
Imágenes de la red.
20 comentarios :
Amigo Paco
El coche de gasolina, nunca ha sido el fuerte de Córdoba.
En cambio los coches de caballos si de la a Córdoba, una categoría única.
Córdoba, con sus "enganches" ha
ganado primeros premios en las mejores ferias de España.
En la antiguas Caballerizas reales había un tal Sr. Robles, que puede ser la persona más premiada en España, en este tipo de concursos.
De Valencia, vino un republicano llamado Eugenio Corell, que cerca de los viveros de Santa Marta. Habilitó unas magnificas cuadras de caballos y enganches, que se sumaron a las que ya existían en Córdoba y su provincia.
Nuestros "enganches" y caballos han ganado premios por toda España.
Saludos
Enhorabuena Sr. Estévez por su magnífica cuadra de caballos y, como Vd. escribe, "enganches."Ignoro que fuentes maneja para, con toda rotundidad, decir lo del coche de gasolina,¿será el de gas-oil?, "nunca ha sido el fuerte de Córdoba".
Estamos de acuerdo que esto no es Detroit pero llegar a tanto como Vd. hace me parece, como poco, atrevido.
Me sorprende que califique al Sr. Corell de "republicano".Su familia también lo haría! Tal vez por eso le apee el tratamiento de Sr. que otorga al tal Robles de Caballerizas.
Enhorabuena por su comentario y que no decaiga su "lucha" por Córdoba a la par que le reitero mis felicitaciones por su patrimonio equino.
Paco estos días dedicados alguna cosa o asunto, no es que sirvan de mucho pero bueno siempre hay alguno, aunque sea uno entre quinientos, que si dejan ese día el coche o se toman el asunto del día en serio, pues biembenidos sean.
Saludos.
Amigo Marti
No quiero polemizar con nadie, pero si me gusta aclarar lo siguiente:
-Yo no tengo cuadra de Caballos, ni nunca pensé en tenerla.
-Si a mi una persona autorizada en el tema de caballos y enganches, me habla de un tal Sr. Robles, yo no soy nadie para quitar ni poner Don a nadie. A lo mejor Vd. tiene motivos para hacerlo.
En cuanto al Sr. Eugenio Corell, en el discurso que pronunció en el 1937, Antonio Jaén Morente, en el Estadio de Mestalla (Valencia), por allí se cita como republicano a Eugenio Corell. Otra cosa será los argumentos que usted tenga para decir que eso no fue asi.
En definitiva será su respetable opinión.
Saludos.
Manuel, creo que Martí ha sido irónico sin ánimo de nada. Estimo que es una forma de expresarse sin intención de molestar, claro yo lo veo desde luego desde ese prisma.
Caballos se que no tienes, pero ello no te quita el título de caballero.
Un saludo a los dos.
Eduardo si comparto lo que dices, si algo se consigue pues bueno, pero es que la gente no está por la labor. Seguro que es el tiempo el que va poco a poco convenciendo al personal. Ejemplo: hace unos dieciseis años se intentó reducir el tráfico en Córdoba por una calle céntrica. La intención era cortar una ruta alternativa por el centro que evitaba los semáforos de la ruta principal. Los comerciantes acusaron a la administración de que se iban a arruinar, y poco menos que casi criminal con sus haciendas al responsable de esa cuestión. Hoy, piden peatonalizar hasta las aceras, por ser exagerado. Han tardado dieciséis años en darse cuenta de que el negocio está en los peatones no en los coches.
Vivir para ver. Más vale tarde que nunca.
Tiene razón Pacomuñoz. No trataba más que distendir el ambiente de un post que no se animaba.Ahora ya es otra cosa. Me pareció que el Sr. Estévez empleaba el plural mayestático o que tenía unos datos de los gustos salmorejistaníes que, hasta ahora, habían estado olvidados.¡ Esa marginación del motor diesel!
Lo del Sr. Robles, o el republicano "llamado Eugenio Corell " ya tendría más tela que cortar.Lo dejo ahí.
Por cierto, un nieto de este señor, homónimo del mismo, es un diestro jinete que participa en concursos ecuestres y comparte los gustos hípicos de su abuelo.
No podemos olvidar que las palabras pesan y no siempre son "ingrávidas y gentiles como pompas de jabón", parafraseando a uno de los hijos de "Demófilo".
En fin, Sr. Estévez, no todo va a ser escribir de Caparrines, Chicharitos, Bojollos,-también podría ser Bohollos- Manolines, Carrillos o Gorriones. La lucha, y más si es como Vd. la lleva a cabo "por Córdoba", es dura, difícil y, a lo que parece, larga.
No debemos desfallecer !
Con simple afán lúdico, porque el tema puede ser muy polémico, recuerdo que en la calle Julio Pellicer había unos laboratorios químicos que lamento no recordar el nombre. En un momento dado de los cincuenta, venían a diario a trabajar al laboratorio dos científicos norteamericanos que llegaban cada uno con su correspondiente Cadillac negro y Chevrolet negro azabache y lleno de cromados, y lo aparcaban en la calle Felipe II, aun sin asfaltar. Imaginaos el impacto que tales cochazos producían en nuestra justa vida infantil. Todos los días le pedíamos a Mister Evet -o algo así- que nos diera un paseíto en el cadillac. Y un día lo conseguimos. Nos llevó hasta la cercana Palmera, en el cruce con Alcalde Sanz Noguer.
Fue sin duda la aventura del barrio.
Eladio que interesante. No se lo de las laboratorios. Pero me imagino lo de los coches en la vecindad, y como dices en la chiquillería. Si me acuerdo de los Dodge Dart y concretamente de uno que tenía un chico que era aviador de la fumigación, y novio (no se si se casó, creo que si) con una chica que era dueña de la finca la Palomera. Cuando llegaba con ese coche y aviador, una cosa parecida a lo de los americanos. Eso sería por los sesenta. Luego desgraciadamente se mató en accidente de aviación. Otro suceso que impactó.
Vamos, que al hijop... del atropellador le llegó al final lo que a todo el mundo le llega, y fue él el atropellado.
Tomen nota los ""atropelladores"" de este mundo, que al final, sea por lo que sea, siempre terminan "atropellados" por lo que sea. Aquí no se salva ni el potito.
Creo que he cogido tu moraleja, Paco. Genial, como siempre.
Amigo Paco
Sabes que he sido reacio a partipar en estas colaboraciones, porque me consta que hay muchas personas que como forma de expresarse utilizan el "Latin" o la "ironia".
Yo entienso solamente el Castellano y sin complicaciones.
Por respeto a tu magnifico Blog, hoy he buscado a Francisco Mármol, hombre de 88 años, militante del PSOE, de toda la vida, y que padeció la cárcel en la época del franquismo.
Sobre Eugenio Corell, me ha dicho:
Este hombre era un republicano que vino de Valencia, por poblemas de salud. Se vino a Córdoba y compró en principio una finca en la Ctra. de Palma del Rio (junto Sta.Marta) el desde siempre se consideró y lo consideramos como Republicano.
Este testimonio, unido a la amplia hemeroteca de aquella época, es en
lo que yo apoyé mi testimonio.
El Tema del Sr. Robles
Paco, yo no le puedo negar a nadie que no conozaca bien ni el din ni el don.
Este Sr. vino de Jerez, a optar a una plaza vacante que había de cochero de caballos, en Sementales en Córdoba (Caballerizas Reales). Como sea este hombre se llevó la plaza.
Siendo cochero de Caballerizas, concurrió a infinidad de concursos y fue 14 veces campeón de España, en "ENGANCHES A 4".(4 caballos).
No se si este hombre es buena persona o no, lo que yo informo es de su actividad como cochero.
Saludos
Correcto Manuel, creo que nadie pone en duda que la información que das está basada en datos que has obtenido de diversas fuentes.
Lo que yo pretendía, y pretendo es que no te molestes (que creo no te has molestado) con Marti, porque no hay, a mi modo de ver, mala inteción, y nada más.
Un abrazo
Así es y, además, sin mayores problemas. Estaríamos buenos!
Si no te importa, haz lo que posible para que alguien me responda, porque es el comentario decimotercero....
Amigo Paco
El primer coche que vimos los nenes de mi barrio fue un coche negro no muy grande que enh la puerta derecha tenía un pequeño letrero que ponía:
"Nicolás del Rey, Médico".
El chofer vivia en la casa de paso de San Rafael, y solía aparcar el coche en la plazuela D. Arias.
Se llamaba Antonio González, y uno de sus hijos (el mayor), trabajó de camarero en el Bar Montes de San Pablo.
Este Bar, estaba situado enfrente de la Confitería en la que al dar la vuelta el autobus de Aucorsa, a finales de los cincuenta, se metió en ella liando la mari-morena. El chófer se llamaba Julián.
El primer testigo que acudió a este accidente fue el relojero Luis Castillejo, que tenía alli su taller.
Saludos
Marti, no te entiendo, a qué comentario deseas que te responda, porque no encuentro pregunta concreta. He tratado de conocer algo del Sr. Correl y no lo tengo claro, sólo lo que ha comentado Manuel. Del cochero de Sementales, a lo mejor hasta lo he conocido, mi padre seguro, pues esta familia iban a la panaderia a por el pan todos los días, e incluso Eladio lo puede haber visto alguna vez, ya que hizo la mili en la Zona. O Manuel Estevez que la hizo en Comisaria de Guerra (así se llamaba) lo que después fue la Intervención al principio de Sanchez de Feria.
Te ruego me aclares, por favor, la pregunta que posiblemente se me haya escapado,que no dudes te contestaré.
Concia la casa de paso de la calle Ricardo de Montis, como es lógico la de la Legunilla, la de ISabel II a San Eloy (que le hice fotografías el otro día), pero la de San Rafael no ¿De dónde a dónde iba?
El Bar Montes ¿qué es el pequeño que está casi en la puerta lateral de san Pablo? Porque ya no hay bares hasta el Realejo (antiguos se entiende).
Te agradezco tu interés y cuidado en las respuestas. Lo único que quería, por seguir con el modo distendido y de "buen rollo" habituales, es que alguien continuase la cadencia en el ritmo de respuestas y no acabáramos, presuntamente, el post con un comentario que hacía, precisamente, el número 13º, ni me dejaras "colgado" del mismo.
El presunto mal fario, como el"mal rollo", hay que mantenerlos alejados !
Marti faltaría más, no te ibas a quedar colgado en el trece. Eso creía yo cuando tenái esa edad que me iba a quedar colgado, pero le sumó, afortunadamente, un cinco al uno.
Marti sin problemas, Manuel es una persona estupenda, yo le estoy muy agradecido en muchas cosas de índole personal y lo se de primera mano.
Colaborador de muchas causas y con un gran espíritu de servir a los demás.
Gracias.
Amigo Paco
Efectivamente el Bar Montes, es el que hay actualmente y que creo que se llama "La Espiga", ese Bar en su tiempo estaba regentado por uno de los sobrinos del Sr. Montes.
Era un Bar muy pulcro y estaba muy especializado en tapas de latas de "Conservas", un poco como el Bar Correo. Hacian un gran café, lo digo por las "gransas" tan buenas que facilitaban.
Saludos.
Lo llevó un tiempo el mozo que tuvo el Gallo de Maria Cristina, el anterior al actual que estaba con el de nene, luego desde allí se fue al Polígono de la Fuensanta.
Lo conozco Manuel, ahora es un sitio más "in" (creo que se dice así)
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