viernes, 6 de agosto de 2010

¡¡AL RICO CHUMBO DE LA SIERRA DULCE!!


Plato de higos chumbos
Plato de higos chumbos.

¡¡Al rico chumbo de la sierra dulce!!

Así, sin ponerle coma alguna, y sin construir la frase adecuadamente, era el sonete que tengo en el recuerdo, de la Verbena del 15 de agosto en la Mezquita. Podrían haber dicho, “ricos higos chumbos dulces, de la sierra”, o “traídos de la sierra, ricos y dulces higos chumbos”. Parecía que la dulce era la sierra, o por lo menos eso es lo que interpretaba un niño.

Esta chumbera quiere huir
Esta chumbera quiere huir pero no la deja la alambrada.

Luego pensar como esas personas no se pinchaban las manos, con las microscópicas espinas. Una vez fuimos a unas chumberas, que había en la Cuesta de la Traición, con unas cañas rajadas en uno de sus extremos para cogerlos, y nos pusimos debajo, pues con eso nada más nos pusimos de espinas “hasta la trancas”, sólo las que se llevaba el aire se nos clavaban. La habilidad de pelarlos era un arte, digno de observar. Otros los pelaban y te los daban para que lo cogieras tú, y no los manipularan ellos, máxima higiene.

Chumberas en casa de Luci
Chumberas en casa de
Lucia y Miguel.

Luego estaba el refrán, “Con caracoles, higos y brevas, agua no bebas, vino todo el que puedas”. Decían que un cólico de este fruto era complicado. O lo referido a su poder astringente, vamos estreñimiento. Por eso decía aquello la canción que había que hacerle a la suegra, “hartarla de higos chumbos y no dejarla que cague”.

Solo en la chumbera
Solo en la chumbera.

Lo cierto es que alrededor de la fruta silvestre había mucho de cierto, de leyenda, de tardes calurosas de verano, de recuerdos en suma, y de nostalgia, mucha nostalgia. Cada uno de nosotros tendrá unas vivencias distintas, unas imágenes parecidas.

En la Axerquía de axarquiaviva.wordpress.com
En la Axerquía.

Era subir a la sierra o en cualquier camino de la campiña, recoger el fruto y poner el puestecillo, llenarse las primeras veces de espinas, o ponerse unos guantes de plástico, que ya lo hacían los vendedores más modernos.

Es oriundo de México. Su contenido mayor es agua. Tiene unas 65 calorías por cada 100 gramos. Es rico en vitaminas, betacaroteno o A, niacina o B3, tiamina o B1, riboflavina o B2 y ácido ascórbico. Entre los minerales que contienen, calcio, potasio y fósforo. Las hojas de los tallos son descongestionantes y las infusiones de las flores son diuréticas y antiespasmódicas.

Puesto en Marruecos
Puesto en Marruecos.

El nombre es variado. La planta en Argentina, Bolivia y Chile, se llama tuna, en Colombia, higo. En España chumbera y el fruto higo chumbo, en Andalucía se llama Tuna y Chumbera según las zonas, y el fruto higo tuna, higo chumbo, tuna o chumbo a secas. En Canarias higos picos o tunos, la planta tunera y las hojas pencas. Por aquí se les dice así a las hojas, y a otras cosas también se les llama pencas; “eres una penca”, “me suda la penca del…“, etc.

Una vez habías disfrutado del sabor dulzón de higo chumbo, y te retirabas del negocio, seguías oyendo la cantinela del vendedor.

¡¡Al rico chumbo de la sierra dulce!!


Bibliografía de Wikipedia y foto de Marruecos.
Resto de fotografías del autor.
Según una idea de CCC.

11 comentarios:

  1. Pero chico,de dónde sacas tanta
    energia,para escribir tanto,huauuu,
    no dá ni tiempo para seguirte.
    Pues bueno,ese fruto tan delicioso
    era nuestra debilidad,junto con los
    pobres pajaritos,ya ves fritos,que
    mala idea...Pero bueno en cuanto
    a los chumbos,los chicos de las
    Margaritas,que nos teniamos patea
    da la sierra,ibamos con las cañas
    y os traiamos montones,luego en
    las siestas,previo paso por tierra
    para quitarle el maximo de espinas
    y lavarlos bien,les quitabamos la
    piel y a degustarlos,sin más.
    Es curioso,pero las semillas in
    ternas,su cantidad,está en razón
    inversa a su calidad.Los hay que
    todo son semillas..Pero los hay
    con pocas,tiernos,dulces...ummm.
    ..."ben"

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  2. Ya sabia yo Ben que tu habías sido de los recolectadores. Riquísimos, pero como dices, de molestas semillas. Inevitable el pincharte alguna que como eran tan microscópicas no sabias como quitarlas, se dejaban molestaban un día o dos y se quitaban solas. Te ha quedado por decir frescos.

    Un abrazo.

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  3. Vaya con los higos chumbo, recuerdo que en la puerta del cine de verano de Santa Rosa se ponía un puestecillo de chumbos con una barra de hielo, para que estuvieran fresquitos a mi nunca me han gustado (la verdad es que nunca los he probado), tambien recuerdo que una vez fuimos a coger higos chunbos, pero llevábamos una caña con una lata al final de esta, lo que no me acuerdo es si cogimos o no, eso si de las espinas mi me acuerdo.
    Venga un Saludo

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  4. Eso del hielo era el invento para mantenerlos frescos. Pues échale valor y los pruebas, si te gusta el dulce a lo mejor te gustan. El sistema de la lata era bueno, lo que pasa es nada más que con el aire se te clavaban las espinas, a lo mejor tuviste suerte.

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  5. A mi mujer le encantan y a mi también. Así que consumimos de aquí y de la costa. Sin embargo los de Málaga no tienen el sabor y la dulzura que tienen los de nuestra sierra. Aqui los cojo del Muriano, de casa de un familiar. Suelo ponerme guantes, cogerlos con pinzas o artilugios, barrerlos en arena, regarlos con la manguera, abrirlos con guantes y machete... y al final siempre me quedan espinas en las manos.
    ¿Será la venganza de la chumbera?

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  6. Eladio esta mañana he visto dos hombres con un tenderete y una cubeta llena, uno sujetaba una bolsa de plástico y el otro los pelaba. Dos cortes en los polos y uno meridional y sin tocarlo a la bolsa. Me daba repelús pero no se pinchaba. Es lo que tu dices muchos preparativos, mucha limpieza pera la espina de la "venganza del chumbo" siempre se te clava. En cuanto a sabores no los he comido en la costa, sólo en Córdoba, y claro no se diferenciar.

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  7. Lo de mejor sabor no es chauvinismo, es una realidad en la que quizás influya sol, tierra... no sé. Pero ¿te has fijado en la piel de las manos de esos hombres? Yo si, por pura envidia: suele ser callosa, dura, apergaminada... En ellas rebotarán las espinas o quizás es que nosotros somos "niños de piso" y nuestra piel solo está hecha para la pluma o las teclas del ordenador, pura mantequilla, vamos.

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  8. Eso también lo pensé, es como la planta de los pies de quienes no usaban zapatos que eran como las de los animales, unos zapatos naturales. Nosotros somos como los señoritos que decía el gitano, les pinchas con una navaja y son tan delicados que enseguida se mueren.

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  9. Es verdad,eso de las manos callo
    sas,trabajado,por los 70 en una fá
    brica,tenía que tomar el tiempo a
    una operación concreta en un pro
    ceso de fabricación.Un operario
    sacaba objetos en latón de un baño
    de sulfúrico,para relajar al opera
    rio,mientras que tomaba el tiempo
    podiamos charlar con él.Viendo que
    se relajaba mucho al sacar las
    piezas,del baño.le dije que se
    andara con cuidado,que el liquido
    que humeaba era nada menos que
    súlfurico.Me dijo no hay pega,hom
    bre,si quiere hasta las saco direc
    tamente con las manos,tal cual.
    -"Ya,ya...".Le dije,con sonrisa
    entre dientes.Sin más mete la manos
    desnudas en el baño y saca dos o tres piezas.-Pero está loco?.Le
    dije.-Nada hombre,no pasa ná..
    Me enseñó las manos que eran puro
    callo duro.Ni el súlfurico podía
    con aquellas manos de currante....
    "ben"

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  10. ¡Con una lata, hombre! Lo mejor era cogerlos con una lata agarrada a un palo cualquiera. Con la lata lo podías cortar bien y luego dejar que cayera en ella. Como dice Ben, después a restregarlos por el suelo un rato y finalmente echar a suertes a ver a quién le toca pelarlos. Eso sí: solo uno para cada uno.

    En el camino de Lope García había una chumbera enorme y siempre cargadísima. A veces, con el golpe de una piedra te caían dos o tres chumbos.

    Cuando tenías sed el caldo que te salía, a veces hasta chorreante, refrescaba "una jartá"

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  11. Efectivamente José Manuel, "una jartá". En Lope García por poco me ahogo yo en el río, y eso que estaba con mi padre.

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