Casa regionalista de los jardines del Alcázar
Buscando unas fotografías, de antes de 1950, de la fuente del jardín del Alpargate, en el Archivo Municipal, en sus fondos fotográficos, tuve la oportunidad de volver a ver unas imágenes del Alcázar.
Mis recuerdos más antiguos del Alcázar son de cuando era cárcel militar, de las historias que me contaba mi tío Pepe que ejerció allí su profesión de las armas, que cuando ponía de comer a la tropa, según opinión de un viejecito que había servido allí con él, se notaba y le tomaban odio sus compañeros, los tenía a todos en contra. No sisaba nada, al contrario de lo que hacían los demás, el honor y todas esas cosas sublimes del oficio, parece que sólo eran patrimonio de José Gallego.
La casa de los jardines del Alcázar
Entonces se entraba a la Cárcel por la cuesta del mismo nombre, hoy Teresa Jornet. La Avenida que parece que pronto va a ser peatonal no existía, eran huertas, y una de ellas la de Antoñita. Los seminaristas jugaban al balón en un llano de detrás. El 7º Depósito de Sementales estaba en Caballerizas y era un espectáculo ver salir al carro que iba a por el pan de la tropa a Intendencia, tirado por unos fuertes caballos rusos de labranza, con peludas patas. En lo que hoy son los jardines de la entrada, donde está el Miliario, que la ruta Bético-Romana instaló -A la regidora del momento, se le preguntó muchas veces que emplazamiento le parecía mejor para el miliario. No contestó, y una vez puesto dijo que se quitara porque no le gustaba el sitio. Afortunadamente se empleó el mismo método que ella, no contestar, dejar pasar el tiempo, y no se quitó-, había una dependencia municipal que le llamaban el “refugio”, una especie de cárcel de menores, con la que nos amenazaban los adultos, a los que ya no nos daba miedo el tío del saco y el sacamantecas.
La casa sobre la escalera
El restaurante La Almudaina delante de las dos ventanas del antiguo palacio, era un colegio de niñas. Los baños árabes debajo de un esplendido paseo terrizo, con árboles gigantescos a su lado. El llamado mercado de Fleming un cine de verano, Avenida. La Avenida no existía, pero por esa época construyeron en altura la Carretera Nueva, desde los Mártires a Cruz Roja. El Convento "Salus Infirmorum" en todo su apogeo, lo mismo que el garaje Alcázar. La Huerta del Rey un enorme charco del agua de la alcubilla de la Puerta de Almodóvar, camino de la Puerta Sevilla, delante de lo que hoy es la calle Cairuan con su foso. Juan Barazona aún no le había regalado a su niña el león, traído de sus “safaris en África con el Marques del Mérito”.
La casa ya derribada
El colegio de niñas del Sr. Obispo en Amador de los Ríos, y el Seminario un hervidero de vocaciones sacerdotales, que luego derivaron por otros derroteros. El futuro laboral del español pasaba por ser cura o miembro de la Benemérita. El colmo de la inquina sutil contra las familias de rojos, pasaban por redimirlas haciendo religiosos a sus hijos, es decir metiéndoles el enemigo dentro, en el propio núcleo. La justificación era; tú te metes y luego te sales y ya tienes los estudios. Yo siempre mantuve que no era posible la convalidación de esos estudios en la vida laica. Para que te podía servir por ejemplo, la oratoria, sí, para meterte a charlatán en la Puerta Gallegos. Aunque el saber no ocupa lugar.
Los estanques en construcción.
Las imágenes del Alcázar son muy interesantes. Sobre todos las de la construcción de los actuales jardines y estanques, y el derribo de la construcción regionalista, que en algún lado he leído, o lo he soñado, se llamaba la casa de Baños. Está construcción ocupaba el espacio que hoy tiene un jardín encima del enorme chorro de agua que alimenta los estanques de los peces. Estos si estaban entonces. Era un palacete llamativo que se derribó. El majestuoso eucalipto que se alimenta seguro, de esa fuente, sí estaba.
El primer estanque construido.
Los jardines actuales eran la huerta y el llano de los espectáculos, antes lo fue de los Festivales de España. También un llano para jugar a la pelota los seminaristas. En la parte del jardín que si estaba antes, junto a una de la torres de la Cárcel, de esas que dejaban ver unas ventanas tapiadas para que la luz que entrara fuese la mínima, había una gruta con estanque e imagen, hasta milagrosa, como no podía ser menos, a modo de gruta de Covadonga. Un día de estos iré a ver qué queda de esa gruta, pues hace tiempo la vi durante un festival flamenco.
El segundo estanque en marcha.
Cuando hoy día nos visiten los turistas, pensaran la de vestigios del pasado que tenemos, y lo bien que están conservados, los bonitos jardines de reminiscencias árabes, en un edificio cristiano, tipo estanques de la Alhambra con chorritos. Pocos desde luego podrán pensar que son fruto de la década de los cincuenta del siglo XX. Hay que reconocer que lo diseñaron con gusto. Todavía ni Cristóbal Colón, ni los ultra católicos monarcas Isabel y Fernando, ni otras horteras estatuas –para mi gusto desde luego- estaban ocupando espacio en el recién creado paseo de cipreses. Son unos patrióticos conjuntos escultóricos que, cargaban la tinta sobre el periodo cristiano, obviando los siete siglos anteriores. Bien es cierto que el edificio fue durante un tiempo residencia de los soberanos de Castilla, con leyenda que habla de las molestias auditivas que le causaba a la señora Isabel el ruido del agua de la noria de la Albolafia y que, o así debía de repelerle el liquido elemento, o era muy fina de oído, o el nivel de contaminación acústica era cero, o el engrase del eje dejaba que desear. Molestia que contrastaba con el culto al agua de los de los siete siglos anteriores, vamos los españoles y cordobeses de antes de 1236.
El llano de los espectáculos.
Fueron los años cincuenta del siglo XX, una época de reparaciones y grandes proyectos turísticos. Murallas, Alcázar, Avenida del mismo nombre, Puente Nuevo, Corregidor, Vallellano, Puerta Sevilla, de Almodóvar que se salvó, Aguas Potables, etc. El suegrísimo Conde de Vallellano dejó su impronta y colaboró intensamente con su yerno alcalde desde su Ministerio. Nuestra ciudad que ha carecido de una Exposición Iberoamericana y una Exposición Universal en el mismo siglo, ha tenido un Fernando Suárez de Tangil y Angulo, conde consorte de la Condesa de Vallellano, que ha suplido las dos exposiciones, en plan pobre sí, pero algo es algo. La Avenida más enorme de esta ciudad, la que pensábamos que para qué siete carriles, y los jardines a ambos lados llevan su nombre.
Plano de Vista Alegre la referencia el Eucalipto de la esquina de la Avd. del Aeropuerto, el camino al cementerio y el solar vallado de la Diputación a la derecha.
Esa avenida cortó en dos los llanos de Vista Alegre, que iban desde la Huerta del Rey, hasta la carretera Puesta en Riego por un lado, con sus refugios antiaéreos incluidos, y desde el solar de la Diputación, luego de Rumasa, hasta el cementerio de la Salud, con el enorme pilar abrevadero de Vista Alegre en medio, por el otro. Paralelo a la avenida citada, circulaba antaño el camino del Paseo de la República Argentina al cementerio de la Salud, por donde un día circularon en un armón de Artillería, los restos del sedicioso número uno de la ciudad, el entonces coronel Cascajo, luego General, el día que le llego su hora, como a todos, incluidos los de San Martín. No se me olvidará la figura del Sargento Segura –un vecino-, con correaje y casco, en el desfile.
Cruz Roja, carretera Nueva (Fleming) y Avd. de Vallellano.
Es importante ver como la ciudad se va transformando, y lo que nos pueden parecer vestigios bien conservados del pasado, son unos simples decorados de la historia de Córdoba, muchas veces acertadamente, pero a gusto del arquitecto y la línea argumental del momento político, que si bien restauró, en otros casos dirigió la piqueta.
Restos de la casa adosada al torreón frente a la Puerta de la Cárcel.
Gracias al Archivo Municipal, y sus fondos fotográficos, podemos conocer de primera mano la evolución de determinados lugares de nuestra Córdoba. La labor del personal del Archivo es encomiable, y lástima que colecciones privadas de categoría no cedan unas copias a este organismo para que estén a disposición de los cordobeses.
Ruinas de las casas adosadas a la muralla del río.
Fotografías del Archivo Municipal
Excelente trabajo, eres un pozo de sabiduría.
ResponderEliminarUn saludo.
Es fruto del tiempo Emilio.
ResponderEliminarMadre mia,Paco,si me lo permites,
ResponderEliminarque lio de rojos,rojillos,Vallella
nos,cristianos,moros y morillos.
La verdad es que mi recuerdos de infancia,no son como los tuyos,por
la sencilla razón que ni yo veia
rojos,ni azules,ni Vallellanos...
Sólo veía lo que tú muestras en e
sas fotos y mis juegos y mis mal
dades de niño.¿No será que ves
con los ojos de ahora,cuando miras
esas fotos?.Yo sinceramente prefie
ro verlos con los ojos de entonces,
mi niñez y mis recuerdos son hermo
sos y no hay colores,ni nombres ra
ros.Había hambre,había penas,pero
era de todos.Pero en los niños
había juegos y sonrisas.
El trabajo como siempre estupendo.
Un saludo....."ben"
Que entrada más interesante Paco. Las fotografías una maravilla. Como ha cambiado todo el entorno del Alcázar. Que pena que fueran derribadas la mayor parte de las murallas de Córdoba, intento imaginarme el paseo de la ribera con sus murallas, debería ser un espectáculo verlo desde la otra orilla del río. A ver si algún experto informático que sepa hacer recreaciones fuese capaz de hacer una de las murallas de la ribera. Un saludo y enhorabuena por la entrada.
ResponderEliminarLo que son las cosas: viví muchos años en Fleming, justo frente a la comisaría -que ahora llaman de los pitufos, por el color-, y jugué al futbol en lo que hoy son los estanques entre la Cruz Roja y la Puerta Almodóvar. Vi y seguí las obras de la muralla de la calle Cairuam, y la construcción de los fosos actuales. En la calle de La Luna había una panaderia, cuyo panadero, Matías, era cliente de mi padre -agente comercial vendedor de harina entre otras muchas cosas- y jugué en las naves donde hoy están los bares. Recuerdo que otro vecino de la Calleja compró un barco lleno de Nitrato de Chile y no había naves suficientes en Córdoba para almacenar tantos camiones de abono como llegaban de Málaga. En esas naves adosadas a la muralla, convivieron una temporada los sacos de harina con los sacos del Nitrato. Ahí es nada.
ResponderEliminarY recuerdo nítidamentge casi todo lo que cuentas. Me pregunto como tú si son válidos esos "decorados históricos" hecho a gusto del arquitecto de turno.
Bueno por lo menos ahora son vistosos.
Paco, no decaes.
Afortunado tu Ben, que tus recuerdos son esos. La verdad es que yo tuve la suerte de tener también unos padres fuera de lo común, y mi niñez no fue mala, trabajando desde los nueve años, por decisión mía respetada por mis padres. Una barbaridad vista ahora, seguro.
ResponderEliminarNo es cuestión de ver esto o aquello, es cuestión de dejar salir tus recuerdos. Mira, Vallellano, por ser el suegro del Alcalde, sin entrar en más consideraciones, arrimó para esta ciudad en su momento, y de eso, sin entrar en más consideraciones, se beneficio la ciudad. Por lo tanto el comentario es halago para el suegro y el yerno. Podría haber comentado otras cosas pro no.
Que se ha tapado y se tapa constantemente, siete siglos de historia, tampoco es mentira. En derecho, estimando las diferencias de civilizaciones, no existe ni una sola referencia al periodo árabe y sí sin embargo, al germánico. Repito que es una cuestión de civilizaciones posiblemente, pero desde ese momento se trató de anular todo lo pasado, y ahora incluso en el monumento más importante de esta ciudad que es la Mezquita-Catedral, te pongo catedral porque es absurdo obviarlo, porque cuando conquistaron los castellanos el territorio lo hicieron así, y posiblemente eso salvó el monumento. Así se lleva ochocientos y pico años, que tampoco es paja, desde luego.
Que otras cosas, ah, lo de salvar las almas de los niños ingresándolos en el seminario, pues también. Te lo digo en primera persona, y con conocimiento de un par de casos más.
Que es preferible tener recuerdos como de ser interprete de Novio a la Vista, pues claro, pero es inevitable que salgan los otros. Que es preferible que los niños sean niños el mayor tiempo posible, pues claro que sí estimado amigo, es ideal, pero no fue así lamentablemente, ni lo es en muchos países.
Y los recuerdos no pueden ser siempre, aún a nuestro pesar, agradables, está todo lo demás y lo mismo que cada uno tenemos nuestro acento característico, con la memoria se nos ve a cada uno el plumero, la memoria es la que es. Y quiero que sepas, que trato por todos los medios ser lo más respetuoso posible, uso mucho de la autocensura. Que lo consiga o no es otra cosa. Pero se me quedan muchas cosas en el tintero.
No sabes lo que te agradezco tu sinceridad.
Un abrazo y gracias.
Talbanés opino igual que tu. Hay una Web, maravillosa en la red que puedes disfrutarla.Ya me lo dirás, José Carlos es un verdadero artista.
ResponderEliminarhttp://entrete-nido.blogspot.com/
Te traslada al tiempo de la simulación.
Un abrazo
Eladio, yo me acuerdo de gran parte de lo que dices, pero cuando vivías allí ya era Fleming, antes era la Huerta del Rey, el arroyo de la Puerta Almodóvar camino de la Puerta Sevilla, que también la hicieron nueva, al igual que la barbacana, Puerta falsa de Sementales y el arco de la avenida del Alcázar. La primera edificación de Fleming, el bloque de Mármol el electricista, que se pasó allí desde Blanco Belmonte.
ResponderEliminarLa desaparición del barrio del Maimón, al lado del cementerio de la Salud, y el pilar de Vista Alegre, y llenos los llanos de chavales jugando a la pelota, y por la noche en las cercanías de la casa de Barazona, el Charco de la Pava, donde íbamos a mirar los nenes.
Y con el criterio restaurador de turno, sin contestación de nadie, se hacia lo que se podía, y en el fondo no está mal desde luego, desde mi punto de vista.
Pero lo que pretendo decir es que no son las cosas como pueden parecer. Que todo, incluidos los recuerdos, son simples decorados de nuestra vida. Bueno así lo pienso yo desde luego.
Cuando dices Charco de la Pava "donde íbamos a mirar los nenes" y quizás a aprender porque era lo único donde podiamos sacar una migaja de informacion sexual, supongo que alguien debería contar la vida de aquellas pajilleras, rodeadas de mirones que ofrecían sus servicios "con música o sin música", a saber, sin música era con una mano y con música era con la otra en cuya muñeca, llena de pulseras metálicas, el rítmico movimiento las hacía tintinear sonoramente.
ResponderEliminarTiempos de represiones, aprensiones y ensoñaciones.
Así hemos salido.
Buenas noches: he visto con sorpresa que hace una mención a unos refugios antiaéreos por Vista Alegre. ¿Podría ser más explícito? ¿Dónde estaban exactamente? ¿Cuándo los construyeron?
ResponderEliminarGracias. Patricio Hidalgo Luque.
Eladio hace tiempo hice una referencia a esto
ResponderEliminarhttp://notascordobesas.blogspot.com/2009/07/prostitutas-de-cordoba.html
Lo que pasa es que no conocía lo de la música, es genial la definición, mientras los prendas de los chulos en la candela esperando. Si recuerdo la diferencia de precio, de pie o echado, y las alcantarillas en altura, por el relleno de los llanos, ya no tanto, de Vista Alegre, servían de soporte físico para echarse.
Por ello esos recuerdos deben estar ahí para todos, para que vean que no todo el monte es orégano. Y eran muy buena gente pues después del trabajo, en su ruta de retirada, se paraban en la puerta de mi casa y comentaban sus problemas con mi madre y otros parroquianos que sentados en la puerta trataban de aliviar las temperaturas, que entonces no había alerta amarilla ni leche.
Patricio, hablar de refugios expresamente a lo mejor es una exageración. Teniendo en cuenta, afortunadamente, que la potencia destructiva de las bombas de aviación en la Guerra Civil, era la que era, cualquier cosa podía ser un refugio. Por ejemplo, en el sótano de mi casa en el barrio de la Mezquita se metían personas a resguardarse de los bombardeos. La fecha de construcción o aprovechamiento como tales, si los consideramos refugios, debería haber sido
ResponderEliminardurante la guerra.
Luego de la guerra bastantes años después en la carretera Puesta en Riego, actual aeropuerto, a la altura de unos almacenes de Sevillana, había cerca de la carretera unas entradas que la tradición oral les llamaba refugios. No consigo ubicarlos ahora exactamente, miré hasta el vuelo de los americanos para ello, pero la definición deja mucho que desear. Normalmente este tipo de construcciones eran una escalera y una habitación, de una sola planta. Posiblemente tenían razón de ser los de ese sitio y tenerlos fuera de las instalaciones cercanas, punto de mira de la aviación.
En Caballerizas en el patio principal hay otros, en la antigua Zona de Reclutamiento se utilizaban los sótanos, de la misma hechura, una escalera acceso desde la calle a una, más o menos grande, habitación.
Puede que alguien conozca datos más acertados sobre esto. Lo siento.
Un saludo
Tengo muchos recuerdos,de toda esa parte y su remodelación.Pero el caso del Alcazar,es extraordinario
ResponderEliminaren cuanto a convertirse en un pro
ducto turistico,partiendo de unos muros,carcel,y un descampado.Re-
cuerdo ver jornaleros con sus carre
tillas de mano,palas y piochas tra
bajar,pero muy lentamente,esas obras tardaron mucho,creo por los pocos dineros y medios que había..
"ben"
Posteriormente,ya convertido en lo
que es hoy,recuerdo también que lo
visitaban poquisima gente.Ver aho
ra esas colas para entrar a disfru
tar de sus sombras,ruidos de agua
me resultan muy agradable.La Córdo
ba turística se hizo con muy pocos
medios.Nada más decir que los baños
árabes,cercanos,los desenterraron
estudiantes,casi con las manos y cestillos.
Interesante recopilatorio de imágenes del pasado y no menos interesante y fecundo debate surgido en torno a ellas por tan dilectos comentaristas.
ResponderEliminarNada que decir, pero mucho aprendido y aún por aprender. Estaré siempre alerta a este pozo de sabiduría donde fluye tanta agua de tantos manantiales.
un abrazo.
Esa imagen que bien describes, la tengo aún en la retina. Llevas razón no había como ahora esos medios. Yo recuerdo los picapedreros en la calle tallando lo que necesitaban en la remodelación de las calle de la Mezquita.
ResponderEliminarY las murallas de la Puerta Sevilla, Avd. Corregidor y sobre todo el Puente Nuevo, tengo una imagen en la memoria del puente nuevo trabajando de noche, con luz eléctrica, en unas barcas con una estructura de madera que aislaba los pilares.
El molino estuvo un tiempo visitable, hoy está más dejado que la isla de las estatuas.
Un saludo
Lisis, siempre es un honor que su verbo tan fecundo y luminoso, ilumine de vez en cuando estos lares, como se nota la profesionalidad.
ResponderEliminarNo estaría de más también que, el agua brillante y pura de la campiña, se mezclase con la capitalina, y la dotase del sabor que seguro carece.
¡Qué pijos somos, Lisis!
Mare mia,si seguimos con recuerdos.En este caso,las pobres
ResponderEliminarprostitutas,las que me corresponden
a mi eran las de la "parrilla eléc
trica",nuestro juego consistia en tirarle piedras,mientras que traba
jaban,algunos hasta con tirachinas.
Pero que malos eramos los chicos
de entonces.Ellas con inteligencia,
al final madres también,con buenas
palabras nos invitaban a que nos
acercaramos a la fogata,que en invierno no faltaba y que les ayu
daba en el frio invierno.Y nos
veias,al final,chulos,prostitutas
y chicos de unos 8-9-10 años con
versando amigablemente,pues no recuerdo pero creo que era de asuntos triviales.Eso sí no se nos
escapaba nada,viendo esos pechos
generosos,esas nalgas blancas,de la
maña.Y luego venia el problema,el
de la confesión,mare mia las vuel
tas vueltas que dabamos,para evi
tar confesarnos de esos malos pen
samientos.Y nada menos que con D.
Angel,el parroco de las Margaritas.
Esos pechos y esas nalgas,con esos
ojos de 8 años,nunca se me han
borrado,Muchas veces al pasear por
el vial y encontrarnos los chicos
del barrio,ahora abuelos,aún nos
tiramos bromas sobre ese tema,con
nuestras mugeres presentes,nos reimos muchisimo...."ben"
Valientes prendas, vosotros desde luego, molestar a las pobres señoras. Y más con el temor de que otra persona tuviera que perdonaros lo que hacíais, que no era nada grave. Eso tiene que ser horroroso, como yo no utilizaba ese método de descargar conciencias, con personas que seguro eran perores, pues tan tranquilo.
ResponderEliminarOye Ben, lo de la “parilla” era lo que ahora es el colegio camino del Tablero, y “eléctrica” por el tembleque de los usuarios, como si les estuviera dando corriente. Músico Tomás de Victoria se llama ahora. Eso creo que era una fábrica. Fíjate había una señora alta, muy alta, rubia que se llamaba Gloria, no se me olvida.
Luego el negocio lo pusieron en la Rosaleda de los Patos, por dentro de los jardines. Ahí viví una estampida a la voz de ¡Los guardias! Que nos llevó corriendo hasta el “Palas”, pasando por la Pérgola que ni la vimos, y el Kiosco Guerrero “media oreja”, y mi amigo Paco de “San Jacinto” que se cayó en un charco y le pasaron los “búfalos”, todos, por lo alto, pero se levanto y corrió como el primero. Iba estrenando unos pantalones bombachos.
En fin lo importante es que te acuerdes, y lo mejor es que no te ha pasado nada, no te has quedado “ciego”, ni pasado ninguna de las tonterías con las que te asustaba Don Ángel, y vosotros poniéndole al tanto de toda vuestra intimidad, pero lo vuestro es una tontería, comparado con lo que le contaran los “adultos” y mucho más las “adultas” –porque los adultos me imagino que poco-, así, sin sustituir el “os” y el “as” por “eros” y “eras” que le hacían estar al tanto de toda su feligresía, y mientras los cuentos fueran de cintura para abajo era normal, lo malo eran otras cuestiones.
Y lo curioso es que las visiones hicieron mella, no se os olvidaron los volúmenes ni el color de las distintas epidermis. Eso sí, en pecado mortal.
Como dice Eladio "tiempos de represiones aprensiones y ensoñaciones".
Si buenos e instructivos son los artículos de este blog no menos sustanciosos son sus comentarios. Es impensable que ahora los niños de esas edades que estáis comentando pudieran hacer algo así,son mucho mas infantiles, seguramente por que los hemos sobre protegido,de todas eran otros tiempos, ni mejores ni peores,fueron los nuestros,enhorabuena a todos.
ResponderEliminarpijos nosotros? ya quisieran los habitantes de pijolandia tener el don de expresarse en "fisno" y elegante como nosotros cuando la musa del "fisno" asiste. Y ya quisiera la pijotería usar el lenguaje del pueblo de toda la vida como tb lo sabemos averiguar al antojo en momentos adecuados para deleite de quienes nos reunimos a conversar... y "ele! no necesitamos awela ni na!" >;0P jejejeje
ResponderEliminarConchi, eso es verdad, a mi me gustan mucho más los comentarios porque son las vivencias de los demás y siempre aprende uno cosas, lo de los “servicios masturbatorios con música” de Eladio es un punto. Claro a riesgo de que las criaturas se quedaran ciegas, aunque yo creo que más que ciegas se quedaban “traspuestas”.
ResponderEliminarLos chavales de ahora no tienen esa necesidad porque, afortunadamente, las relaciones son de otro tipo. Infantiles lo serán si los comparas con las niñas, que son las que llevan la voz cantante ahora. Antes para acostarte con tu novia necesitabas, como uno que conozco, por muy poco diez años de novios.
Fíjate si nos llevan ventaja.
Lisis, pues sabes que te digo que casi siempre llevas razón. Como la señora esa del comentario antes del tuyo. Bueno esa la lleva más...
ResponderEliminarostras! la "señora anterior" es Conchii! y yo no veo casi na con las bullas q entro ahora a los interneses q son un entrar y un salir en visión parca-mareante-diagona-discontinua.
ResponderEliminarConchi dice gran verdad! y por supuesto seguiré su consejo de recomendar la página de Paco Muñoz, no sé si lo conoces, a los más jóvenes para q revisen la memoria de sus abuelos.
menos mal q los tiempos cambiaron y la naturaleza da paso a lo que los instintos dictan restituyendo muchas cosas y todas buenas si se encauzan bien. Con una buena educación, todo será gozar y a gozar q sólo son dos días y la juventud, que es cuando más se puede gozar del sexo, no dura demasiado. luego pasan los años y tb se goza, pero a otra escala de más cadencia y con otro tipo de ocios compartidos más pausados.
un abrazo Conchi!
P.D. Ah! y tú eres un pelotillas! que tenteres! >:0P
Yo siempre he pensado: ¿A quién se le ocurriría hacer una carretera por medio del Alcázar, entonces cárcel? ¿Es que no tenía otro sitio para hacer la autovía de las narices?
ResponderEliminarHasta he soñado que iba con un pico y una pala y desmontaba yo solo la dichosa carretera, reponiendo las huertas y los jardines.
Preciosas fotos y precioso reportaje. No olvidemos lo que hubo para poder recuperarlo cuando podamos.
Era el año 1950 y poco, el Puente Nuevo era un hecho y la Avenida del Corregidor, pensaban que era el enlace idóneo entre la Ribera (antes se acababa en la Puerta del Puente), y construyeron la Avenida del Alcázar. Le daban acceso a esos espectáculos que se llamaban Festivales de España, que se celebraban en el llano del Alcázar, por la puerta de abajo. La puerta tiene el mismo estilo arquitectónico que el San Rafael del Puente Nuevo.
ResponderEliminarPero era aún peor, había un proyecto de unir el Ayuntamiento, Huerto de San Pablo, calle Abejar, arroyo de San Lorenzo y posiblemente seguir hasta la futura avenida de Barcelona. Afortunadamente no se hizo. Si sirvió para malvender alguna que otra casa en Fernán Pérez de Oliva (la conozco). Si sirvió para comprar alguna que otra casa como consecuencia del proyecto. Siempre a río revuelto…
Ahora desaparecerá la Avenida y será un paseo, con la prolongación de los jardines hasta la muralla. En el tramo final del muro del Alcázar, hay un desnivel de calle, de cuatro o cinco metros con respecto al cuartel de Sementales en la Huerta.
Si no me equivoco, más peor (como se dice) era el proyecto de prolongar la Avenida del Gran Capitán hasta la Mezquita.
ResponderEliminarSi miras un plano y trazas una línea recta con esa anchura habrían arrasado con la iglesia de San Nicolás, el Oratorio de San Felipe Neri, el Palacio de los Hoces, Valladares, Casa del Indiano,... hasta la Calleja de las Flores habría sucumbido.
Afortunadamente para los que hoy disfrutamos de todo esto, y desgraciadamente para los que vivían entonces, en la época del primero de los Cruz Conde no había suficiente pasta para hacer esto realidad.
Una especie de Paseig de Gràcia, pero sin Gaudí.
Es posible que por la mente de alguien pasara eso, y también el aspecto económico, pero eso lo han hecho en muchas ciudades, salvo en la que el diseño ha sido posterior y dejado el centro histórico.
ResponderEliminarEl Gran Capitán se hizo así, lo que pasa es que quien cayó fue el Convento de San Martín, aprovecharon el paseo del mismo nombre y unos solares, y fue una operación urbanística, de información privilegiada, de especulación de tomo y lomo.
Hay un libro en el que se detalla con pelos y señales toda la operación.