Jerry Lewis
Ángel Baquerizo era uno de los hijos de la familia Baquerizo de la Mezquita. La casa esquina a Medina y Corella era un enorme palacio que ahora contiene, como casi todo en ese barrio, un restaurante o una tienda de recuerdos. Antes -no hace tantos años-, era la casa familiar, cuando la mayoría de los hermanos estaban solteros. Su padre era químico, ejerció de profesor de esa especialidad. Manolo, Luis, Alfredo, Álvaro, Javier, Fernando, Ángel, Pepe, se me queda alguno atrás, seguro, con la lista de estos hermanos me pasaba como con la de los reyes Godos. Bueno no he mencionado a la única hermana que se casó con Pascual Calderón, que fue presidente de la Diputación y creo que Gobernador Civil de Jaén. Obvio decir la afinidad de D. Pascual en ese tiempo, pero también es obvio decir que eran tiempos de afinidad única.
Simulación del graffiti en la fachada
Es importante señalar que a pesar de las diferencias económicas, la mayoría de ellos tenía sus amigos en las clases humildes del barrio. No existía discriminación por esas razones. Creo que la mayoría han fallecido, puedo precisarlo de siete por lo menos. A mí me interesa Ángel, que era un excelente pintor, un artista. Trabajaba en una importante empresa cordobesa, luego la pintura era accesoria a pesar de su calidad. Vivía en la calle Medina y Corella esquina a la plazuela de la puerta falsa de Maternidad, hoy Filmoteca de Andalucía. Es una casita pequeña comparada con la de la familia. La misma casa de la fotografía de la simulación. Allí estuvo viviendo hasta que se mudaron creo que a Ciudad Jardín. Su esposa era amiga de mi madre y una mujer muy agradable.
Automóvil
Los chavales de la calle, del barrio, eran como todos los chavales, traviesos y alguno un poco cafre. A mí se me ocurrió un día hacer un grafiti -entonces no sabíamos lo que era un grafiti- en su fachada, cogí el carboncillo y pinté el rostro de un cómico americano, Jerry Lewis. Mira por donde no había aún terminado la obra cuando salió Ángel y casi nos pilla, miró el dibujo. Estábamos tres, yo había escondido ya el útil de pintar por lo que no sabía quien había sido. Ángel imponía. Con un enorme vozarrón preguntó:
-¿Quién ha sido el que ha pintado esto?
Todos sabedores de que podíamos ganarnos un cogotazo, nos miramos. El “artista” fue señalado y delatado por el más tembloroso, por el chivato que trataba de evitar que lo culpara a él:
-Éste ha sido D. Ángel. -dijo tocándome en el hombro.
No reaccioné adecuadamente, la calleja es estrecha, y antes de darme cuenta ya me había cogido del brazo. Me pareció grandísimo. Casi me levantó sujetándome y me preguntó:
-¿Tú quién eres?-se dirigió a mí apretándome el brazo.
-El hijo de Loles. –le contesté asustado. Esperando su reacción, intenté retirarme, pero era imposible zafarse de su mano.
-¡Vamos para tu casa! -Gritó.
Salimos a la calle Torrijos y veía en la cara del chivato y en la del otro, una expresión que significaba, ahora le dará el guantazo. No me tocó. Todavía sujeto llegamos a mi casa, es obvio pues si me hubiera soltado ni Emil Zatopek -el checo llamado la Locomotora humana-, me hubiera dado alcance.
-¡Loles! –Gritó violentamente mirando a la reja de mi casa, por la que al momento asomó mi madre.
-¿Qué quieres? ¡Oye suelta a mi hijo –le dijo al darse cuenta de el apresamiento-, bajo enseguida!
Ahora las cosas se ponían feas, si mi madre aceptaba las quejas que le diese podría encontrarme con cogotazo de Ángel y el zapatillazo de Loles, es decir totalmente perdido. Mi madre apareció por la puerta, defendiendo a su cachorro.
-¡Suéltalo ya! ¿Qué pasa? ¿Qué es lo que ha hecho? –le inquirió.
Ángel en un tono mucho más calmado, ahora no era un niño con quien se las jugaba, le dijo:
-¡Éste es tu hijo! ¿no? Pues ha pintado en mi pared una cara y… creo que podíamos procurar que fuera al Dibujo. –dijo en un tono consejero.
El Dibujo era como se llamaba la Escuela de Artes y Oficios de Santiago. Aquello me distendió ya del todo, no habría violencia de ninguna clase. Estaba tratando de ayudar desde su punto de vista de artista, había considerado que había en el dibujo algunas maneras. Me soltó, y yo quedé a la expectativa. Continuó:
-¡Ven conmigo, Loles, vamos a mi casa, para que lo veas!
Los tres, conmigo rezagado, fuimos a su casa. Ante la fachada, él le explicó a mi madre que podría merecer la pena. Yo tenía nueve años. Mi madre le dijo:
-Lo pensaremos, ya hablaré con su padre. ¡Oye Ángel, ahora vengo con un poco de cal y te borro el dibujo de la fachada!
-¡No no te preocupes ya lo quitamos nosotros, pero no te olvides de lo que te he dicho.
Nosotros volvimos a mi casa, yo recibí un rapapolvos, por pintar en la pared de una casa. Luego hablaron mi padre y mi madre y me preguntaron si quería asistir al Dibujo. Pero a mí me interesaban más otras cosas, entrar de aprendiz en la orfebrería de Paco Díaz Roncero, como así ocurrió.
Conchi con dieciseis años
Lo llamativo era que lo que hubiera supuesto normalmente un cogotazo, y una réplica de mi madre, se quedó en una recomendación artística increíble. A partir de ese momento no volví a pintar en la fachada de Ángel Baquerizo de Poli, el “Baquerizo el pintor”, ni en ninguna otra, y cuando me cruzaba con él le daba los buenos días y las buenas tarde. Ya no me daba miedo. Luego en casi mi otoño y él ya en su invierno, tuve oportunidad de solucionarle una cuestión de su barrio, de forma institucional.
Antílopes
Habían pasado muchos años pero aún se acordaba del "grafitero". El dibujo siempre fue una de mis pasiones, pero hay que decir que los dibujos de; los antílopes, el coche, y el Jerry Lewis, son de un niño de ocho años. Luego después, con los años, me enamoré de una excelente pintora, Conchi -que pinté a los diecisiete-, que lo hace bastante mejor que yo, y se acabó el pintar definitivamente. Vamos que no pinto nada de nada, y cada día menos.
13 comentarios :
Una historia genial. Me ha encantado. ¿Qué hubiese pasado si aquel niño hubiese ido al Dibujo?
Pienso que nada hubiera cambiado. Conchi no ha ido y es una excelente pintora con tres exposiciones en las que le ha ido bastante bien.
A mi hijo le decía esta mañana cuando se refería a Jerry Lewis, diciendo que es uno de sus recuerdos de visita a sus abuelos (mis padres), ellos son los únicos que valoraban, los trabajillos de su "hijo"
Eran ellos los que custodiaban todas esas cosas. Y "Niños en la playa" de Sorolla "Muñoz" sin terminar, y unos dados en oleo, y unos alfileres, y una manzana pintada con los colores básicos,las tres cosas oleos en tabla, e incluso tuvieron un tiempo los "Fusilamientos de la Moncloa"en tela suelta, y todas las cosas que guardaban como oro en paño, a ser posible con las fechas detrás. Jerry Lewis tiene primeros del 56.
Luego le regalé al Pegoletes (a su madre) un amigo, una copia de "Las señoritas de Avigñon" y lo tiraron a la basura. Vale por el nivel, pero es que también fue al mismo lugar uno de los cuadros de los que he estado más satisfecho, "El Puente de Arlés", otro regalo. Me ha pasado con la obra pictórica como con las Web,s. que he hecho muchas todas gratis... a lo mejor ese es el problema.
Pues siempre hubo en Córdoba per
sonas con buena mano para el di
bujo,que luego fueron a la escuela
de Artes y Oficios de Santiago y
se prepararon para entrar en lade Bellas Artes de Sevilla,Santa Isa
bel de Hungría.Los cordobeses y
cordobesas,compañeros en esa Es
cuela,hoy día Facultad se ayudaron
mucho entre ellos,eran tiempos de
poco dinero.Al final,una vez titu
lados ejercieron como profesores
de dibujo,tanto de centros enseñan
za media como universitarios.Claro
la mayoría,están ya jubilandose.
Escribo esto,por su gran sentido
de compañerismo.Todos ellos ade
más,guardan un buen recuerdo de
Don Dionisio Ortiz.
..."ben"
Lo que deduzco que tu estás bastante cercano a ellos. Cosa que me alegra. Yo conocí al hijo de D. Dionisio.
¡Vamos,vamos... dejar el dibujo!
¡Pa ajorcarte Paco, pa ajorcarte!
Anagucano la vida es la que es, llena de errores y de aciertos, de satisfacciones y de arrepentimientos. Muchas gracias.
Muy bonita historia. Yo soy hija de Alfredo y por lo tanto Angel era mi tío,gran pintor y gran persona. Sólo decir que mi abuelo era licenciado en Químicas que todo el mundo dice que es labrador y tenía huertas que explotaba , pero trabajó como profesor. Gracias por dedicar este artículo a mi familia
Estrella muchas gracias, yo trabajé con Alvaro en la calle Cruz Conde, tengo una foto con Javier cuando fue soldado en el cuartel de la Trinidad, Ángel y sobre todo su mujer eran muy amigos de mi madre,Fernando igual, y el último que quedó de tus tíos fue Pepe. Muy buena gente. No sabía lo de tu abuelo. Pero rectificaré lo de agricultor. Muchas gracias.
Conocí a Angel Baquerizo en los años 80, podía ser sobre del 83 al 89, entonces yo dirigía el Hotel Pontinental en Torremolinos donde Angel, su mujer y creo recordar alguien mas de su familia venían los veranos y donde solía ser uno de los pocos españoles que había como clientes ya que el resto eran ingleses, holandeses o belgas pero ellos se lo pasaban de maravilla ya que era un hotel con mucha marcha y lo podías pasar en grande, máxime cuando el Director era español y si había algún problema estaba arreglado de momento.
Había alguna otra familia española que también descubrieron el Hotel y venían todos los años.
Durante su estancia me regalo varios cuadros suyos y esta mañana me tope con uno de ellos un paisaje con arboleda hecha a plumilla con una precisión increíble
Era una persona increíblemente amable y simpática y el personal estaba encantado con él y con su familia .
Ignoro si vive aún y si reside en Cordoba donde cuento con amigos que visito cuando puedo y lo haría gustoso . Un abrazo para todos : a él, familia y amigos.
ANTONIO CASTILLO PEREZ
DNI 45243362Q
Antonio, Ángel era una persona muy peculiar, era una familia acomodada, la de sus padres, se emparentaron algunos bastante bien con otras familia de la misma división, aunque Ángel que era muy amigo de mi madre, a pesar de que ella era mayor, pero habían compartido barrio de jóvenes, y lo era más de su mujer, que era más cercana a nuestro estatus familiar. Los hermanos eran muy introvertidos, pero a pesar de su peso económico diferente se mezclaban con los otros del barrio más humildes. Su hermana se casó con un prócer del régimen que fue presidente de la Diputación. Ya han desaparecido todos los hermanos. El último fue Pepe que tocaba el piano. Tuvo terrenos el padre en la zona del Brillante de Córdoba, una buena finca, que se urbanizó, en una zona de postín y fueron vendiendo poco a poco. Fijate que paradoja, Pepe tenía el piano en su chalet, y el banquillo eran un montón de ladrillos. Todos tocaban algún instrumento o eran artistas en algo. Ángel era un buen pintor, luego cuando el turismo entró de lleno en el barrio la casa familiar se la vendieron a un Mesón el llamado del Conde. Esa casa había sido propiedad de un escocés que era el propietario de la Fábrica del Plomo, Duncan Swaw que se emparentó con una familia de clase alta malagueña. En Córdoba queda una calle y los restos del que fue el primer cementerio protestante de la ciudad. Muchas gracias por completar algunas facetas de Ángel Baquerizo.
Hola Estrella... soy Marga y si que abuelo Ángel era catedrático, aparte sí que tenía tierras pero no era él personalmente quien se encargaba de ellas! Un beso
Me ha encantado la anécdota de mi tío Ángel, yo soy hija de Álvaro
Muchas gracias Marga, ya he contestado a Estrella lo que te iba a contestar a tí, que yo trabajé en el taller de tu padre en Cruz Conde. Y comentaba también las relaciones de amistad de mi madre con tu tía y todos tus tíos incluido tu padre. Un saludo.
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