Ermita de San Pedro de Alcocer
Visitar las Grúas de El Carpio conlleva, obligatoriamente, visitar la Ermita de San Pedro. Seas o no creyente merece la pena. Un entorno muy bien cuidado, con un ambiente paz y tranquilidad y flores, muchas flores. Eso es lo tangible, luego si te introduces en la historia ahí debes tirar de publicaciones e historias orales. Al final te das cuenta que, casi siempre, los lugares que una civilización considera sagrados, es porque otra civilización más vieja los ha considerado también, casi siempre de distinto credo.
Contrafuertes laterales traseros
Plinio ya citó este lugar, por lo menos lo situaron los eruditos, como la Onuba romana. Después seguro que los visigodos utilizaron las instalaciones, y luego los árabes. Antes, mucho antes la cultura de la edad del bronce ya había dejado vestigios que han sido estudiados. Discretos fragmentos cerámicos de dos mil años a.C. han aparecido en los distintos estratos estudiados, así como iberos y bastantes romanos. En 1985 se hizo un trabajo y se llegó a descubrir a 1,30m. de profundidad una entrada a un silo de arenisca, que conectaba con otro construido de ladrillo y teja, ambos subterráneos. Así como los restos de lo que fue una fortaleza árabe.
Contrafuertes laterales delanteros
En la época árabe, se llamó Al-Qusayr, el palazuelo o palacete, que por deformación fue Alcocer. En ese tiempo era el núcleo consolidado de los carpeños del momento. Luego, la conquista -siempre puntualizo que fue conquista, pues no se puede reconquistar lo que no ha sido tuyo nunca-, en 1240 de Fernando III, éste que fue el repartidor del grandioso botín de guerra entre sus huestes, se lo dio a la familia de Méndez de Sotomayor y por 1325, Garci Méndez de Sotomayor, un descendiente, tomó el control, éste edificó la Torre actual. Y claro a su sombra y protección, el núcleo de la orilla del río se fue abandonando y poblándose los alrededores de la Torre fortaleza, como casi en todas las aldeas medievales.
Altar de la Ermita
Fue uno de los señoríos más importantes de la zona, en 1549 lo elevan a marquesado, y alcanzó su jurisdicción a Pedro Abad y Adamuz, y a algunos núcleos de los Pedroches. La casa de Haro, como figura en una lápida de la Ermita, se une a la de Alba, a finales del XVII. Ésta es ahora en la actualidad una de las grandes propiedades de la villa.
Puerta principal
La Ermita que nos ocupa, está datada en el S. XV, por la forma de su construcción, contrafuertes, y el barroquismo de su decoración. En su interior se aloja, el patrón cristiano de El Carpio, Nuestro Señor Ecce Hommo, en presbiterio rectangular. Está construida de ladrillo de planta rectangular, cubierta con bóveda de cañón dividida en cinco tramos, apoyados en pilastras, decoradas con yeserías geométricas planas.
Imágen del titular
La portada es un arco de medio punto, y el pórtico dos arcos descansando en una pilastra central. Tiene una espadaña simple. Los contrafuertes del exterior la fechan en el citado siglo XV. Toda ella es barroca. Tiene una puerta lateral que da al hermoso patio. Y una pequeña habitación sin salida con una ventana.
Lateral al patio
La fiesta más importante que se celebra es, la Romería de Nuestro Señor Ecce Hommo, patrón de la villa. Desde 1756, cuando se trajo un tal de la Ripa, una imagen de Italia, que parece creó Labartini. La actual se construyó, con motivo de la destrucción de la primera en la guerra civil, por un imaginero granadino llamado Miguel Espinosa, en 1944.
Patio
Pareja a la fiesta citada se da otra en honor de la Cruz. Su origen se liga a la leyenda de un trozo del Lignum Crucis, que parece le regaló el Papa Alejandro VI, en 1473 a Diego López de Haro. El día 3 de mayo se baja en romería, la imagen a la Ermita. Luego sigue la fiesta con los tradicionales peroles cordobeses en los alrededores de la Ermita. Finalizan los actos con la subida al altar de la imagen y, a esperar al siguiente año.
Geranios en el Patio
Un entorno bonito e histórico, a dos pasos de la ciudad, en un paraje protegido como Bien Cultural por la Junta de Andalucía. Siempre me llama la atención que cualquier sencillo lugar de la geografía cordobesa, tiene muchísima más historia a su alrededor, de la que somos capaces de imaginar.