No sé que buscaba el otro día cuando cayó en mi poder una copia del Diario de Córdoba de mayo de 1932, en plena II República Española, en el que publicaban una noticia de la Inauguración de un Grupo Escolar en la Avd. Obispo Pérez Muñoz –nomenclatura de ese tiempo-, actual Ollerías. El Grupo inaugurado que se llamó Carlos Rubio, tenía capacidad para cinco escuelas de niños y niñas. No he podido precisar el lugar exacto del Grupo Escolar pero posiblemente fuera el que luego se llamó del Padre Manjón, en el Jardinito.
Noticia de la prensa de Córdoba
Asistentes al acto: D. Francisco de la Cruz Ceballos, Alcalde de Córdoba; Concejales: D. Francisco Córdoba Fuentes, D. Juan Palomino Olalla (abuelo de mi buen amigo Julián Palomino); D José Guerra Lozano, Presidente de la Diputación; D. Baldomero López Diputado; D. Antonio Gil Muñiz, Director de la Escuela Normal; Inspectores de Primera Enseñanza: Doña Rosario del Riego, D. José Priego López y D. Alfredo Gil Muñiz; Doña Paula Sainz del Val, Directora del Grupo Colón; Eugenio García Nielfa, Jefe del Negociado de Instrucción Pública del Ayuntamiento; Carlos Saenz de Santamaría, Arquitecto; Claustor de Profesores del grupo escolar inaugurado; Doña Araceli Osuna y D. Francisco Castilla, propietarios del Diario de Cordoba; y D. Ricardo de Montis, director del periodico; Banda de música y otros muchos que se quedan en el tintero. Y como es lógico D. Francisco Azorin Izquierdo, diputado y concejal. Las palabras pronunciadas por D. Francisco Azorín, me demostraron que era un convencido republicano, imbuido del espíritu renovador e idealista de la República. Obvio los discursos de otros asistentes al acto porque en realidad lo que me interesa es glosar la figura de Francisco Azorín.
Discurso de D. Francisco Azorín.
“Después habló D. Francisco Azorín que comenzó diciendo que, obedeciendo la orden que había recibido del Alcalde, y por representar a la provincia de Córdoba en el Parlamento iba a pronunciar unas palabras.
Añadió que la República atendiendo con especial atención al problema de la enseñanza, no obstante haber dejado la Monarquía exhaustas las arcas de la Hacienda Nacional.
La República -continuó diciendo- no es un régimen como el antiguo, sino que impera en él la democracia del pueblo por el pueblo, para lo cual se necesita que los ciudadanos se instruyan debidamente.
Por esto el nuevo régimen atiende preferentemente el problema de la educación.
El Ministerio de Instrucción Pública era antes al que menos importancia se le daba. Se le consideraba como un ministerio de entrada. La república lo elevó al primer plano y llevó a él primeramente a un maestro del más alto significado a Don Marcelino Domingo. Ahora tenemos en Instrucción Pública a un profesor de Universidad de la más alta envergadura intelectual, a Don Fernando de los Ríos.
Para esta obra de educación ciudadana se necesita contar con la colaboración de todos. El Estado cumple con su deber y los demás deben cumplirlo también, como lo viene haciendo nuestro digno Ayuntamiento.
Pero en Córdoba tenemos todavía una gran deuda con la cultura, pues como habéis oído existen doce mil niños sin escuela.
Aludió la labor que realizo en pro de la enseñanza la primera vez que fue concejal y dijo que todavía existe en el Ayuntamiento el Plan formulado por él y que no se ha cumplido aunque confía que el Ayuntamiento completará su obra.
Agregó que los maestros y maestras tienen el deber de educar a los niños para hacer de ellos ciudadanos de la nueva España.
Finalizó su discurso diciendo que querría ser niño para vivir con ellos entre flores y árboles. Quisiera compartir con vosotros niños la alegría y el sol de estas escuelas.”
Foto de Azorín
Todo esto me recordó un trabajo de 2009, de “Saqunda” -una buena amiga-, que preparó indignada por el aviso de demolición del Grupo Escolar Rey Heredia, en la Bajada del Puente. Grupo que había construido este arquitecto turolense, afincado en Córdoba hasta que tuvo que marcharse de ella por los motivos que todos sabemos. Grupo Escolar que aún pervive todavía en las cercanías del puente romano, que fue un modelo en su momento y que mantuvo el escudo republicano en su fachada. Ignoramos como pudo resistir a los bárbaros de la época, si alguno fue consciente de ello y lo ignoró, o por el contrario no se dieron cuenta. Derribo que está en la cartera municipal y cualquier día la piqueta lo hará desaparecer. Un símbolo progresista de la enseñanza y la cultura de su tiempo, y de todos los tiempos. Nunca es plato de buen gusto que se derribe un colegio y máxime cuando se está aspirando a la Capitalidad Cultural europea, ese oropel en el que llevan mirándose los políticos del Consistorio muchos años, y que parece que no hay otra cosa más importante.
Escudo del Grupo Escolar Rey Heredia construido por Azorín
Francisco Azorín Izquierdo, nació en Teruel en 1885 y falleció en México en diciembre de 1975. En 1912 se asienta en Córdoba donde nacen dos de sus tres hijos. Fue Presidente de la Agrupación Socialista Cordobesa, y en 1918-1922 fue el primer concejal socialista del Ayuntamiento de Córdoba, encuadrado en la coalición Republicana-Regionalista. Realizó una importante labor en promociones urbanísticas para obreros y trabajo en la reordenación urbana de la ciudad.
Kilométrico de la familia Azorín
Se le supone redactor del “Manifiesto Andalucista de Córdoba”, incluido en el nuevo Estatuto andaluz de autonomía, dónde se incluía el término “realidad nacional”. Salió elegido concejal en las elecciones del 12 de abril de 1931, que dieron el 14 del mismo mes el triunfo a la II República Española. Fue elegido diputado a las Cortes Constituyentes, por la provincia de Córdoba, con 56.115 votos.
Azorín en México
Como arquitecto fue el artífice de diversos edificios de la ciudad: Torrijos, 6; Peláez Deza en c/ Concepción; Cruz Conde 24, esquina Manuel de Sandoval; Grupo Escolar Colón; Casino Militar de Republica Argentina; Diario de Córdoba 5 y el Grupo escolar motivo del artículo de Saqunda citado. Fue muy activo a favor de la lengua universal el Esperanto, con varias publicaciones en su haber.
Publicación en esperanto
En julio de 1936 estaba esperando marchar a Málaga para llevar a su familia, cuando le avisaron del levantamiento sedicioso de los fascistas, en la misma estación. Hombre formal donde los hubiera, dijo llevar a su familia a donde estaba previsto y que regresaría después, cosa que no pudo hacer por la guerra. Marchó a Barcelona y de allí a Toulouse, donde ejerció de Cónsul. Luego marchó exiliado a México donde residió hasta su muerte.
Discurso de Azorín en la inauguración del Grupo Escolar.
Bibliografía: Wikipedia.
Francisco García Verdugo (editor): "Francisco Azorín Izquierdo, arquitectura, urbanismo y política en Córdoba (1914-1936)", Servicio de Publicaciones de la Universidad de Córdoba, 2005.
Fotografía escudo Saqunda.
4 comentarios :
Dos personajes olvidados en la misma entrada: Azorín Izquierdo y Verdugo... la memoria escasea y la avaricia lo tapa todo, Paco.
El Sr. Verdugo es merecedor de uno o varios artículos, pues sus libros son un modelo de historia reciente de esta ciudad.
Elkoran dankon, Paco, pro via mencio pri la fakto, ke sinjoro Azorín Izquierdo tre ege shatis kaj propagandis pro Esperanto. Ghis!
Muy bueno- El otro día vi la visita a Calar Alto y me dio envidia de los visitantes, creo que tu fuiste el cicerone. Desde hace muchos años, cuando pasaba por allí siempre dirijo la mirada a la cumbre para verlo de lejos. La primera vez que vi Saturno, con un artilugio de un amigo no se me olvida, o cuando Halley, con él también -este fue más decepcionante porque no fue una gran visión- pero lo vi.
Traducire via teksto David. Multaj gracoj
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