Marca en uno de los sillares
Ayer tarde, con una exuberante primavera, rebosante de un intenso verde estampado de flores por todos lados, fui con Paco Madrigal al Puente de los Piconeros, a fotografiar las marcas de canteros que tienen los sillares del puente, y que nos había señalado su existencia Manuel Harazen.
Arco seco donde están las marcas de fácil acceso
El arco seco –ahora- es el único que tiene la posibilidad de acceder a ellas, el otro, no es posible por el propio arroyo. Lamentar que en la anterior visita, el agua del arroyo era transparente, cristalina y la que llevaba ayer es color blanquecino, parecido a aquello que llamábamos “lavasias”, en el argot de la palabrería cordobesa.
Arroyo contaminado
Las marcas de canteros, eran una especie de firmas de los profesionales de los tallistas de piedra, con las que en su momento, indicaban que era su obra y hacían las veces de pétrea factura para que el artesano pudiese cobrar el trabajo. Otras teorías las llaman marcas de posición para colocarlas de determinada manera.
Estrella
Sus formas son de lo más variado y curioso, letras, figuras geométricas, números, herramientas, símbolos, o vegetales. Existe una ciencia que estudia estos signos y se llama gliptografía. Se da la circunstancia, de poder existir en una piedra más de una marca. A saber: podría marcarla el trabajador de la cantera, esta marca nunca sería visible después, pues marcaba la fábrica grosera de la piedra, que en algunas reformas se ha descubierto en las caras ocultas, luego estaría la del tallista y la del asentador, que también la marcaban. Parece que el gremio de carpinteros también marcaba sus trabajos, lo que ocurre es que el material de estos es mucho más perecedero y lógicamente desaparecía antes.
Otra marca
En algunas publicaciones de principio del siglo pasado se decía de las marcas: “conjunto de signos extraños, encontrados en las paredes de muestras iglesias, catedrales, y construcciones medievales, que se suponen signos ‘mágicos’ ”.
Arroyo cristalino días atrás
Me atrevo a aventurar, basado en diversos textos que, aun a pesar de que el puente y su hechura puedan ser romanos en su origen, sobre todo por el hecho concreto de ser la Vía Augusta la que lo traza sobre el arroyo de Rabanales, parece que las marcas en época romana no eran tan prolíficas como en la medieval. Las marcas romanas estaban también en lugares más ocultos, y significaban procedencia o propiedad, y en la medieval más a la vista, en el frontal de los bloques marcados, lo me hace suponer que la fábrica que vemos en el Puente de los Piconeros es de época medieval. Evidentemente sin que por ello se desmerezca el mismo.
Qué de recuerdos. Al verlas las he reconocido de inmediato y eso que hace al menos 18 años que no las veía.
ResponderEliminarPues D. Francisco Madrigal, le ha hecho unas fotografías con ese pedazo de máquina que tiene maravillosas. Para bajar al puente tienes que hacer muchos equilibrios e incluso tontear con una alambrada.
ResponderEliminarNos encontramos una chavala que venía de arroyo arriba, que era de la República Checa, y nos dijo que allí no hay cercados en el campo, que el caminante tiene el paso libre, que le llamaba la atención todos los que había aquí.
Bueno el mérito es de tu memoria que nos hizo -a mí por lo menos- ir otra vez, lo que pasa es que no entiendo la máquina bien.