Puente de Pedroche desde su lado sur.
Esta mañana de sábado, soleada, tirando a primaveral, decidí poner rumbo al arroyo Pedroche por dos razones, desconocía la existencia de restos del acueducto Aqua Nova, uno de los más importantes de la Córdoba romana, y la segunda quería fotografiar el Puente de arroyo de Pedroche.
Vista desde el lado Sur.
Me centraré en el puente de Pedroche y su arroyo, lugar de campo por excelencia de los cordobeses. Nada más pasar la fábrica del cemento y una fábrica de mica –ese material aislante de las planchas eléctricas-, que existía a la derecha, en dirección al citado puente, ya estábamos en plena naturaleza. La visita además de permitirnos disfrutar del campo cercano, tipo serrezuela, pues aún no estábamos dentro de la frondosidad de la sierra propiamente dicha, con vegetación de ribera y olivos, nos permitía ver las vagonetas que transportaban el material para la fábrica del cemento desde las cercanas canteras. Junto a la carretera ya en la cuesta también llamada de Pedroche, había una torre gigantesca, que soportaba la línea de vagonetas colgantes con el material, salvando el vano que formaba el arroyo de Pedroche. Otro elemento cercano era la alcubilla del Sombrero del Rey aguas abajo en la orilla derecha y en la lejanía cercana el puente romano de la vía Córdoba-Emérita.
Lado norte del puente.
Un apunte del arroyo.
Creo que el arroyo de Pedroche es quizás, el arroyo más importante que tiene Córdoba. Nace en las cercanías de Torreárboles, la majestuosa altura de seiscientos y pico metros, -que junto con CastriPicón son las dos cotas máximas en las cercanías de la ciudad-. El arroyo discurre primero por los terrenos de Salmerón o Sofía y la Huerta de Cabra. A la derecha existe una casilla abandona con emparrado, cuyos terrenos cruzó, dejando una enorme cicatriz, el gaseoducto, que luego continúa por el camino de la Loma de los Escalones, viniendo de Navalagrulla y bordeando Las Pitas. El arroyo deja a la izquierda la estación de ferrocarril de los Pradillos, testigo de un gran accidente ferroviario en el siglo pasado, el 23 de enero de 1920. A la derecha la enorme mole pétrea de la Mesa Blanca o del Sol. Si tenemos la curiosidad de verla desde Google es impresionante, en cuya vertiente noroeste tiene unos hermosos saltos de agua y una cueva caliza, que creo se llama de las Cabras. En ese salto se unen los arroyos de los Villares y la Ventilla, junto con el de Barrionuevo, cuyo cortijo abandonado está en el centro de un precioso valle con múltiples señales en sus laderas de vehículos de motor de dos ruedas. Surcos que las tienen marcadas como enormes cicatrices del progreso.
Cortijo de Barrionuevo desde el sur.
Cortijo de Orive, abandonado también, aceitero en su tiempo, y unos enormes eucaliptus guardan la unión del arroyo Barrionuevo y Pedroche. Piedras molineras en la orilla. Adelfa, juncos, y las naturales encinas, con bastantes olivos. El manantial de los Mártires, otro lugar conocido por los campistas cordobeses. Un pequeño puente que cruza la carretera que va a Santo Domingo y que fue utilizada para la extracción de piedra de su cantera, cuando se estaba construyendo la autovía N-4, acortando el recorrido de los camiones y evitando el bajar por el Calasancio. Ahora los Terrenos de Trinidad y su huerta, álamos y chopos al lado del camino. Luego el Puente de Hierro, esa construcción metálica que salva el vano del arroyo, en la vía Córdoba Almorchón, dónde cuando ibas a la Palomera de perol era una de las aventuras el bajar a los pilares, después de levantar las trampillas, como refugios al paso del tren. En ese lugar llegan y se mezclan las aguas de los arroyos de Santo Domingo y de la Palomera, unos metros más abajo.
Puente de Hierro de la Palomera.
Huerta de San Marcos dónde pasaba largas temporadas el poeta, D. Luis de Góngora y Argote. Parece que en ese sitio, se inspiró para su obra Polifemo y Galatea, e incluso la gruta que existe allí pudiera ser la citada en ella. Luego los terrenos del cortijo del Majano, cantado en las coplillas populares, y la fuente de pilar de piedra enterrada por los restos de la cantera. Luego más abajo una serie de puentes lo cruzan, antes las vagonetas, ahora una cinta transportadora que parece tira más que transporta, después el tubo que desde el Pantano del Guadalmellato trae el agua a la ciudad, a continuación el sifón del canal de riego del Guadalmellato y su puente, a su derecha los restos del antiguo puente y el Puente de Pedroche. Luego el Molino de los Ciegos, el Puente Romano, y el arroyo que iba embovedado a partir de aquí y ahora va a cielo descubierto hasta la salida de la N-4A, etc. Pero nos quedamos en el Puente de la antigua N-432, Badajoz-Granada.
Lado norte del puente.
Puente del Arroyo de Pedroche
Este puente fue uno de los más importantes de la ciudad, era el que iniciaba la ruta de la sierra. Ha soportado multitud de convoyes militares cuando bajaban de los campamentos de Cerro Muriano y Obejo. Era el inicio del sufrimiento ciclista cuando se pretendía subir al Puerto de las Malagueñas. Como dijimos en un principio, era una de las zonas de peroles por excelencia. Su construcción es, a mi modo de ver ciclópea, de tres ojos, siendo el central mayor. Con tajamares redondeados y, a la entrada y salida del puente, unos apartaderos para peatones. El puente en sí, era materialmente estrecho y, a medida que fue pasando el tiempo mucho más, pues los camiones de gran tonelaje habían de maniobrar a la entrada y mucho menos cruzarse dos de ellos en el mismo. Los ojos laterales casi siempre estaban secos, siendo el central el que soportaba el paso del arroyo, teniendo en cuenta que, salvo en contadas ocasiones, el caudal baja bastante en verano. Este año ha sido uno de los especiales y el agua ha llegado los tres ojos.
Una vista del lado norte desde arriba.
Recuerdo como en el ojo izquierdo, visto desde su cara sur, vivía una familia, habían tapiado el arco por ambas caras y puesto una puerta y ventana en él. Allí vivieron con sus familias cordobeses de la posguerra que no tenían donde meterse, de hay vivir en el ojo de un puente. Aún quedan vestigios en el ojo seco de solado del piso.
Arco izquierdo que fue vivienda.
Mi padre me llevaba por todos esos lugares en su bicicleta, que tenía un pequeño sillón en la barra y un soporte para los pies, y siempre con una caja de parches biselados SAMI encima, porque la avería más frecuente que podíamos tener, era el no deseado pinchazo.
Caja de Parches Sami de más de cuarenta años.
Todo eso se quedaba grabado en la mente de un niño, que no podía comprender como vivían las personas en ese sitio, sin lo más elemental. Pero, poco a poco, estos habitantes iban moldeando el lugar para que se pareciera a una casa, e incluso en una de las fotos se ve un trozo de solería como mencioné antes.
Trozo de solería del ojo izquierdo.
No he podido encontrar datos de la construcción del puente y fechas, en ningún sitio a los que tengo acceso, por lo que lamento no poder ofrecerlos.
Antigua vivienda citada.
Tablero del puente dirección Cerro Muriano.
6 comentarios :
Recuerdo, cuando pasábamos por allí camino de Cerro Muriano, que veía a muchos lavando el coche allí, con las aguas del arroyo. Supongo, y espero, que eso no siga ocurriendo.
También recuerdo los peroles por los alrededores, con las bebidas metidas en el arroyo para refrescarlas.
Es una pena que no se conozca la fecha de construcción, porque siempre me lo he preguntado.
Enhorabuena, como siempre, Paco. Un saludo.
Claro y el Sombrero del Rey (en Canarias de la República) con mucha agua, aunque el lavadero, lavadero era -por lo menos me acuerdo yo- entre este y el romano, claro seré tonto, si entonces no estaba la carretera que ha tapado el venero.
No ahora no lavan allí, está cercado. Y el acceso es difícil.
Pues si no he encontrado datos por ningún lado, de los asequibles. Seguro que los hay. Pero seguro que en XVIII o por ahí.
Hola Paco. Una pequeña sorpresa: ¿A que no sabes que el cine ha dejado este puente fotografiado para la posteridad?
Siempre me sorprendes Antonio, y además te cito al igual que a una amiga Inma (es más de conocimiento de actores y películas), como las personas que conozco que saben más de cine. Ella no tiene tu fototeca y filmoteca desde luego. Tu además entras más de lleno en lo de dentro, lo interior, otras veces en lo técnico y lo curioso. No tengo ni idea de que película lo inmortalizo en el celuloide, pero seguro que cuando me lo digas puede que por viejo la conozca.
¿Cuál es?
Muy viejo tienes que ser pues es del año 1922. Se titula Carceleras.
Evidentemente es imposible, esa me parece que es una que se ven los franceses cuando la guerra de la Independencia. Gracias.
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