Y claro el río vívo devuelve todo a su sitio… el murallón de San Julián que lo derribó el Guadalquivir en una crecida, lo ha vuelto a tapar el agua durante otra.
Ya nos fueron explicadas adecuadamente por Rafael Martínez, en “Los primeros pobladores, de la primera Córdoba" ,de la primera -también-, conferencia de Al-Quibla, todas las modificaciones que sufre el cauce del río a lo largo de su vida.
El río cambiante, los meandros vivos, ahora por aquí, ahora por allí. Vegetación exuberante; ahora me la llevo. Y así, “secular seculorum” por aquello del latín…
No sabemos cuánto tiempo estará esto así. Ahora vendrán las responsabilidades institucionales, me corresponde a mí la limpieza, que te corresponde a ti. Pero si llega el verano podría hacerse una piscina pública, o en su defecto utilizarse para acuario.
Bromas aparte. Sé que no puede ser “melón, ‘tajá’ en mano”, es cierto, pero esperemos, es cuestión de tiempo.
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