La bucólica Fuente de la Cueva.
Los niveles sistólico y diastólico parece que remiten algo una vez reducido el sedentarismo bloguero, esperemos que continúen así. La tarde requería un paseo para compaginar lo primero con lo segundo. Seguía llamándome la atención buscar los restos de un ramal del Aqua Nova –desde un punto de vista absolutamente de profano curioso-, sin saber exactamente donde buscar. Era necesario subir el arroyo Pedroche hasta la Fuente de los Mártires.
La enorme barriada de Mirabueno, un ejemplo de la famosa burbuja. No sabemos en el estado económico en que se encontrará o si será de los bancos. Bordeé la parilla “grafiteada” de lo que siempre hemos llamado el Castillo el Maimón, 165.000 m2 cercados, propiedad de los Hermanos Maristas. Adquirido en el 1946. Olivos y naranjos. Me paré en los enormes muros de lo que seguramente sería una gran construcción. No sé lo que es, si un castillo, lo que le daría el primer nombre al Maimón -dicen que se llama así porque vivio en él Maimonides (¿?)-, o los restos de ese enorme depósito datado de la época romana, que figura en los mapas de los acueductos de la ciudad.
Detalle del muro.
Bajada hacia el arroyo de la Palomera. Son una verdadera alegría hoy los arroyos, hacía tiempo que su rumor no era el cantar por excelencia de la sierra. A la derecha la enorme mole del puente de hierro de la Palomera, con sus dos grandes columnas que lo median y sostienen. Arriba de esas columnas se podía acceder por unas trampillas usadas en las aventuras campestres, cuando aún podías encontrarte un tren pasando por él.
Arroyo de la Palomera.
La temperatura primaveral, los trinos de los machos obligados por su aumento hormonal, y el cantar del arroyo, eran los únicos sonidos a unos cientos de metros de la ruidosa ciudad. Había que cruzar el arroyo de la Palomera por unas piedras, bastante separadas para mi gusto y posibilidades atléticas, y alguna algo puntiaguda, el palo y la buena suerte me hizo pasarlo no sin una leve pérdida de equilibrio y verme casi dentro. Unos metros más abajo se une este curso con el de Pedroche. Continué por la orilla izquierda, y a poca distancia un puentecillo cruzaba el arroyo de Santo Domingo, que viene de los terrenos de Cabriñana, y que también desemboca en el de Pedroche en ese lugar. Una puerta da acceso a una edificación derruida con una piscina en altura, tipo alberca, aún aprovechable. Un nutirdo cañaveral quedó atrás.
Puente de Hierro.
Un minúsculo collado es el comienzo del camino. El trazado del camino unas veces despejado con pequeños prados deseando empezar a crecer, y las más en galería. La orilla del arroyo está cubierta por enormes zarzales, sabes que está allí sólo por su rumor. Jara blanca, lentisco, arrayan, acebuches, álamos, olivos y algún aislado eucalipto son la flora. La fauna, el cantar antes expresado de variedad de pájaros -lástima no conocer los cantos para saber la especie- y los restos junto al camino de los lugares de escarbe de los jabalíes, frescos aún, de la noche anterior. Animales diurnos, que el ser humano ha cambiado sus costumbres por nocturnos. Pensé también en la habilidad de esos animales para encontrar trufas.
Comienzo del camino, se dejan entrever los restos de la piscina.
Unos metros más y la cancela de entrada al cortijo de Trinidad, que se dejaba ver entre la arboleda o alameda. Antes recuerdo una cancela que cortaba el camino. También el acceso al cortijo es a través de un puente sobre el arroyo. Una caseta de perro sin perro. De todas formas mi palo tiene una punta protectora metálica, que en ocasiones se torna disuasoria para el mejor amigo del hombre, cuando éste trata de asustar, con solo enseñárselo en aptitud belicosa se calla normalmente y, cada uno en su sitio.
“Escarbaera” de jabalíes.
Nada más pasar Trinidad, a la izquierda, después de salir de una de las galerías del camino, una fuente, la llamada Fuente de la Cueva, como hacía tiempo no veía, preciosa, enquistada entre dos árboles, o uno y los restos de otro. Ésta a su vez tiene enquistado un tubo metálico, seguro para aprovechamiento de su agua, pues va en dirección al cortijo. Entiendo que si los terrenos son de éste, la fuente también lo será. Pero no lo se.
Camino en galería.
Más camino, suave en su conjunto, fácil con algunos desniveles y casi siempre formando galería con la vegetación. Cuando la visión del arroyo es mayor se ve hasta dónde ha llegado en su crecida. Cantos rodados y depósitos de arena demuestran que estuvo allí hace unos días. Pero ni rastro del ramal del Aqua Nova. Me cruce con un deportista y tuve que forzar, como siempre el ¡Buenas tardes!, no sé si será casualidad pero nadie me fuerza a mi nunca al saludo. Dos caballerosos ciclistas en una curva, cuando el camino se estrecha, se paran para que pase, se lo agradezco y continuo. Ahora el arroyo describe una curva importante hacia la derecha, en sentido contrario a su discurrir que es el que llevo. Ni rastro de rastros de ramal citado, habrá que recurrir a algún experto. A la derecha arriba, ya se ve la mano del hombre en la nueva carretera. El bucólico trinar, y el melodioso sonido del agua ahora se mezclan con el de los motores de explosión de la civilización.
Cortijo de Trinidad.
El camino que baja por la derecha de la N-432, y el que hacia la izquierda va a la cantera de Santo Domingo, en lo que es un gran meandro del arroyo, y un puente derruido de tubos, se unen. Un poco más adelante, a la derecha la, o lo que queda de la Fuente de los Mártires. Es hora de regresar, pues aunque los días son más largos, son terrenos de umbría y el sol desaparece antes. En la vuelta no dejo de comprobar algunas piedras, e ilusionarme, pero son más fruto del deseo que de la realidad. De nuevo la fuente; el cortijo Trinidad; una cueva llena de desperdicios, algunos pequeños surcos de agua que aún corren, y la referencia del puente de hierro en la lejanía cercana.
Bosque.
Subo hacia el castillo del Maimón nuevamente con el arroyo de la Palomera a la derecha y encaro la cerca de la huerta. La aventura ha sido encontrarse más con recuerdos del tiempo, de haber efectuado la ruta otras veces, que con los restos que he venido a buscar. Otra vez será. La barriada fruto de la burbuja y la especulación horizontea el camino. Las vías del ferrocarril a la izquierda -sin vías-, pues han desaparecido todas, siguen hacia el sur pero mi destino es hacia el oeste. Siempre me he preguntado cómo es posible que desaparecieran todas ¿Quién comprará railes del ferrocarril? Inevitablemente el recuerdo de un chiste de los payasos del Price, cuando el Price venía a Córdoba. Le decía el "tonto" al payaso:
-Ayer vi a un pobre viejo cargado con un rail del tren. El pobre hombre no podía ni tirar de el. -dijo el "tonto".
-¿Y tu que hicistes? -le pregunta el payaso, el más serio.
-¡Pues, le dije que Dios le ayude pobre hombre!
-¿Y le ayudó Dios? -añadió.
-¡Que va, si le ayuda acaba con la Renfe!
Pues eso, ni una traviesa, ni un rail, de bastantes kilómetros, y las traviesas y railes no se cortan con un cuchillo, ni se pueden transportar en un vespino. País.
12 comentarios :
Hola, Paco. Los restos que yo conozco están junto al arroyo de Santo Domingo, no junto al de Pedroche
Manolo, ese creo que es el otro ramal. Aunque al final a lo mejor los de Pedroches, si queda alguno, están el orilla izquierda en el sentido de su curso, y como tu bien sabes, y mejor que yo, el camino habitual va por la derecha. Es mas natural que sea la izquierda teniendo en cuenta que la Fuente de los Mártires está, o estaba (yo la recuerdo de peroles) a la izquierda, cuando bajabas por el camino al lado la casilla del paso a nivel.
Sí Paco, yo vi el año pasado en una excursión hecha con mis hermanos unos restos evidentes del acueducto en la orilla izquierda del arroyo del Pedroches camino de la Trinidad, para lo cual nos salimos del camino que sube por su orilla derecha (el que es público) y cruzamos el arroyo por un vado poco antes de llegar al Cortijo. Los restos se encuentran avanzando unos metros hacia adentro conforme llegas a la orilla izquierda (por la cual no se puese subir, porque hay una valla un poco aguas arriba de que el Pedroches se una a sus afluentes en el Puente de Hierro).
Lo que me sorprende es lo de los restos en el arroyo de Santo Domingo. Lo he pateado y nunca he visto nada, y Ángel Ventura no cita en su libro sobre el acueducto que haya ningún ramal por esa zona (sí en el de la Palomera).Lo mismo os apuntáis su descubrimiento...
Una cosa con la que no dimos es con la Fuente de los Mártires. Vimos los tubos que comenta Paco por encima de los cuales cruza el camino de las canteras, y aguas arriba una zona empantanada con ranas incluidas, pero no encontramos ninguna fuente. ¿Qué se encuentra en la orilla izquierda del arroyo, la derecha según se sube?
Laurentino ya me lo imaginaba que era en la orilla izquierda del de Pedroche. En algún plano lo he visto en ese lugar y es el más lógico por su origen que es en esa orilla.
He estado varias veces de perol –de chico, por lo que debes deducir que hace casi un siglo- en esa zona que tus llamas empantanada, y en ese lugar estaba la llamada Fuente de los Mártires y el venero. Muchos años después frecuenté mucho con Conchi la zona, parábamos el Ibiza en la cuesta para no subirla luego y, unas veces por una orilla y otras por otra subíamos el arroyo Pedroche, lo cruzábamos en el cortijo abandonado camino del de Barrionuevo. La primera vez que fuimos, después de tantos años, vi todo el lugar muy cambiado, grandes depósitos de tierra, la destrucción del puente de tubos –que posiblemente fue el culpable de todo al provocar el embalsamiento del agua allí- en una de sus grades riadas, y no me orientaba bien. Posiblemente esa fue la causa de mi despiste y no volver a encontrar la Fuente, de la que he sacado agua. La zona estaba muy cambiada y con mucha vegetación, igual que ahora que también ha estado anegada. Luego está la construcción del camino para los camiones y sospecho también que pueden haber enterrado la citada fuente.
Es un reto tratar de buscar el lugar. Una tarde de estas voy a hacerlo, me orientaré mejor y a ver si hay suerte. Hoy estaba tentado de buscar los restos del de Santo Domingo que dice Manolo, al que considero un conocedor de la zona. En un plano está esa rama de Santo Domingo –Palomera, Santo Domingo y Pedroche-, aunque los planos son como la historia, depende de quien los haga, y te digo esto por los compañeros de “8 picos” como demuestran errores en ellos.
Ayer miércoles tarde, estuve en el Puente de los Piconeros -que por poco me caigo al arroyo- y le hice unas fotos, y llevan razón los compañeros de 8 picos. Ahora ¿Es romano? ¿Es califal? No he encontrado documentación al respecto.
Pues si es así y la enterraron para el paso de las camiones es una pena el destino final de la Fuente de los Mártires. Sería otra más a añadir a la lista: Majano, Sombrero del Rey...
Ojalá no sea así y la fuente aún permanezca enterrada en la maleza.
Esta tarde tengo previsto ir por allí después del pienso del mediodía. He estado ojeando mapas y las fotos de los vuelos, me falta un CD con unos mapas antiguos del ejército que mirar y puede que haya sido el arroyo en sus subidas, aunque recuerdo que estaba retirada de él bastante.
un ochopiquense.
Cierto es que no sé nada a ciencia cierta sobre si el puente de los piconeros es romano, califal o lo que sea. He sido inducido a error por el mismo tríptico que analizamos en su momento, pues en ningún sitio salvo en él he leído lo de "romano" asociado al puente en cuestión.
Quizás lo sea, pero sin documentación de apoyo sólo me queda editar la entrada de marras.
Respecto a la situación de los restos del acueducto ... las evidencias encontradas en el margen izquierdo del arroyo Pedroches son los que encontramos en esta salida
http://www.8picos.com/2009/04/paseo-cortijo-los-velascos-la-palomera.html
Es fácil localizar el punto de paso de un margen a otro: vamos remontando el arroyo pedroches, una vez que dejamos atrás su unión con el sto.Domingo, hasta llegar a un claro bastante amplio. No es muy difícil ver una pequeña bajada hacia el arroyo que nos conduce al paso factible citado. Justo cuando se sale al otro lado damos con los restos. (Aparece marcado en el mapa adjunto de la entrada)
Un saludo.
PD- Yo también busco la Fuente de los Mártires.
Alberto es para mi un honor conocer tus observaciones de primera mano. Muchas gracias. Conozco el lugar que dices y cuando baje el nivel del arroyo voy a ir a esa zona, ahora está complicado. Quiero aprovechar para felicitarte por el blog 8 picos, del que me he hecho seguidor. Un saludo.
Gracias, pero el honor es mio. No hay más que ver la calidad de tu blog.
Un saludo
Pues muchas gracias, de todas formas.
Un saludo.
Fantastico Paco. Al leerte me entran ganas de salir al campo de aventura jeje
Muchas gracias Evil Sound, pues hazlo merecen la pena los alrededores desconocidos de esta ciudad.
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