Triunfo del Jardín del Santo Cristo
En la entrada dedicada a los “triunfos”, monumentos cordobeses por excelencia, dedicados siempre a San Rafael, dejamos atrás uno por su peculiaridad. Es el que está en el Jardín del Santo Cristo de la Misericordia, antigua entrada a la “casa de los locos”.
En este lugar existió la Puerta de la muralla, llamada también de la Misericordia, que tomó ese nombre por estar junto al muro del Hospital de Crónicos, antes de la Misericordia. Puerta que a lo largo de su historia ha tenido diversos nombres: Excusada, por su configuración, de Alquerque -el alquerque es un juego de tablero similar al tres en raya (¿?)-; Quemada, por el incendio que sufrió en su día. Y que culminó su existencia con un acuerdo del consistorio en 1877, para el alineamiento de Ollerías. Este proyecto afectaba principalmente a la fundición de Hierro Portilla White Cia., que lindaba con la puerta por el este y con la Haza de la Hoyada –propiedad también de la misma compañía- por el oeste. A raíz de todo esto la Corporación decidió derribar la Puerta y expropiar terrenos a la fundición, para dejar una entrada amplia a la calle Cárcamo. El derribo se llevó a cabo en el 1882.
Volviendo al Hospital del Santo Cristo de la Misericordia, sabemos que surgió de una Hermandad creada en el siglo XVII para enterrar “en cristiano” a personas fallecidas en el campo, y no identificadas. En la Ermita se exponían los cuerpos para su identificación por familiares. Esto también se realizaba en un poyete frente al Ayuntamiento.
Triunfo del Santo Cristo desde otro plano
La Hermandad encargó, a mediados del siglo XVIII, el San Rafael que nos ocupa, y que se ubicó en un patio del Hospital, que con el tiempo se trasformó en la “Casa de los locos”. Existe una anécdota referida a Cruz Conde, presidente de la Diputación que lo visitó en 1962, y se lamento del estado que tenían los internos allí. Fue tan dura la expresión suya, respecto al Hospital, que eso motivó el comienzo del proyecto de traslado del Hospital Psiquiátrico a las instalaciones de Alcolea. Luego modernas concepciones de la Psiquiatría, auspiciadas por Castilla del Pino, propiciaron la desaparición de este tipo de centros, tratándose los agudos en el Hospital Provincial y otros enfermos a pisos normales, conviviendo unos con otros y controlados por cuidadores.
Existía una parada de autobús en las líneas que discurrían por Ollerías, que se llamaba el Jardinito, y cuando el cobrador la cantaba, diciendo:
- ¡Jardinito, queda alguien! -El pasaje de broma contestaba:
-¡No! ¡No! ¡En el Jardinito no!. –evidentemente por la “Casa de los Locos”.
Pero como lo que nos interesa es el triunfo diremos que, según mi percepción arquitectónica, que es de aficionado “vulgaris”, este monumento no sigue los cánones reglamentarios de lo que es una columna. El concepto columna tiene tres partes perfectamente diferenciadas: Basa, Fuste y Capitel, independiente del orden arquitectónico, en los que siempre se encuentran estos elementos que estimo forman parte de la norma.
En este monumento no. El capitel está abajo, la basa arriba, y otra especie de capitel encima de la basa, vamos desde mi punto de vista parece haberlo construido “calatrava” –no me refiero al insigne arquitecto, sino a un aficionado que me estafó en una obra que me hizo, y a raíz de ello le puse ese apodo, y espero que D. Santiago no se enfade por ello-. Eso sin entrar en los pintores de calle, que han manchado la columna y que siempre me recuerdan unos versos que normalmente estaban en las puertas de los retretes:
“/Si tus manos son pintura/ y tus dedos son pinceles/ pinta el c… de tu madre/ no pintes en las paredes/”.
Lo cierto es que considero un revoltillo arquitectónico raro el monumento, y no he podido encontrar algún documento grafico que deshaga el entuerto. Si han seguido algún criterio, que ignoro, o ha sido una pifia de las muchas que ocurren. Reitero ser un absoluto lego en la materia, pero me ha llamado la atención que no siga el monumento los cánones reglamentarios de:
Basa, Fuste y Capitel.
Jardín del Santo Cristo
Fotografías del autor
2 comentarios :
Es que si le das la vuelta a la columna se vería más feo todavía, ¿no? Yo lo prefiero así tal cual, aunque se salte las normas... ¿o porque se salta las normas?
Jamás se me hubiera ocurrido observar tal percepción, Paco. Si no es por ti, eso se me escapa. ¡Fijo!
No, si llevas razón, si estaría más feo al revés desde luego.
No deja de ser una curiosidad, como lo de los errores de los rótulos.
Saludos
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