Parece ser que la cofradía que, tenía sede en el desaparecido Convento de Nuestra Sra. de las Huertas, luego Santuario de la Virgen de la Victoria hasta su desaparición, es el origen de la Ermita de la Alegría. Está situada en la calle Menéndez Pelayo, en las cercanías de la Colegiata de San Hipólito.
Hubo un tiempo que se llamó la Cofradía Ntra. Sra. de las Huertas y Rocamador, y en el año de 1510 en que se hicieron cargo los Mínimos de San Francisco de Paula, pasó al interior de la ciudad. Otros autores hablan de distinto origen. Lo único cierto es su demostrada antigüedad. Tuvo el Hospital de Peregrinos llamado de Rocamador.
Existe una leyenda de que unos peregrinos que se hospedaron en el, desaparecieron a la mañana siguiente dejando una imagen pintada en la pared. Luego está también el típico emparedamiento parecido al de la Ermita de la Concepción. Esa leyenda u otra fue el estimulo para su construcción. En tiempos de la dominación francesa fue saqueada.
No discutiendo su origen en el desaparecido Convento de la Victoria, admiramos sobre todo su conservación. En la actualidad posee un pequeño y recoleto claustro que tiene en el centro una fuente con surtidor, al que se accede por una de sus entradas de la calle Menéndez Pelayo. Tiene tres galerías. En la de la derecha, a modo de exposición tiene una vitrina, en la que están multitud de clavos, goznes, cerrojos y bisagras, puede que de una antigua puerta. En otro lugar de la galería existen otros dos con una colección de teselas cerámicas, y en el suelo maderas antiguas no identificadas. A la derecha de la puerta, en un tramo de galería existe una pila de agua, y en esos arcos se observan unas pinturas al fresco. El claustro es un oasis dentro de la vorágine urbanística que la rodea.
Desde el citado patio se accede a la Ermita, vemos el pórtico de entrada rematado con una espadaña de la que pende una pequeña campana. Debajo de un óculo la puerta flanqueada por dos ventanas, y encima de estas existe otra a la que se accede por las tribunas interiores. Una vez dentro llama la atención por su altura considerable y sobre todo y sin ánimo de ser reiterativo por su excelente estado de conservación.
Es de planta en forma de cruz, con una cúpula barroca de media naranja, pintada con las efigies de ocho profetas. En el centro de la cúpula tiene una abertura ovalada de entrada de luz del pequeño cimborrio que la corona. La cúpula está rodeada de unas tribunas, así como sostenida por cuatro enormes muros. En cada uno de ellos hay otros tantos óvalos pintados con otros motivos religiosos.
En cada uno de los muros también existen cuatro altares. El Altar Mayor tiene un retablo de talla dorada, fechado en 1774. Casi pegada al altar está la titular, protegida por un cristal en advocación de la Alegría, con dos ángeles y un niño en brazos. En la base de una de las cuatro columnas o muros, concretamente la de la izquierda de la otra puerta de salida, tiene un cepillo incrustado en la pared con losa de mármol, decorada con el nombre de la titular.
La "Ilustre Hermandad del Santísimo Sacramento, Nuestra Señora de la Alegría y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia, María Santísima de Gracia y Amparo y San Nicolás de Bari", dejando a un lado esos nombres cinemascópicos que ostentan la Mayoría de las cofradías, más propios de la nobleza, lo que nos interesa es que parece ser que esta es la Hermandad mantenedora de la Ermita y su trabajo conservador está a la vista.
Catastral
2 comentarios :
Paco, ¿para cuando la ermita de San José de la Magdalena, donde se ha construido el bujero eterno Fray Langostino? Pide permiso a ver si te dejan verlo.
La tengo en cartera, Manuel, con las fotos reglamentarias, pero nunca he entrado ahí. Si el régimen es el mismo que en el Palacio de Viana el control es férreo. Aunque la de la Concepción en la calle Armas, por más que he preguntado tampoco. Habrá que buscarse un amigo cofrade por si tiene alguna "llave".
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