Mezquita omeya y a la derecha arriba, el Sabat
El origen de estas calles cubiertas, que eran los "sabat", es sin duda del mundo árabe. En sus ciudades aparecen con notable frecuencia. Esos lugares entre un edificio y otro pueden, por la anchura de algunos, servir incluso de vivienda. Lo que aquí nos ocupa es el pasadizo o “sabat” que se utilizaba como unión entre el Alcázar del Califa-que estaba situado donde hoy el Palacio Episcopal- y la Mezquita, de forma que el paso del califa a la oración, lo fuese dentro de la máxima seguridad y discreción.
Fue un complemento a la “maqsura”, de los comienzos del Islam para proteger al Califa de posibles atentados. Se dio la circunstancia de que de tres Califas asesinados dos lo fueron en el lugar de oración.
Puerta de San Miguel
En la Mezquita de Córdoba se supone hubo dos “sabat”. El primero cuando gobernaba el Emir Abd Allah (888-912), y unía el alcázar musulmán con la Mezquita a la altura de lo que hoy es la Puerta de San Miguel. L.Golvin mantiene la hipótesis de que sería un solo arco de unos tres metros de altura. Alhaken II lo mandó derribar porque con la ampliación de la Mezquita hacia el sur (965) que a su vez traslado el Mihrab, ya no cumplía su objetivo.
Sabat emiral
Entonces se levantó un nuevo “sabat”, de unos cinco arcos por la anchura de la calle en ese lugar. El geógrafo ceutí Al-idrisi dice que tenía ocho puertas interiores, entre el Alcazar y el muro de “quibla”. Estuvo en uso hasta 1610, año en que por reformas en el Palacio Episcopal, el Obispo Mardones le metió la piqueta destructora.
Sabat califal
Miguel Salcedo Hierro, cita en su libro sobre la Mezquita un texto atribuido a Ambrosio de Morales, testigo presencial ya que vivió y murió en 1591, en el Hospital de San Sebastián, actual Palacio de Congresos, y vería a diario lo que quedaba de él.
Puerta interior del Sabat (se ve la escalera a la planta superior)
“De la parte en que el muro occidental se une formando ángulo con el meridional, salía, como ya dijimos, y duró hasta el principio del siglo XVII, “una alta puente” de sillería que atravesaba la calle hasta el palacio episcopal que está enfrente y en otro tiempo hasta el alcázar, porque había servido a los califas de pasadizo cubierto para ir desde éste a la Mezquita, cuyo edificio, según era sólido y de extraña manera cerrado, más que tránsito parecía cárcel o fortaleza.
Plano hipotético del Sabat de L. Golvin
Tenía de ancho más de veinte pies (5 metros 572 milímetros) y estaba todo atravesado por arcos muy fuertes y espesos, y cubierto de bóveda. Cada arco vacío estaba entre dos divididos por un muro, en cuya parte media había una puerta que se cerraba con hojas forradas de hierro y bronce, y así quedaban ocho piezas divididas por un arco. Estas ocho piezas tenían otras tantas puertas, de las cuales, las cuatro primeras miraban a occidente, por lo que era necesario estuvieran allí encerrados, para abrir, dos porteros; sin que se pueda imaginar, a que fin fue tanto encerramiento por esta parte de la Mezquita, estando hacia el norte tan abierta por las diez y nueve que desembocan en el atrio; mas nosotros juzgamos que el objeto no era otro que la seguridad del alcázar por aquel lado”.
Plano de planta del Sabat de F. Hernández
En la Web Islámica están publicados unos textos de L. Recio, sobre el "sabat":
Al-Idrisi describe el mismo, diciendo:
“A la derecha del mihrab entre los dos muros de la Mezquita Aljama, hay una puerta que abre al alcázar por un pasadizo contiguo. Este pasadizo se halla cerrado con ocho puertas, de las cuales cuatro se cierran del lado del alcázar y cuatro del lado de la Mezquita-Aljama'. Al Maqqari a su vez, en el siglo XVII, recoge un texto mucho más antiguo de Ibn Said (1286), citando otro más antiguo aún, de Ibn Baskuwal (1183), en el que apunta lo que sigue: 'Ninguna puerta se ve sobre el muro sur salvo una, al interior de la maqsura , construida sobre la quibla que conduce al sabat , que enlaza con el alcázar de los califas. Por este pasadizo el soberano pasaba desde el alcázar a la Mezquita para la oración pública”.
Grabado de Martin Seiller, 1659 en el que se ve el Sabat
Se reflejan también en la misma Web citada textos de las:
“Actas Capitulares del Cabildo Catedralicio, en las que en las Cuentas de la Fábrica Catedralicia de los años 1581, 1609, 1618 y 1620, se van estudiando paso a paso las necesidades ya de destruir este monumento de infieles que afea nuestra casa.”
Supuestos restos del "sabat" en el dibujo de Wingaerde de 1567
El dibujo de Wingaerde de 1567, permite con más voluntad por mi parte, que evidencia concreta, la visualización de una edificación unida al muro de la “quibla” que pudiera ser el “sabat”, o lo que quedara de él, en los últimos años de su existencia. En la infografía de la Mezquita, se representa el “sabat” califal (fotografía de la cabecera). El pueblo llano lo llamó los “arquillos”. Pero algo curioso, T. Ramírez de Arellano no lo cita en el Paseo por el barrio de la Catedral, o por lo menos yo no lo he localizado. Hay datos en contratos de alquiler de casas adosadas al Sabat.
Puerta del "sabat" en el muro de la Mezquita.
Hace un par de años se suscitó la polémica de si los restos encontrados al final de la calle Torrijos, con motivo de la reparación del pavimento ¿eran o no los cimientos del “sabat”? (yo estimo que son sin ninguna duda). Restos arqueológicos que se protegieron, taparon y se marcaron en el suelo, como podemos observar en la fotografía.
Fotografías del autor y de diversas publicaciones.
Bibliografía:
Bibliografía:
M. Salcedo Hierro, Web Islam, Nieto Cumplido, L. Recio, L. Golvin, Guadalupe Pizarro
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