Una pelea de gallos
De entre las muchas cosas que había en esta ciudad, estaba una que de niño me resultó muy significativa, y que estuvo vigente hasta la mitad de los cincuenta creo. El “Reñiero" de Gallos. Un lugar a la entrada de la Plaza de Capuchinos en una casa cuya fachada hacía un pequeño escalón. En ella existía una especie de pequeño coso o ruedo similar a una de toros, con gradas a su alrededor, dónde se celebraban las peleas de gallos. Mi padre me decía que los gallos eran ingleses, me imagino que habrá muchos cruces de razas. Allí corrían muchas apuestas, algunas considerables. Los luchadores, estaban mimados por sus cuidadores, con los artefactos de matar que eran sus espolones, cubiertos por una funda, en espera de la lucha en sus jaulas. Recuerdo también un pequeño botiquín de urgencia.
Mis recuerdos eran trágicos, el público de la primera fila se ponía unas batas, que les protegía de la sangre de la pelea, sangre que les podía salpicar, y de hecho así ocurría. Asientos de hule. Mucho jaleo, voces y apuestas. Cada pelea tenía un ritual de calentar a los animales enfrentándolos primeramente en manos de los entrenadores, para luego soltarlos y dejarlos solos en el “ruedo”. Los ataques eran brutales, muchos perdían los ojos, y lo más frecuente la vida. Saltaban en el aire y allí se daban el espolonazo. Cuando el perdedor "cantaba la gallina", significaba la rendición, el tirar la toalla, y no digamos cuando quedaba en el suelo muerto. El gallo de pelea es un animal que no para de luchar, a no ser que se rinda el contrario, o lo maten, es un animal tremendamente fiero.
Casa dónde ubico el Reñidero, a la entrada de la Plaza de Capuchinos desde Torres Cabrera.
Posteriormente reformaron esa casa, la hicieron nueva y desapareció el “Reñiero”. No puedo precisar exactamente la fecha. He preguntado a Pepi que fue durante muchos años dependienta de la confitería La Purísima, de exquisitas tortas y me dio unas fechas también aproximadas.
Teodomiro Ramírez de Arellano cita que, en la calle Siete Revueltas, estaba el más antiguo Reñidero de gallos de Córdoba:
“En el segundo ángulo hay una barrera, y en una de sus casas aún existe el reñidero de gallos más antiguo de esta ciudad”.
Con esto de las riñas de gallos me acuerdo del chiste:
-¿Oiga Sr. voy a apostar, que gallo es el más bueno de los dos? –preguntó un espectador a otro.
-¿Oiga Sr. voy a apostar, que gallo es el más bueno de los dos? –preguntó un espectador a otro.
-¿El más bueno? El blanco. –le contestó el otro.
-Gracias. –continuó dirigiéndose al receptor de las apuestas- Cinco mil duros al blanco.
Se inicia la pelea y en unos segundos el gallo negro le clava el espolón al blanco, y queda éste muerto en el pequeño ruedo, dentro de un charco de sangre.
-¡Oiga Sr. no me dijo que el blanco era el más bueno! –le inquirió el apostador al espectador que le había recomendado apostar al gallo blanco.
-¿Bueno? ¡Buenísimo! No ha visto usted que se ha estado quieto y el negro lo ha matado. -le contestó.
-Gracias. –continuó dirigiéndose al receptor de las apuestas- Cinco mil duros al blanco.
Se inicia la pelea y en unos segundos el gallo negro le clava el espolón al blanco, y queda éste muerto en el pequeño ruedo, dentro de un charco de sangre.
-¡Oiga Sr. no me dijo que el blanco era el más bueno! –le inquirió el apostador al espectador que le había recomendado apostar al gallo blanco.
-¿Bueno? ¡Buenísimo! No ha visto usted que se ha estado quieto y el negro lo ha matado. -le contestó.
Seguro que alguno tiene recuerdos de esa actividad mucho más amplios que los que se plasman aquí. Estos son los míos.
Esta casa del Reñidero la relaciona la LA INDISPENSABLE. GUIA DE CÓRDOBA Y SU PROVINCIA PARA EL AÑO 1875. POR Yodob AsiuL (Seudónimo de Luisa Bodoy), dice lo siguiente: "Circo
gallístico.—Está situado en la plaza de las
Doblas núm. 10, y es un bonito anfiteatro con 56 butacas y unos 500 asientos
entre las gradas y la galería alta; tiene un redondel rodeado de una verja de
hierro, donde se verifican las riñas, y dale luz una buena media naranja con
una claraboya cerrada de cristales en su parte superior: fue construido en 1866
por D. José Sánchez Peña, y muy bien hubiera podido servir para circo ecuestre,
á haberle dado tres ó cuatro varas mas de anchura al redondel: hoy es de la
propiedad de D. Luis Sánchez, muy aficionado á estas lidias y que procura despertar
entre los cordobeses esta diversión. Córdoba 1875"
Un típico Reñidero de Gallos.
Vuelo de USAF de 1956 donde se sitúa la casa del Reñidero
Plano de 1900 donde se ve el redondel del Reñidero
Vuelo de USAF de 1956 donde se sitúa la casa del Reñidero
Fotos de la red, GoolZoom y AMC.
Bibliografia de la guía citada
Sólo he visto peleas de gallos en imágenes dado q es un mundo creado por y para hombres. Me he quedado horrorizada cn las imágenes, hasta tal punto q no estoy dispuesta a ver imágenes como esa nunca más por no ser de mi agrado.
ResponderEliminarLos gallos, como todo animal macho en la naturaleza, sólo escenifican el ritual de la territorialidad, pero en la naturaleza, a campo abierto, les queda el comodín de poder huir para, al menos librarse de la muerte segura. Cosa q no puede hacer el gallo más débil en esos "reñieros".
Costumbres con etiqueta de tradición y q no por ello dejan de ser crueles aunq por dicha etiqueta pretendan salvarla sus aficionados de la extinción, como sucede con los toros, elevada su fiesta a cultura y arte, verdadera aberración. Una verdadera lástima. Aún así está bien q alguien reseñe por escrito las tradiciones de sangre q en su momento existieron y aún existen.
saludos
Lo que vamos a hacer es prohibirlo todo y nos quedamos en nuestras casas,yo soy amante de las moscas,quien defiende a esa especie.
EliminarLisis
ResponderEliminarTe había contestado a tu comentarios, y ahora compruebo que no se grabó.
Hablaba de que los animales estos son crueles, si se les puede llamar así, pues son animales. Si a un pollo le ven los otros sangre lo matan sin piedad.
Estos están preparados para hacerles ganar dinero a sus dueños, igual que los toros. Que los toros me imagino igual que estos no sufren porque generan una endorfinas que para nosotros las quisieramos, o yo "para que no le duela tanto la cabeza a Conchi". Que los mansos mugen cuando les pinchan porque no son bravos, claro que si nosotros generaramos las famosas endorfinas algunos tendríamos que ser bravos también, pero toros.
Que me acuerdo cuando niño del espectáculo de los gallos. De la sangre salpicando a la primera fila, pero que para sangre el telediario. Y que donde se pogan una buena corrida... bueno, para algunos eso es ya memoria histórica.
Uff. Que malamente me está quedando esto con lo bien que me salió la primera contestación que se borró. Pero tampoco, porque siempre parece mejor lo que se pierde para siempre y eso es mentira.
Para finalizar en el tema de los animales, a mi me da pena ya te lo he dicho muchas veces, pero que les hacen los civilizados más putadas a algunos otros, que los taurinos a los toros, lo que pasa es que es lo hacen en la rebotica.
Pero de verdad lo más malo, aparte de lo del palo, son los telediarios.
Y reitero, comparto lo que dices totalmente porque es sensato y lo dices desde dentro.
Salú.
Ey, yo he visto en periódicos antiguos que anunciaban peleas de gallos en la plaza de la Doblas. Pero ahora es una aguja en un pajar.
ResponderEliminarPuerta, tiene que haber , e incluso fotos de la época, pero yo no las he encontrado. La busqueda en periodicos es compleja, sólo el ABC tiene una hemeroteca que merezca la pena. Muchas gracias de todos modos.
ResponderEliminarUn saludo
Paco
La contestación a la amante de las moscas no debería tener lugar porque hace su graciosa observación desde el anonimato. Pero decir que es una verdadera crueldad lo de las peleas de gallos, yo he visto como saltaba la sangre al graderío y me impactó muchísimo de niño. Por otro lado no hay cosa que me de más asco que las moscas, cuando se paren en ti antes se han parado en sitios asquerosos, pero estamos gente para todo, aún entendiendo su ironía.
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