El grabado de Córdoba de Guedson nos deja siempre una ventana por donde poder mirar a nuestro pasado más inmediato. Hemos extraído una porción del mismo y ampliado éste, para poder mirarlo más detenidamente. Este grabado junto con los planos de la ciudad de la época nos dan una visión aparentemente cercana, pero que nos separan de ella más de ciento sesenta años. Nos permite desde luego soñar e imaginar el viaje en el tiempo, ya que vemos lugares que ya no están. La consecución del grabado parece ser se realizó desde un globo, con el método del daguerrotipo, y trabajado después. Ese tipo de trabajos fotográficos requerían de largas exposiciones, por lo que sería significativa la quietud de aerostato.
En esta ampliación podemos ver: San Lorenzo; Los Padres de Gracia y a su lado la Puerta de Plasencia; el angulo que hacía la muralla, cuyo lienzo está visible frente de los Salesianos; delante de las torres de la muralla, en el lienzo citado, dirección noreste/suroeste, estaban las huertas de la Torrecilla, la de la Cerradilla y la de la Golondrina, ubicándose casi en la esquina superior la huerta de Detrás de la Puerta, el otro angulo tomaba parelelo a la calle Escañuela en dirección a la Puerta de Andújar, cuya Torre de los Donceles vemos; la Magdalena; debajo San Pedro; y en la orilla del río San Nicolás de la Axerquía; Santiago; por encima de este el convento de San Juan de Dios; la ermita de San Sebastián y al lado el Carmen con la Puerta Nueva. El convento de San Juan de Dios lo debemos situar en el lugar que hoy ocupa el Matadero Municipal, en Puerta Nueva, el Carmen sigue y la ermita de San Sebastián estaría a la altura de la Avenida de Barcelona. Hay un lugar significativo delante de la Puerta de Plasencia que, aunque la "Santa Inquisición" se supone que en la fecha del grabado ya no hacía horas extra, era el antiguo "quemadero del Marrubial".
Volviendo al río, ya estaba terminada la obra del primer tramo del murallón de la Ribera -que "duró más que la obra del murallón", es un dicho cordobés para significar lo que parece eterno, aplicable ahora al Palacio del Sur, ejemplo de megalomanía.-, y se ve perfectamente el embarcadero y parte de los "pelambres"(1) a su derecha, lugar de curtido de pieles en el que existían unas piletas para depositar las mismas.
En posteriores entradas trataremos de seguir estudiando el grabado.
(1) Apelambrado en aspas. Cuando los cueros salen del proceso anterior, generalmente llevan restos de pelos en los bordes y/o lomos; por ende se coloca en piletas con aspas giratorias con soluciones diluidas en sulfuro de sodio y cal, para eliminar totalmente restos de pelos, bulbos y raíces. Estas piletas quedan alternativamente en movimiento durante cuarenta y ocho horas, según lo aconseje el estado del proceso. (de IEspaña)
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