¡Cuán gritan esos malditos!
Pero, ¡mal rayo me parta
si en concluyendo la carta
no pagan caros sus gritos!
Con unas voces en off, y esos versos, declamados en la Hostería del El Laurel en Sevilla, comenzaba D. Juan Tenorio de D. José Zorrilla.
Todos los primeros de noviembre los escuchábamos muy atentos por la radio, en la mesa camilla, bueno los que tuvieran la suerte de tener aparato de radio. Todos los años, las mismas frases de mi madre relativas a la presencia de los muertos en el cementerio en las escenas de esta índole de la obra. Todos los años el previsible miedo.
Es posible que esa especie de pavor o respeto que mi madre tenía por los cementerios, fuese lo que le hizo no entrar nunca en ninguno. Mi madre no había pasado nunca de la puerta de entrada, a pesar de haber sufrido la pérdida de seres cercanos, sobre todo sus padres. Bastante tenían con esconderse detrás de ese luto riguroso que las envejecía, luego el alivio de luto en el que podían entrar unos lunarcitos blancos, por poner un ejemplo. Pues bien mi madre entró en el cementerio sólo el día aciago de su marcha de este mundo, y yo me quedé con las ganas de que no hubiera sido así, propuse la incineración a mi hermana, y a ella no le pareció bien, y entonces entró nuestra madre al cementerio.
El texto de D. Juan Tenorio, puede parecer para tocar madera, pero era lo normal de primeros de noviembre, culto a los antepasados –suena mejor que a los muertos- mariposas encendidas en las casas, gachas y D. Juan Tenorio.
La acción en Sevilla 1545, Carlos I en el trono. Dos partes, la primera en noche de Carnaval, la segunda cinco años después. Una apuesta para ver quién de los dos, D. Juan y D. Luís Mejía obraban peor a lo largo de un año.
Drama religioso-fantástico con el mensaje del arrepentimiento y el perdón.
Se encuentran en la Hostería del Laurel, de Buttarelli, donde hacen el computo de su hazañas. Libro de contabilidad donde reflejan los muertos y las mujeres seducidas. Matemáticamente vence D. Juan, como tenía que ser desde luego. Pero D. Luís lo desafía a seducir a “una novicia que esté por profesar”. D. Juan entra en la apuesta y la sube incluyendo la seducción a su novia D. Ana de Pantoja –no era familia de la actual-. D. Luís de Ulloa, el comendador que estaba disfrazado escuchando, futuro suegro de Tenorio, cuya hija Doña Inés la tenía en un convento reservándola para el matrimonio con D. Juan, deshace el matrimonio convenido.
"Con oro nada hay que falle:
Ciutti ya sabes mi intento:
a las nueve en el convento;
a las diez, en esta calle"
Esa noche D. Juan seduce a Doña Ana haciéndose pasar por su prometido –desde luego no podía ser menos, al ser D. Juan-, luego escala el convento y rapta a Doña Inés. Se enamora perdidamente de ella. D. Luis y D. Gonzalo se enfrentan a D. Juan en un duelo, cada uno defendiendo su respectivo “honor”. D. Juan mata a ambos, y se tiene que marchar a Italia huyendo.
Cinco años después regresa a Sevilla, y visita el cementerio donde estaba enterrada Doña Inés:
Mármol en quien doña Inés,
en cuerpo sin alma existe,
deja que el alma de un triste
llore un momento a tus pies.
Allí habla con el escultor, que le da las llaves del cementerio y está delante de los panteones que su padre, D. Diego, había realizado empleando toda su hacienda:
No os podréis quejar de mí,
vosotros a quien maté;
si buena vida os quité,
buena sepultura os dí.
Estos versos se pueden aplicar a quien es culpable de muertes y luego pretende dar honrosa sepultura a sus muertos; tumba del soldado desconocido; determinados valles, etc. Pero sigamos con D. Juan. Doña Inés había hecho una apuesta con el buen Dios de los cristianos: si lograba el arrepentimiento de su amor, los dos se salvarían del “infierno”, si no lo conseguía se condenaban ambos eternamente.
D. Juan como lo era hasta la sepultura, a pesar de que estudiosos modernos, de esos que estudian todo, hasta la ecuación del porqué enfría el agua un botijo, digan de él que era sospechoso de no ser tan “macho”, invita a la estatua del Comendador a cenar y éste lo invita a él a compartir mesa con él en el panteón.
tú eres el más ofendido,
mas, si quieres, te convido
a cenar, Comendador.
Que no lo puedes hacer
creo, y es lo que me pesa;
mas, por mi parte, en la mesa
te haré un cubierto poner.
Cuando el espíritu del Comendador se llevaba a D. Juan al infierno –no era Irak-, la pura de Doña Inés interviene le ruega que se arrepienta y este se arrepiente, como es tan fácil que todo se borre con el arrepentimiento, la joven gana la apuesta con Dios y ambos suben al cielo rodeados de cantos e imágenes celestiales.
Increíble, no el drama sino la metáfora. Todo eso con música de ambiente, en una mesa estufa con un brasero de picón –entonces en primero de noviembre hacía frío-, con las mariposas encendidas, con un bombilla de 40 vatios hacía que, si tenías que salir al retrete que estaba en la escalera, miraras antes.
Ni bueno ni malo, era así. Hoy la colonización de otras culturas, imponen el Halloween, de la anglosajona. Es lo mismo, pero transforman una cultura de respeto a los antepasados, sí, con un fuerte componente religioso es cierto, una tradición, en una fiesta. Mucha gente iba a limpiar al cementerio, las flores y los recuerdos se amontonaban, luego se marchitarían al igual que el año anterior, pero ese día florecían.
Hoy es el carnaval en noviembre, hasta fiestas tipo guateque, o cotillón, con sabor yanqui, de película en blanco y negro organizadas, y los muertos donde tienen que estar, pero sin recuerdo familiar. Un solo un día al año para recordarlos y se cambia todo por un disfraz de esqueleto estúpido, y fiesta de carnaval a lo americano del norte.
¿Y de las gachas y de D. Juan Tenorio quién se acuerda?
NOTAS: Todos los días recibo la palabra del día de la Web elcastellano.org a la que estoy suscrito. Hoy he recibido la relativa a la fiesta anglosajona que nos invade relativa al día de los difuntos.
"LA PALABRA DEL DÍA
Por fuerza de la mundialización, tradiciones heredadas de esta antiquísima fiesta de origen celta se están extendiendo tan rápidamente en los países hispanohablantes que vale la pena echar una ojeada a su origen, por más que
halloween no sea una palabra de nuestro idioma.
En la Antigüedad, en Bretaña, Escocia e Irlanda, se festejaba la fiesta de Samhain el 31 de octubre, último día del año en los antiguos calendarios celtas y anglosajones. En esas ocasiones, se encendían grandes hogueras en lo alto de las colinas para ahuyentar a los malos espíritus, y se creía que las almas de los muertos visitaban sus antiguas casas, acompañadas de brujas y de espíritus.
Con la llegada del cristianismo, se estableció el primero de noviembre como Día de Todos los Santos, y el 31 de octubre pasó a llamarse en inglés
All Saints' eve (víspera del Día de Todos los Santos) o también
all Hallows' eve y, más recientemente,
Hallows' eve, de donde derivó
halloween. Hallow es palabra del inglés antiguo, significa 'santo' o 'sagrado' y, como el moderno vocablo
holy, proviene del germánico
khailag.
Muchas de las tradiciones de halloween se convirtieron en juegos infantiles que los inmigrantes irlandeses llevaron en el siglo XIX a los Estados Unidos y, desde allí, se han extendido en las últimas décadas por el mundo hispánico."
De la Web www.elcastellano.org
Pues siempre es grato ver referencia a esta obra de teatro por todo eso q has relatado tan impecablemente.
ResponderEliminarPero te digo. Para mi hay unos fragmentos de Don Juan q me encantan porq me resultan muy significativos y recurro mucho a ellos todos los años.
Uno de ellos el q pertenece al 1er acto donde los dos fanfarrones se leen la retahila de fechorías q han hecho cada cual por su lado (aquí se demuestra didácticamente al público joven, lo mamonazos q eran) y q goza de un ritmo rimbonbante acorde a lo q se recita con chulería desmedida.
El otro fragmento q me encanta, sobretodo cuando lo lees a adolescentes (vaya carita de asúcar fina q ponen, sobretodo ellas, es la escena IV del acto II, el momento en que Dª Inés del arma mía, lee la carta q le ha enviado D. Juan a través de Brígida. Las chicas se esponjan y notan q están por todos los huesitos del más cabroncete de sus compañeros de edad y q son capaces de perdonarle todas sus fanfarronadas si le dedican esas palabras tan fogozas, ejejejej (me parto)
y por último, claro q me acuerdo de las gachas, yo las hago en este tiempo, mi madre tb, y mi abuela tb me las hacía cuando estaba pequeña (creo q no he probado ningunas como las q ella hacía, con sus cuscurrones y su olor y sabor a canela, hummm,!) Aquí te dejo la receta, por si alguien lo quiere intentar:
GACHAS
INGREDIENTES:
6 CUCHARADAS SOPERS DE HARINA TOSTADA PREVIAMENTE EN SARTÉN
3/4 LÍQUIDOS: MITAD DE LECHE+MITAD DE AGUA (de leche un poco más)
4 CUCHARADAS SOPERAS DE AZÚCAR
1 CUCHARADA SOPERA DE MATALAUVA EN GRANO (ANÍS)
1 PELLIZCO DE SAL
CANELA A GUSTO EN RAMA Y DESPUÉS PARA ESPOLVOREAR
FORMA DE HACERLO
- EN SARTÉN CON CHORREÓN DE ACEITE AL FUEGO
-1º LA MATALAUVA CUANDO EMPIEZA A FREÍR.
- EL RESTO DE INGREDIENTES PREVIAMENTE BATIDO.
- SE REMUEVE TODO HASTA Q ESTÉ LISTO.
- SE VIERTE EN UNA FUENTE Y SE LE AÑADEN PICATOSTES CON MIEL, NUECES O PIÑONES, SEGÚN GUSTO.
- SE ESPOLVOREA CON CANELA Y AZÚCAR.
buen provecho! >;o]
Pues no me resisto a dejar sin recortar y pegar los fragmentos de D. Juan de los q te hablé. Lo intentaré por partes, porq si no, no me cabrán.
ResponderEliminarAQUÍ LA ESCENA DE LA CHULERÍA REDOMADA DER MACHO EJPAÑOL CONSIDERADO DESDE SIEMPRE Y AMPARADO POR LA IGLESIA CATÓLICA POR MALO Q FUERE (lo de te voy a condenar es pura farsa, con lo macho q es como va a ir a los infiennos? jejejeee)
[...]
DON LUIS
No, vos debéis empezar.
DON JUAN
Como gustéis, igual es,
que nunca me hago esperar.
Pues señor, yo desde aquí,
buscando mayor espacio
para mis hazañas, dí
sobre Italia, porque allí
tiene el placer un palacio.
De la guerra y del amor
antigua y clásica tierra,
y en ella el Emperador,
con ella y con Francia en guerra,
díjeme: «¿Dónde mejor?
Donde hay soldados, hay juego,
hay pendencias y amoríos».
Dí, pues, sobre Italia luego,
buscando a sangre y a fuego
amores y desafíos.
En Roma, a mi apuesta fiel,
fijé entre hostil y amatorio
en mi puerta este cartel:
«Aquí está don Juan Tenorio
para quien quiera algo de él».
De aquellos días la historia
a relataros renuncio;
remítome a la memoria
que dejé allí, y de mi gloria
podéis juzgar por mi anuncio.
Las romanas caprichosas,
las costumbres licenciosas,
yo gallardo y calavera,
quién a cuento redujera
mis empresas amorosas.
Salí de Roma por fin
como os podéis figurar,
con un disfraz harto ruin,
y a lomos de un mal rocín,
pues me querían ahorcar.
Fui al ejército de España;
mas todos paisanos míos,
soldados y en tierra extraña,
dejé pronto su compaña
tras cinco o seis desafíos.
Nápoles, rico vergel
de amor, de placer emporio,
vio en mi segundo cartel:
«Aquí está don Juan Tenorio,
y no hay hombre para él.
Desde la princesa altiva
a la que pesca en ruin barca,
no hay hembra a quien no suscriba,
y cualquiera empresa abarca
si en oro o valor estriba.
Búsquenle los reñidores;
cérquenle los jugadores;
quien se precie, que le ataje;
a ver si hay quien le aventaje
en juego, en lid o en amores».
Esto escribí; y en medio año
que mi presencia gozó
Nápoles, no hay lance extraño,
no hubo escándalo ni engaño
en que no me hallara yo.
Por dondequiera que fui,
la razón atropellé,
la virtud escarnecí,
a la justicia burlé
y a las mujeres vendí.
Yo a las cabañas bajé,
yo a los palacios subí,
yo los claustros escalé,
y en todas partes dejé
memoria amarga de mí.
Ni reconocí sagrado,
ni hubo razón ni lugar
por mi audacia respetado;
ni en distinguir me he parado
al clérigo del seglar.
A quien quise provoqué,
con quien quiso me batí,
y nunca consideré
que pudo matarme a mí
aquel a quien yo maté.
A esto don Juan se arrojó,
y escrito en este papel
está cuanto consiguió,
y lo que él aquí escribió,
mantenido está por él.
[...]
DON LUIS
¡Por Dios que sois hombre extraño!
¿Cuántos días empleáis
en cada mujer que amáis?
DON JUAN
Partid los días del año
entre las que ahí encontráis.
Uno para enamorarlas,
otro para conseguirlas,
otro para abandonarlas,
dos para sustituirlas
y una hora para olvidarlas.
en siguiente comentario la melíflua y almibarada Inesina...
Inesita hecha GACHAS por los huesitos de chulopisinas de D. Juan (es q la adolescencia ej mu mala):
ResponderEliminarACTO TERCERO
INÉS
No sé: desde que le vi,
Brígida mía, y su nombre
me dijiste, tengo a ese hombre
siempre delante de mí.
Por doquiera me distraigo
con su agradable recuerdo,
y si un instante le pierdo,
en su recuerdo recaigo.
No sé que fascinación
en mis sentidos ejerce,
que siempre hacia él se me tuerce
la mente y el corazón:
y aquí y en el oratorio
y en todas partes advierto
que el pensamiento divierto
con la imagen de Tenorio.
...
INÉS (Lee.)
"Doña Inés del alma mía. "
"Luz de donde el sol la toma,
hermosísima paloma
privada de libertad,
si os dignáis por estas letras
pasar vuestros lindos ojos,
no los tornéis con enojos
sin concluir, acabad."
BRIG
Seguid, seguid la lectura.
que han convertido en hoguera
tiempo y afición tenaz:
y esta llama que en mí mismo
se alimenta inextinguible,
cada día más terrible
va creciendo y más voraz. "
BRIG
Es claro; esperar le hicieron
en vuestro amor algún día,
y hondas raíces tenía
cuando a arrancársele fueron. Seguid
INÉS (Lee.)
"En vano a apagarla
concurren tiempo y ausencia.
que doblando su violencia
no hoguera ya, volcán es.
Y yo, que en medio del cráter
desamparado batallo,
suspendido en él me hallo
entre mi tumba y mi Inés. "
BRIG
¡Adelante!
INÉS (Lee.)
"Inés, alma de mi alma,
perpetuo imán de mi vida,
perla sin concha escondida
entre las algas del mar;
garza que nunca del nido
tender osastes el vuelo,
el diáfano azul del cielo
para aprender a cruzar;
Si es que á través de esos muros
el mundo apenas miras,
y por el mundo suspiras
de libertad con afán,
acuérdate que al pié mismo
de esos muros que te guardan,
para salvarte te aguardan,
los brazos de tu don Juan."
¡Ay! ¿Que filtro envenenado
me dan en este papel.
que el corazón desgarrado
me estoy sintiendo con él?
¿Qué sentimientos dormidos
son los que revela en mí?
¿Qué impulsos jamás sentidos?
¿Qué luz, que hasta hoy nunca vi?
¿Qué es lo que engendra en mi alma
tan nuevo y profundo afán?
¿Quien roba la dulce calma
de mi corazón?
BRIG
Don Juan.
¡Silencio!
INÉS
Me estremeces.
...
ACTO CUARTO ESCENA II (ESCENA DEL SOFÁ)
D. JUAN
¡Ah! ¿No es cierto, ángel de amor,
que en esta apartada orilla
mas pura la luna brilla
y se respira mejor?
Esta aura que vaga llena
de los sencillos olores
de las campesinas flores
que brota esa orilla amena;
esa agua limpia y serena
¿no es cierto, paloma mía,
que están respirando amor?
¿no es verdad, gacela mía,
que están respirando amor?
Y esas palabras que están
filtrando insensiblemente
tu corazón ya pendiente
de los labios de don Juan,
y cuyas ideas van
inflamando en su interior
un fuego germinador
no encendido todavía,
¿no es verdad, estrella mía,
que están respirando amor?
Y esas dos líquidas perlas
que se desprenden tranquilas
de tus radiantes pupilas
¿no es verdad, hermosa mía,
que están respirando amor?
¿no es verdad, hermosa mía,
que están respirando amor?
¡Oh! sí, bellísima Inés,
espejo y luz de mis ojos;
escucharme sin enojos,
como lo haces, amor es:
mira aquí a tus plantas, pues,
que rendirse no creía,
adorando, vida mía,
la esclavitud de tu amor.
INÉS
Callad, por Dios, ¡oh don Juan!,
que no podré resistir
mucho tiempo sin morir
tan nunca sentido afán.
¡Ah! callad por compasión,
que oyéndoos, me parece
que mi cerebro enloquece
y se arde mi corazón.
¿Y que he de hacer, ¡ay de mí!,
sino caer en vuestros brazos,
si el corazón en pedazos
me vais robando de aquí?
¡Don Juan!¡Don Juan!, yo lo imploro
de tu hidalga compasión:
o arráncame el corazón:
o ámame porque te adoro.
Niñas arrobadas y niños desorientados tras ver y escuchar comentarios despectivos hacia la figura de D. Juan (cómo actuar ante las niñas pues)
Tras la lectura, coloquio pintoresco detrás sobre el eros y el tanatos.
FIN
>;0P
Bravo Lisis,
ResponderEliminarla chulería de Italia me la aprendí de memoria, y cuando procede, cada vez menos, la suelto, pues la puse en un lugar del disco duro del que aún no se ha borrado, puede que esté apretujada con otras cosas, pero aún está ahí.
o lo de
“y esas dos líquidas perlas,
que se desprenden tranquilas,
de tus radiantes pupilas
convidándome a beberlas,
evaporarse, a no verlas,
de sí mismas al calor;
y ese encendido color
que en tu semblante no había
¿No es verdad paloma mía.......
etc. etc.”
Es muy preciso y bonito lo que dices de tus chicas y lo de "los huesitos del más cabroncete de sus compañeros", siempre me preguntaba por qué esto es así y llama la atención el "cabroncete" y no la llamaba, o llama, el "formalito con gafas y tímido".
Aunque conozco un asunto de maltrato psicológico y físico que hace que, una inteligente chica, y con un futuro profesional evidente, aguante por "amor", dice, a un tío que no es un cabroncete sino que es un "chulo de mierda", con antecedentes de denuncias y abusos, con orden de alejamiento con otra anterior novia, tengo la impresión que eso no es amor, es otra cosa que posiblemente esté encuadrada dentro de otra definición en este caso clínica.
No me lo puedo creer, es igual que siempre, no ha cambiado nada. En el paso de los siglos y con el abandono del romanticismo pero los humanos igual.
Muchas gracias por tu aportación. Sigo pensando que debía de haber -que los habrá- blog escritos al alimón, donde las aportaciones puedan incorporarse al original sin ser comentarios al mismo y suplir las muchas carencias que los originales, por lo menos los míos, tienen.
¡Ah! Las aceitunas de los olivos de Machado, buenísimas, lástima que el punto de cloruro sódico no le sirva los mayores aquejados de la tensión alta, que los obligan a un par de ellas todo lo más, que si no…
La música variada y preciosa. Los boleros eternos, no se desgastan con el tiempo, claro para nuestra generación desde luego.
En fin, llegó “noviembre, dichoso mes, que empieza con los santos, media con San Martín (a todos los cerdos le llega), y acaba con San Andrés”. El olor de las castañas asadas ¡a un euro la decena!, los madroños de rojo rutilante ya, los ocres en lo vegetal… ¡¡Pero 25 grados centígrados anoche a las once de la noche!! ¡¡La que está liando Zapatero!!