"Allá por el año 1919, como consecuencia de una idea de un grupo de vecinos de la ciudad, el Concejo Municipal, quiso aprovechar la caseta hexagonal que existía desde 1882 en los Jardines de la Agricultura, para establecer en ella una Biblioteca, que se vendría a llamar Biblioteca-Séneca."
La idea es que en la citada Biblioteca, no hubiese bibliotecario ni vigilante. El lector deberá tomar el libro para leer en los múltiples bancos semicirculares que rodean a la caseta. Después de su lectura lo depositará cuidadosamente en el lugar donde lo tomó. Y la empresa será del todo educativa.
A la idea han surgido múltiples opiniones contradictorias: que nuestros vecinos no estén preparados para estos métodos de utilización de la cultura libres. Que no faltarán elementos que sustraigan los libros que el Ayuntamiento generosamente ofrece. Todas estas cuestiones son los impedimentos que echan agua fría sobre los fervorosos cordobeses amantes de la cultura.
Como contrapartida se dijo en su momento, poniendo como modelo al pueblo sevillano que, respeta las colecciones que se le ofrecen allí en el Parque de María Luisa, y que en Madrid donde el índice de rateros y tomadores de lo ajeno, es mucho más elevado que en Córdoba y Sevilla, también tienen sus bibliotecas en los jardines sin notables faltas en sus fondos.
Y para averiguar si un pueblo es merecedor de esa confianza, si sabe o no hacer buen uso de una cosa, no existe más solución que hacer la prueba poniéndola a su alcance.
En el supuesto de que los libros puedan ser sustraídos, o deteriorarse con el uso, existen diez ejemplares de Las Tragedias del cordobés Lucio Anneo Seneca, y una entidad cordobesa se ha comprometido a reponer todas las faltas que se noten, prestando un servicio doble servicio a la cultura cordobesa poner al alcance de los cordobeses la lectura de esos diez volúmenes, y facilitar al atrevido que sustraiga alguno la posibilidad de que posea un libro de Séneca sin costo alguno. Todo es según el color del cristal con que se mira.
En la pequeña, pero coqueta Biblioteca proyectada, hasta ahora sin más aplicación que guardar los útiles del jardín, surgirá un monumento al filósofo y poeta cordobés. Sus libros junto con los de otros cordobeses, antiguos y contemporáneos, serán puestos al alcance del pueblo como homenaje al insigne ingenio de la Bética, honra de Córdoba, cuna de la familia Annea, sinónimo de sabiduría".
En líneas generales ese fue el artículo llamado "Por la Cultura Cordobesa", que proponía la utilización de la mencionada caseta hexagonal de los Jardines de la Agricultura. El artículo lo ilustraba una imagen oronda de nuestro paisano.
Al final en 1922, se abrió al público la Biblioteca Séneca, que según datos de la época llegó a contar con 2000 volúmenes, además de una sección infantil que fue la primera que hubo en esta ciudad. La respuesta del pueblo fue muy espléndida, llegándose a contar con más de veinte mil lectores al año.
El 22 de abril de 1931 (ya llevaba funcionando nueve años la Séneca), en todo el esplendor del interés de la II República por la cultura, se inauguró en el cuerpo central de la Pérgola, la Biblioteca Popular Duque de Rivas. Fue una de los primeros actos de recién nombrado ayuntamiento republicano, que significaba una oferta de cuatro bibliotecas al pueblo de Córdoba: la Municipal, la Popular, la Séneca y la Duque de Rivas. Además de las que particularmente tuviesen instituciones privadas.
No sabemos, ni hemos encontrado datos, del resultado del experimento y tenemos que dejarlo a la memoria personal, con las notables carencias de precisión que podamos tener. Creo recordar que en los años cincuenta y casi principios de los sesenta funcionaba aún la citada Biblioteca-Séneca. Lo que no puedo precisar son, la fecha y los motivos de su cierre.
Por el 1950, también se ofreció el "morabito" de los Jardines del Campo de la Merced, como biblioteca orientada a temas árabes e hispano-marroquíes, recibiendo donaciones de la Delegación de Cultura del Alto Comisariado de España en Marruecos.
La oferta cultural cordobesa fue en su momento importante.
Sólo quedan de testigos de la Biblioteca Séneca, los bancos semicirculares que la rodeaban, aderezados de múltiples pensamientos del filósofo, rodeando una ahora explanada vacía, donde estaba ubicada la caseta hexagonal que contenía la misma.
Bancos semicirculares con los pensamientos
Las dos primeras fotografías son de los bancos semicirculares que aún existen. Las tercera y cuarta son unas vistas antiguas procedentes del Archivo Municipal. La quinta es un "collage" de todos los pensamientos de Séneca que figuran el los bancos existentes. Y la sexta es una vista aérea actual del lugar donde se ubico la Biblioteca.
En la escena 0:15 s. del video se puede ver el banco semicircular del fondo que es el mismo que se ve en la fotografía de los niños y que tiene la fuente.
Notas:
Existen cinco bancos pequeños y cuatro semicirculares, en total hay treinta y tres azulejos, algunos repetidos, uno está totalmente destruido, otros dañados.
Fotografías del AMC y del Autor.
6 comentarios :
Fantástica entrada... No sabía nada de esto.
Un abrazo
Gracias a ti por interesarte las cosas de nuestra ciudad. Saludos.
Paco, me he tomado el atrevimiento de hacer un enlace en mi página de HABLANDO DE CÓRDOBA con tu entrada.
Por supuesto he puesto tu enlace hacia el blog.
Muchas gracias no es ningún atrevimiento. Aparte de en él Blog todas las entradas las tengo (creo que todas) aquí: https://www.facebook.com/NotasCordobesas?ref=hl
Saludos Jerusalem
Magnífico artículo. Orgullo de antepasados
Muchas gracias Juan María. Un fuerte abrazo.
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