"Monseñor Cañizares, que es cardenal y prefecto de la Congregación del Culto Divino en el Vaticano, ha sido preguntado sobre los escándalos de pederastia en Irlanda. Su respuesta, muy correcta: debemos pedir perdón. Pero, para demostrar que se puede ser príncipe de la Iglesia y carecer de finura intelectual, ha añadido: pero peor es el aborto. Y se ha puesto a hacer números y comparaciones. Una salida de pata de banco, muy frecuente en los críos que quieren buscar atenuantes donde no los hay, pero que no esperábamos de gente de su nivel”.
“Ya no es de extrañar que, cuatro pisos abajo, el redactor-jefe de Alfa y Omega, órgano del Arzobispado de Madrid, se descuelgue con la siguiente reflexión: "cuando se banaliza el sexo, como ocurre hoy, no tiene sentido seguir considerando la violación como delito penal". Como lo oyen. Y eso que unas líneas antes nos había asegurado que no tenía intención de frivolizar con la violación. Menos mal. El resultado doctrinal de este despropósito podría ser el siguiente: permiso para violar y, si de la violación se deriva embarazo, condena por abortar. En estas materias la Iglesia debería ajustarse a su ideario oficial y no hacer excursiones argumentales. Porque cuando improvisa se le nota que de estas cosas solo sabe algo de oídas”.
Todo el respeto posible por el Cardenal y Prefecto de la Congregación del Culto Divino, no por el cargo, que a mí ni fu ni fa, sino por el derecho que tienen a la opinión todas las personas, pero respeto a algunas paridas clericales, el justo, o cuando menos el equivalente al que profesan estos trasnochados señores a los demás. ¿Dónde están sus opiniones cuando mueren cientos de miles de niños en esas criminales guerras? ¿Dónde cuando diariamente se mueren otros cientos de miles de hambre, de miseria y de enfermedad? ¿Dónde…? Creo que huelgan los comentarios. Es decir, no merecen la pena, aunque no habría suficiente espacio para ellos en todos los blogs del mundo.
Se merecen recibir estas "ilustres" personas, la respuesta que le dio Rafael Guerra "Guerrita" a su compadre, a la observación de éste referida a un charlatán representante que charlaba y cahrlaba en una “sesteante” sobremesa en el casino.
- D. “Rafae”, hay que ver lo bien que “sestá” después de comer y de tomarse el café, leyendo el periódico y hablando poquito.
Y le contestó el torero.
-¡¡ Mejor "sesta callao"!!